jueves, 1 de marzo de 2012

Recuérdame: Sobreponerse ante la pérdida.



“El dolor es la bocina de Dios para despertar a un mundo sordo”
C. S. Lewis.

    En mi anterior post, dedicado a la versión cinematográfica de Frank Darabont para la novela corta de Stephen King Rita Hayworth y la Redención de Shawshank, menciono uno de los primeros cuentos de este escritor, La Dama de la Habitación y donde su autor aborda el tema del dolor frente a la pérdida de nuestros seres queridos, como además lo que significa sobrevivir ante esa pérdida.  Es así como en la cita textual que encabeza este texto, las religiosas y significativas palabras del autor de las Crónicas de Narnia, le otorgan sentido a muchos al enfrentarse ante este hecho de la vida.  No hay que ser católico o de otra religión para que el fallecimiento de alguien cercano nos sobrecoja y frente a ello, recapacitemos sobre nuestra propia existencia; puesto que el dolor que provoca en nosotros lo imprevisto, como el sufrimiento de quienes nos importan o nuestra propias desdichas por una razón u otra, nos pueden transformar en alguien mejor ante la dura prueba que pasamos.  He ahí el significado de las palabras de C. S. Lewis.  Es cierto que mucha gente frente a esto es incapaz de sobreponerse a sus cuitas y se retrae y/o se amarga, se pone mas dura o pierde la fe en sí misma y los demás…Pero no todos son así: hay quienes aprenden de sus experiencias y las convierten en sabiduría que les permite andar por la vida con otros ojos y antes la pena que han tenido, valorar más aún su existencia y la de quienes lo rodean. 
     En realidad hay que ser valiente como para transformar ese dolor en algo positivo y no perder con ese “exilio” a que se nos obliga, una parte de nosotros y olvidarnos que la vida continúa.  Mucha gente ha transformado ese dolor en algo hermoso, pues los ha inspirado a crear, a realizar actos nobles que antes no habrían sido capaces de llevar a cabo, como también a enfrentar su porvenir con valentía y seguir avanzando junto al resto que se queda alrededor de uno.  Artistas como Anne Rice, quien sufrió la muerte temprana de su hijita, hicieron grandes obras de arte que dignificaron y purificaron su sufrimiento; es así como fruto de esta tristeza realizó una obra tan emotiva como lo es su Entrevista con el Vampiro y donde el tema de la pérdida se siente a lo largo de todo el libro.  Nuestra poetiza Gabriela Mistral, primer Premio Nobel chileno, al morir su amado Romelio Ureta, realizó su libro Sonetos de la Muerte a raíz del triste suicidio de éste.  Y Oscar Wilde, mientras sufría en la cárcel, escribió el que para muchos fue su libro más grave y, tal vez, mejor entre toda su basta obra: De Profundis.  Por último, el mismo C. S. Lewis a quien cito al comienzo de este texto, compartió con su público lector su sufrimiento debido a la dramática muerte de su esposa con Una Pena en Observación, siendo el libro del cual saqué la cita en cuestión; mientras que El Problema del Dolor, es su propio análisis como hombre de fe ante esta parte de nuestra naturaleza.
    Y todo lo de arriba a manera de reflexión debido a una película que vi recientemente el fin de semana pasado, sin tener idea de qué se trataba, sabiendo tan solo que el protagónico masculino recaía en un joven y exitoso actor inglés, Robert Pattinson, quien hasta el momento ha demostrado en su trabajo ser más que una cara bonita y un vampiro desabrido.  Me estoy refiriendo al filme de 2010 titulado Remember Me y que a esta zona llegó con el título traducido literalmente: Recuérdame.
    El filme comienza con una madre y su hija, Ally Craig,  quiénes en una estación del metro en New York juegan alegremente mientras esperan que llegue el transporte.  La idílica escena es interrumpida por la violencia y la muerte de la madre a manos de unos jóvenes delincuentes.  Así se introduce desde el principio esta atmósfera de melancolía frente a la merma que significa una muerte tan repentina y para nada pacífica de un ser amado.  Luego un salto en el tiempo nos muestra a los deudos, hija y padre, viviendo juntos cuando la niña del comienzo ya es una mujer, quien comienza ya a mirar el mundo con los ojos de alguien que bien merece ser considerado como adulto.  Ambos viven bajo la sombra de la figura materna y con ello el padre, un policía, demuestra su incapacidad para asumir que su hija no necesita que la sobreprotejan y que además está comenzando a hacer su vida aparte.
     Por otro lado está Tyler Hawkins, quien a su edad ya ha dejado su hogar materno, considerándose además que su familia tuvo su propia crisis marcada por el fallecimiento temprano de su hermano mayor.  A su vez, sus padres están separados y si bien su madre demuestra llevar bien su nueva vida junto a otra pareja, el padre se muestra como un hombre rígido y poco amoroso que sólo vela por el apoyo económico para con sus dos hijos sobrevivientes (esto último no se lo deja de recriminar Tyler a su progenitor, en especial su aparente despreocupación hacia su hermana menor, con quien el muchacho tiene una estrecho lazo y comparte su sensibilidad artística).
    Es entonces que Ally y Tyler se encuentran en medio de sus vidas y descubren tener más de un punto en común, llegando el amor entre ellos y permitiéndoles encontrar la armonía que les faltaba.  Una vez que logran compartir sus mundos interiores, con sus secretos y miedos, por fin demuestran estar listos para comenzar una nueva y mejor etapa de su interioridad.
    Tanto Ally y Tyler, ambos marcados por un sentimiento de culpabilidad frente a las muertes que pesan sobre sus personas, son jóvenes capaces de grandes afectos y que se muestran con la virtud de ser empáticos y nobles.  Estas positivas cualidades le otorgan a la cinta un aire de romanticismo que al ocurrir el desenlace provocará más de una emoción encontrada en el espectador. 
    Es cierto que antes que los dos protagonistas se unieran, sus existencias cargaban con una gran soledad, pese a que hubiera a su alrededor personas que los amaran.  Pero no sólo ellos se muestran en esta historia como personas cuyas vidas muestren esta pesadumbre, puesto que también los padres de ambos muchachos y la hermanita de Tyler evidencian su fragilidad ante el dolor.  No obstante para cuando la trama llegue a su clímax, todas ellos demostrarán que pueden unirse, que pueden compartir sus sentimientos entre sí y que, como dice la sabiduría popular, no somos islas, pues no estamos solos.
    El final del filme es emotivo, inesperado como la realidad misma y sin embargo deja una cuota de esperanza en el rostro de Ally.  Ésta, como al comenzar el filme, sube al metro de New York, pero esta vez mostrándonos en su rostro que existen las nuevas oportunidades y que pese a las peores tribulaciones, uno puede superar todo.
    Se trata de una película intensa, que al mostrarnos este drama romántico se aprecia como una obra que cumple no sólo la función de entretener, si no que posee un conjunto de virtudes que la hacen ser más que recomendable.  Una de ellas es el reparto que participó en ella, puesto que aparte de Pattinson, brilla una soberbia Emilie de Ravin, quien ya había destacado como protagónico en la serie de TV Lost y en numerosas películas; a su vez son dos grandes actores los que interpretan a las figuras masculinas en la vida de la joven pareja, Pierce Brosnan y Chris Cooper, mientras que Lena Olin hace de la madre de Tyler.  Tener a tantos buenos actores juntos para una obra cinematográfica ayuda bastante, ya que actuaciones talentosas le dan convicción a la historia y permiten además que el público pueda llegar a sentirse identificado con los personajes que interpretan.  Tampoco se puede olvidar a la niña que interpreta a la encantadora hermanita de Tyler, Ruby Jerins, quien si sigue actuando así, a futuro nos puede entregar grandes trabajos histriónicos.
    La música es otro fuerte en esta obra y acá corre por parte de Marcelo Zarvos, compositor de quien no tengo idea, pero al que ya creo merece ponerle atención.  Sus composiciones no sólo acompañan las distintas escenas de Recuérdame, si no que logran transmitir una gran carga de emotividad que las hace más intensas aún.
    El director del filme, Allen Coulter, se había curtido dirigiendo capítulos para series hoy de culto como lo son X-Files, Millenium, Roma, Six Feet Under, Los Soprano y Sex and the City, entre otras.  Su trabajo fue notable en algunos de los episodios más memorables de estos programas; luego hizo su primer filme, Hollywoodland, labor que causó excelentes críticas; y en este caso, con Recuérdame, demostró en su segundo filme ser capaz de hacer películas notables y con una gran sensibilidad.
    Por cierto, y para finalizar ¿Cuál es el significado del nombre de esta cinta? Pues bien, su título se refiere al papel que cumplen en nuestras memorias aquellos que han pasado en nuestras vidas y ya no están; personas que han dejado su impronta en nosotros y mientras los recordemos, pueden seguir a nuestro lado y contribuir a lo que somos.

1 comentario:

  1. Me han recomendado mucho esta pelicula, y no he tenido la oportunidad de verla, y en cuanto al tema de la perdida de un ser querido, la he experimentado pero no con una persona, sino con una mascota, un gato que murio cuando yo tenia 12,fue en ese momento cuando aprendi el valor de la vida, asi como la propia y la de los demas, y en como influimos nosotros mutuamente cada dia. Aprendi que la vida sigue, y que uno no puede estar estancado en un hoyo, de heco me lo decian de la siguiente mantera:

    "no llores por el gato dia y noche, dejalo descansar, el no podra descansar si tu sufres por el y te dañas con su recuerdo", me di cuenta que debia aprender de eso como prendemos todos los dias con cada cosa.

    Atte. Fabian Ibarra.

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