domingo, 3 de junio de 2012

¡Apocalipsis Zombie…Africano!



    A lo largo de la historia de la literatura, los cómics, la televisión y el cine de terror, los llamados “monstruos” han ido acaparando la atención del público.  Es así como muchos de estos personajes poseen antecedentes que provienen de la misma tradición oral (mitos y leyendas) y al ser retomados por expresiones artísticas más recientes han ido desarrollando un simbolismo claramente definido; de este modo los autores de estas obras han llegado en varias ocasiones a plasmar en ellos, como en las historias en que aparecen, problemáticas y temas claramente serios y complejos, por lo que sólo hay que leer entre líneas para darse cuenta de esto.   De este modo personajes como los vampiros, hombres lobos, la Criatura de Frankenstein y los zombies (quienes hoy inspiran mi “pluma”) han servido como vehículo para proyectar dentro de su “inhumanidad” nuestra humanidad.  Es así como la figura del vampiro se constituye en una metáfora de nuestra resistencia a asumir la inmortalidad que nos define y ante su sed sensual de sangre, proyecta el carácter depredador que llevamos dentro y donde sexo y muerte muchas veces van de la mano; en cambio en el hombre lobo se observa un lado aún más salvaje e instintivo, donde todo barniz de civilización se diluye ante la bestia interna que queramos o no puede salir a la luz con facilidad (y más si nos rendimos ante nuestra debilidades y el poder absoluto de la emocionalidad); en cambio con la Criatura de la novela romántica de Mary Shelley, así como gran parte de sus clones, bien sabido es que entre otras cosas representa el fruto de la soberbia y las mismas repercusiones que nos traen los actos irresponsables y egoístas.  ¿Y qué pasa con los zombies? Bueno, eso amerita verlo hoy por separado.
     Cuando en 1968 George Romero hizo su ya clásica, copiada, homenajeada  (y un largo etcétera) La Noche de los Muertos Vivientes en 1968, no tenía idea de la repercusión que tendría su barata película, la que con verosímiles actuaciones, un cuidado trabajo de producción y un guión original para la época, siendo capaz de crear todo un subgénero dentro del cine de terror fantástico.  Inspirado en la novela Soy Leyenda de Richard Matheson, donde se describe un particular mundo postapocalíptico en el que el supuestamente el último hombre en la Tierra debe vérselas con la infestación de vampiros, Romero creó todos los paradigmas que luego otros directores (guionistas y escritores también), seguirían en este tipo de historias.  Es así como el zombie, que si bien venía de historias pretéritas al filme ya mencionado, no sólo del séptimo arte, si no que de las creencias del vudú y otros ritos paganos afroamericanos, logró su propio lugar dentro de la cultura popular.  El zombie, mucho menos sofisticado que los vampiros y los hombres lobos, sirve para mostrar la absoluta carencia de toda humanidad, como un cuerpo que ya no es sujeto, si no objeto; de este modo, todo zombie ha perdido su razón de ser y su única motivación es devorar todo a su paso (para ser más específico, comer carne humana).  Entonces, en el zombie habita la idea de que la individualidad se pierde ante la “masa no pensante” y que a la larga basta con cualquier elemento lo suficientemente fuerte como para que prescindamos de lo que nos hace únicos, en “favor” del colectivo (si no basta con tener en cuenta con lo que pasa con los fanáticos del fútbol o cualquier otra multitud irracional).  Por lo tanto, zombie y chusma comparten la falta de conciencia y el mismo poder destructivo avasallador.
    Los filmes de zombies tienden a ser sangrientos, con escenas de canibalismo y descuartizamientos por montones y mientras más explícitas sean, mejor.  A su vez otro elemento que las caracteriza es que NADIE tiene idea de por qué los muertos se están levantando de sus tumbas, cuál es el origen de la infección, por lo que todo ello ha causado el pánico y el caos entre la población (un caso excepcional son las películas de la saga de Resident Evil, las que a su vez están basadas en una serie de populares videojuegos, y donde desde un principio se sabe que los responsables de la plaga zombie son los científicos de la siniestra corporación Umbrella).  Por esta falta absoluta de control de las circunstancias y donde las fuerzas policiales y legisladoras son nulas a la idea de sobrellevar la situación, se trata de filmes pesimistas y donde los héroes de turno son sofocados antes la experiencia que les toca vivir; a la larga sólo queda sobrevivir al término de la civilización.  También está la idea de que los zombies son lentos, lo que recalca su idiotez y su carencia de todo vestigio de humanidad, no obstante con el remacke de El Amanecer de los Muertos (2004) los muestran ya como seres veloces, cual animales en caza y a los que resulta casi imposible sortear. 
    Y ahora corresponde hablar del filme que hoy nos reúne a compartir en el blog:
     The Dead es un filme del año pasado, de coproducción inglesa y de al menos dos países africanos, siendo completamente filmada y ambientada en este continente.  En lo que ya parece una moda, los responsables de su dirección, argumento y producción son dos supuestos hermanos, los hermanos Ford (Howard J. Ford, Jonathan Ford), si se considera que después de los ya famosos y fructíferos hermanos Cohen aparecieron en el séptimo arte los Wachowski, los Farrelly, los Pang y un montón de familias más que en este momento mi memoria no los trae al recuerdo.   La película en sí trata sobre un militar gringo único sobreviviente de su equipo que busca cómo alcanzar los restos de la población sana y poder llegar a salvo a su hogar en USA para reencontrarse con su familia.  Paralelo a su periplo, está el de un joven soldado africano, quien anda en una cruzada igual a la suya, si bien a diferencia del estadounidense, éste se encuentra en su propio territorio, por lo cual el lugar no le resulta tan inhóspito (en especial en lo que al dominio de la lengua autóctona y conocimiento de la geografía y lugares se refieren).  Los destinos de ambos se cruzan cundo la película ya lleva como media hora de metraje y es así como dos hombres que originalmente son dos extraños, se convierten en compañeros superando los prejuiciosos y todas las pruebas que les ponen los zombies y la falta de medios.  En la película, no abundan los personajes secundarios y los pocos que hay, su intervención es mínima, así que todo el peso recae en estos dos individuos.
     Varios puntos se pueden considerar a la hora de comentar y analizar este filme:
·         Hay largo ratos en los que la cinta no posee diálogos, destacando en este aspecto casi todo el viaje en solitario del militar gringo.  Con esto el filme cobra un aspecto casi de documental y donde se privilegia la intención de aumentar la dosis dramática al mostrarnos cómo los personajes deambulan solos en su viaje de escape, siendo que a su alrededor los muertos caminan por doquier.  Los largos momentos de mutis hacen que el espectador detenga su atención en el bello paisaje que rodea a los protagonistas y que sin embargo es salvaje y agreste, donde los zombies son las bestias de las que hay que protegerse; de este modo gran parte de las confrontaciones con ellos es en solitario y donde los únicos testigos somos los espectadores, tal cual en la vida real los seres humanos debemos enfrentar por nosotros mismos las tribulaciones que se nos presentan y sin que muchas veces nadie se entere de ello.
·         Ligado al párrafo anterior, el hecho de que esta historia transcurra en África no es gratuito, por cuanto si los zombies aquí son las criaturas salvajes de las cuales deben escapar los protagonistas, quienes a su vez carecen de la mayoría de los elementos básicos para sobrevivir en tales condiciones, es porque en la vida real la existencia en estos lugares es dura.  África es un hermoso e inmenso continente que a lo largo de su historia ha sido asolado por la pobreza, la esclavitud, la invasión de imperios que explotan sus recursos naturales y humanos, la enfermedad y las luchas intestinas de sus distintas etnias que se matan entre sí tal cual bestias….Considerando esto qué mejor idea podía ser que ambientar una película del género en dichas tierras.  Hoy en día numerosas películas denuncian las injusticias sociales a las que se ven sometidos los africanos, bastando sólo nombrar Diamantes de Sangre, Red de Corrupción y Lágrimas del Sol.  El miedo, la violencia, el peligro y la muerte son sensaciones con las que convive el pueblo africano desde siglos y de este modo los zombies sirven para simbolizar lo que significa vivir y sobrevivir en tales espantosas circunstancias.  Si los animales salvajes son los que se comen a muchos de sus habitantes que tratan de escapar hacia la selva, para salvarse de las matanzas civiles, aquí son los zombies quienes irrumpen en escena.  Si los gobiernos y la ONU, así como otras organizaciones hoy en día son incapaces de enfrentar estas miserias humanas y extinguir para siempre estas injusticias sociales, más todavía al hablar de un filme de este tipo podemos hacer evidente nuestra propia fragilidad humana.
·         África y todo el llamado “Tercer Mundo” (Sudamérica también), son lugares donde la espiritualidad destacan más aún en la vida cotidiana y donde la noción de que existe Dios o cualquier otra pensamiento religioso de una vida más allá de la muerte, son relevantes a la hora de darle un sentido a la vida de sus habitantes (acá se debe hacer un alcance al no olvidar a Oriente y su rica gama de creencias como el Budismo, el Islam, el Hinduismo y muchas otras religiones importantes).  Y es así como a lo largo de esta obra vemos cómo pese a la catástrofe y al drama que se vive, sus personajes mantienen la fe en sus creencias, teniendo algunos diálogos más que interesantes al respecto, el protagonista africano con su contrapartida estadounidense.  ¿Entonces en qué sentido la fe religiosa nos reconforta? Creo que a lo largo lo que quiere manifestar este filme es que pese a que la adversidad nos ahoga, sólo si mantenemos aquello que nos hace humanos como parte de nosotros mismos, es que podemos superar cualquier cosa y seguir adelante (y tal como se ve en el final “abierto” de esta historia, sólo el amor y la esperanza nos pueden ayudar a enfrentar cualquier evento negativo, sin perder nunca la dignidad).
·         La música es bellísima, poseyendo elementos étnicos, si bien en esos largos momentos de silencio sólo se escuchan los efectos de sonido.  A su vez la fotografía está bien orientada a mostrar el ambiente africano, con todas sus grandezas y miserias; de este modo son abundantes los exteriores, lo que le da al filme una especie de cualidad de road movie africana zombificada; así la luz natural muestra a los muertos vivientes en todo su “esplendor” y en la noche, casi sin luz artificial, los hace aún más aterradores por cuanto no se sabe en qué momento pueden atacar.

     En suma, The Dead es un filme altamente recomendable, una de esas películas que acá llegaron directas al DVD, por cuanto al ser de un estudio menor y de una factoría para nada hollywoodense nos muestra lo interesante que pude resultar el otro cine al que muchos no están acostumbrados.



viernes, 1 de junio de 2012

Maestros del Horror 4: Jenifer de Dario Argento




4.1 El Director.

    Hablar de Dario Argento y su cine, es referirse a un artista del género de terror que sobrepasa las fronteras culturales e idiomáticas, creando una obra que logra mezclar lo artístico con lo comercial, convirtiéndose en el promotor del cine de terror y de suspenso italiano en el competitivo Hollywood y en el resto del mundo.  Su trabajo busca entretener con historias bien contadas, cargadas de un erotismo y un suspenso que pueden sobrecoger, todo en medio de escenas sangrientas que nunca pierden una estética digna de una pintura.  Y es que Dario Argento vela por hacer una labor en la cual no interesa tener un transfondo social o abordar los grandes conflictos del espíritu humano, pero si contar bien una trama con la que el ejercicio de crear imágenes tanto pavorosas como hermosas en la disposición de la fotografía, los encuadres y otros, hacen que ver un filme suyo sea toda una experiencia extraordinaria.  Su cine igual es para espíritus firmes, dispuestos a ser sorprendidos por imágenes grotescas, herederas de toda una tradición gótica, de las pinturas de Goya y quizás hasta de su lejano coetáneo Dante Alighieri con su descripción de los tormentos del Infierno en La Divina Comedia.  Dario Argento hace arte por el arte y con ello ha logrado influenciar a un montón de cineastas y artistas afines, gracias a su técnica depurada para montar sus historias y hacer una puesta en escena lo más estética posible.   En otras palabras, en Argento conviven tanto el preciosismo clásico, como el feísmo propio del gore.
   Como dato curioso, algunos detractores de su obra lo acusan de ser misógino, lo que algunos han sostenido de Brian de Palma también (en al menos sus primeros filmes); por cuanto acostumbra mostrar en sus obras a mujeres sometidas a los más espantosos tormentos, de los que no siempre salen vivas.  No obstante esto no es cierto, puesto que muchas veces estas mujeres son las heroínas de la película, las que al final son mostradas como féminas capaces de sortear estas terribles eventualidades con verdadera dignidad.  Es cierto que a su vez acostumbra a mostrar cadáveres femeninos tratados en toda su crudeza, pero siempre es siguiendo su concepción de la muerte, la violencia y el horror mismo como una obra de arte a la hora de jugar con las imágenes, tal como también disfruta de exaltar la belleza de la mujer y por eso aún en la muerte siempre resalta su sensualidad.
El Maestro del Horror italiano.
    Este artista comenzó su carrera en el cine haciendo de guionista en una película de nada menos que otro director italiano que ya entonces tenía fama mundial: Sergio Leone (responsable de El Bueno, el Malo y el Feo; Por un Puñado de Dólares y Érase una vez en América, entre otros).  Esta experiencia lo animó a hacer sus propias películas, siendo su ópera prima El Pájaro de las Plumas de Cristal (1970), hoy todo un clásico y con la cual se permitió hacer su homenaje a dos directores a quienes considera unos de sus mayores fuentes de inspiración: el también italiano Mario Bava y el estadounidense Alfred Hithcock, contando una historia policial que le permitió hacer famoso el género del giallo (filmes italianos de suspenso) fuera de su país.  Dentro de este tipo de obras primerizas, vinieron El Gato de las 9 Colas (1971) y Rojo Oscuro (1975).
    En 1977 filma la que para muchos es considerada su obra maestra: Suspiria.  Con esta cinta, Argento aparte de seguir mostrándonos su pasión por las historias de misterio policial y truculento, comparte con su público su pasión por lo sobrenatural.  Es así como el largometraje comienza su llamada trilogía de Las Tres Madres, en las que con un terror refinado, cuenta sobre tres brujas en el mundo actual y sus oscuros propósitos.  El resto de de la saga continúa con Inferno (1980) y Madre de las Lágrimas (2007).
   Phenomena (1985) es otro de sus grandes aportes al cine fantástico y de terror, en el cual contó con el protagonismo de una joven Jennifer Connelly.  Versa sobre una niña con la capacidad de comunicarse con los insectos y que se ve involucrada en unos espantosos crímenes.  A diferencia de Europa, el filme se estrenó en USA con mucho menos metraje, producto de la hipócrita censura estadounidense.
   Para 1987 se estrena la que es considerada una de sus mejores películas, poseyendo escenas no sólo famosas por su gran violencia, si no por contar una increíble historia de muertes, locura y obsesión: Opera.
    Fue en el año 1990 cuando Argento se une a su amigo también cineasta dedicado al género del terror, el estadounidense George Romero, a quien conoció en 1977 cuando le produjo su Amanecer de los Muertos.  Es así como ambos “Maestros del Horror” filmaron juntos una cinta con dos historias basadas en clásicos cuentos de Edgar Allan Poe, con lo que le quisieron hacer su propio tributo.  Mientras Romero tomó para sí el cuento de El Extraño Caso del Señor Valdemar, Argento hizo su particular versión de El Gato Negro.  Ambas historias fueron actualizadas, pero en el caso de la de Argento, el director además se permitió hacer referencia en su parte del filme a varias otras obras de Poe, acentuando también el elemento erótico (ni siquiera presente en la obra del escritor) y hacerlo lo más sangriento posible; a su vez la gran actuación en el protagónico de Harvey Keitel, realzó el trabajo (en todo caso, Argento acostumbra a laburar con grandes actores del género u otros que por gusto han decidido incursionar en éste, como también servir bajo sus órdenes).
    En 1993 filma su primera obra en Estados Unidos, Trauma, para la cual contó con el trabajo de uno de los grandes escritores de la literatura de terror: T. E. D. Klein, quien hizo un guión original para el director italiano.  A su vez esta cinta tuvo a su hermosa y talentosa hija, Assia Argento, en el papel principal, a la que tuvo con la actriz Daria Nicoledi, con quienes a su vez ha filmado varias de sus películas.
   También ambientada en el mundo de la ópera es su versión de El Fantasma de la Ópera (1998), no obstante se podría considerar es su película más débil.
   Para Maestros del Horror hizo dos películas, una por cada temporada y bastante logradas, como sangrientas ambas; pero en ellas mostró más su arista sobrenatural, que su cine del tipo giallo.
Carátula de uno de sus mejores filmes.
   Otro aspecto interesante en su obra, es su preocupación por trabajar con grandes compositores en sus filmes, poseyendo algunos de estos bandas sonoras memorables que hoy en día son apreciadas por sí mismas.  Para su primer trabajo contó con el apoyo de nada menos que de Ennio Morriocone, quien hizo partituras experimentales y tenebrosas para esta obra y la que le siguió; luego volverían a trabajar juntos en El Síndrome Stendhal (1996) y El Fantasma de la Ópera.  Otro gran compositor italiano con el que ha contado, es con Pino Donaggio en Los Ojos del Diablo, Trauma y ¿Conoces a Hitchcock? (2005).  Por otro lado, la labor del grupo de rock de vanguardia Goblin en su película Suspiria es una de las bandas sonoras de películas de terror más famosas entre los fanáticos; a su vez este grupo también ha participado en Tenebre (1982) e Insomnio (2001).  Tal cual su colega y amigo John Carpenter, en ocasiones el mismo Argento ha participado haciendo unas cuantas composiciones para sus cintas, como en Suspiria.  
   Mucho otros filmes se suman a la lista de obras de este consumado artista, sabiéndose que en la actualidad prepara una versión en 3D de Dracula, con el actor de culto Rutger Hauer haciendo de Van Helsing.  Es de esperar le vaya bien con su nuevo proyecto y que a sus más de setenta años de edad siga regalando al mundo sus maravillosos filmes de terror y suspenso.

4.2 La Verdadera Fuente de Inspiración: Berni Wrigtson.

    Durante las décadas del cuarenta y del cincuenta en Estados Unidos, hubo una importante editorial de cómics que se dedicó casi en exclusiva a los cómics de suspenso, ciencia ficción y terror, si bien su intención original era publicar historietas educativas para niños (lo que también hizo, pero no fueron éstas las que le dieron fama hasta nuestros días).  Sin embargo debido a la ridícula (por no ocupar adjetivos más duros) persecución que sufrieron los cómics en los cincuenta, por el supuesto poder corruptor que tenía el llamado noveno arte en las “frágiles mentes infantiles”, EC Comics tuvo que cerrar sus colecciones más memorables y al tiempo después se fue a la bancarrota.  Pero antes de que se produjera su debacle, EC Comics logró sentar precedentes con historias de gran calidad argumental y dibujos soberbios, demostrando que en realidad la historieta podía ser mucho más que un simple pasatiempo pueril, puesto que muchos de sus lectores eran obviamente adultos ávidos de buenas historias gráficas de horror. 
Otro gran Maestro del Horror.
     Fue así como luego las editoriales que le secundaron, como también su competencia, que un montón de títulos lograron escapar a la censura, tomando su estética para sí en sus propias revistas dedicadas a estos géneros…Y es aquí cuando a principios de los setenta nos encontramos con la figura de Berni Wrigtson, quien se considera heredero de los trabajos de la difunta EC, si bien su cuidado dibujo que lo ha hecho ser además uno de los ilustradores más solicitados para libros de terror, como también portadista, hace recordar la labor de alguien como Gustavo Doré por su preciosismo, como capacidad de crear imágenes espantosas aún poseyendo verdadera belleza en su conjunto.  Al comenzar su carrera, en DC Comics siendo muy joven dio uno de sus grandes aportes artísticos al ser el co-creador, junto con Len Wein en los guiones, de nada menos que de la Cosa del Pantano (The Swamp Thing), uno de los personajes del cómic más populares y queridos del mundo.  Este personaje logra sintetizar en sus historias elementos del género superheroico, como las historias de terror, mezclado con las temáticas de corte ecológico y social (incluso tuvo dos películas y una serie de televisión).  Ya consagrado en el medio,  Wrigtson ha sido llamado por DC para hacer trabajos especiales, como la famosa y polémica historia de Batman El Culto, guionizada por su socio Jim Starlin, con quien también hizo El Extraño para este sello; luego en los noventa se encargó del primer crossover DC/Dark Horse de Aliens/Batman y con guión de Ron Marz.  Igualmente ha hecho trabajos para Marvel, con los personajes de Spiderman, el Castigador y la Cosa.  Otro aspecto interesante de su labor es que en el cine se le ha solicitado diseñe personajes y criaturas como en Los Cazafantasmas, El Reinado del Fuego y Spiderman.
    Mención aparte merece su labor junto a la obra de Stephen King, quien también es su amigo.  La colaboración entre ambos, partió primero cuando Wrigtson se encargó de hacer los bocetos del filme Creepshow (1982), dirigida por George Romero, con guión de Stephen King basado en algunos de sus cuentos; a su vez del propio Wrigtson  es el dibujo de la adaptación al cómic de la película, logrando un trabajo que llegó a superar a esta misma en las viñetas más macabras.  Luego hizo las ilustraciones para sus novelas El Ciclo del Hombre Lobo, The Stand (Apocalipsis en español, o sea, la versión extendida y sin censura del libro que se conoció por acá como La Danza de la Muerte) y Lobos del Calla, el tomo 5 de su saga La Torre Oscura.  A su vez para la película Montado en la Bala (2004) que hizo Mick Garris (el constante colaborador/adaptador de la obra de King), basada en la novela corta del mismo nombre de su autor predilecto, Berni Wrigtson hizo unos fabulosos diseños que lamentablemente apenas se logran apreciar en la cinta.
Portada de la famosa edición
ilustrada del clásico de Mary Shelley.
    Uno de sus trabajos más alabados, corresponde a un proyecto suyo muy personal, que consistió en ilustrar todo un clásico de la literatura de terror y ciencia ficción, convirtiéndose este trabajo en un referente a la hora de llevar a imágenes con gran calidad una obra de este estilo: Frankenstein.   Con ello su trabajo demostró estar a la altura de gente como Doré (ya mencionado arriba), el gran ilustrador del siglo XIX famoso por sus grabados para Don Quijote, El Paraíso Perdido y La Divina Comedia, entre otras clásicas obras.  El dramatismo y la humanidad con el cual fue capaz de representar pasajes con tanta vitalidad de esta magna novela romántica, hacen que comprar/ver/tener esta edición sea todo un gusto.  La Criatura según Wrigtson logró salirse de la estética de las viejas películas de la Universal y de la productora inglesa Hammer, convirtiéndose luego en el modelo a seguir para un filme mucho más sofisticado como lo fue la versión de 1994 de Kenneth Branagh.
    Todo lo mencionado hasta el momento, para recién llegar a la relación entre la obra de este consagrado autor y Maestros del Horror, pues es en la ya notable publicación de cómics de terror de la editorial Warren Creepy, que Wrigtson publica la historieta que eligió Argento para realizar su primer telefilme para este programa.  Ya el dibujante había hecho versiones de cuentos clásicos de Poe y Lovecraft, con un material de antología que sólo un colega suyo como Richard Corben podía llegar a equiparar, pero con Jenifer consiguió una de sus proezas más memorables.  En el guión estuvo Bruce Jones, con quien el dibujante ha colaborado en numerosas ocasiones.

4. 3 La Película.

    Junto con la versión que hizo Stuart Gordon de un clásico cuento de Lovecraft y que ya fue abordado en estos artículos,  Jenifer puede ser considerado sin tapujos como uno de los puntos más altos en la serie.  Es así como la cuidada labor de su director, el guión realizado por el mismo actor que acá tiene el papel principal (Steven Weber) y el soberbio trabajo del maquillaje y efectos de Nicotero y Berger, hacen que esta producción honre el cómic que la inspiró.  Además el hecho de que sea la única de las películas de este show que esté basada en una historieta, le da una atmósfera especial  porque muchas de sus escenas están calcadas de las viñetas originales, reproduciendo tal horror visceral que a veces sólo en el papel impreso algunos se atreven a representar.
   En pocas palabras, aquí se cuenta cómo un hombre de familia por esos “azares del destino” se cruza con el personaje que da título a esta historia.  El infortunado, presencia un supuesto acto de violencia hacia una “supuesta mujer” indefensa y la defiende; no obstante apenas cumple su rol caballeresco, descubre con asombro que la víctima no sólo posee un cuerpo increíblemente atractivo y deseable, si no que su rostro apenas puede ser llamado el de un ser humano.  Esta ambivalencia de quien de ahora en adelante será su protegida, esconde lo que dentro de la demonología clásica se considera como un sucubo, pues la criatura que el protagonista llevará a su casa es un diablillo femenino que se alimenta de la voluntad de los hombres a través de sus actos de sexualidad desenfrenada y todo tipo de carnicerías.  Como en muchas obras clásicas, se desconoce el verdadero origen de Jenifer, puesto que la intrusión de la anormalidad y lo monstruoso en la vida de los mortales, en si siempre responde a la naturaleza del misterio mismo; ello hace que esta presencia sea una fuerza superior que responde a la idea del destino inexorable y lo ominoso.  No es necesario saber quién es en realidad Jenifer para saber que la vida de quienes la rodean y el alma de quienes tienen la mala suerte de caer bajo sus redes, peligra.
   El filme, tanto como la obra en que está basado, está cargado de un profundo erotismo; pero esta sensualidad corresponde a la de los condenados, donde no existe el amor, ni el gusto por la belleza, si no que el sexo se transforma en un medio de dominación y perdición.  Existe una atmósfera sobrenaturalmente satánica en esta película y las imágenes que conjuran los autores (dibujante, guionistas, director y especialistas de efectos especiales) hacen que esta entrega de Maestros del Horror sea sólo para un público adulto (y también culto) que realmente la sepa apreciar.  De este modo, esta tragedia termina con esa concepción tan antigua y a la vez aterradora de que el Infierno es la repetición y, por ende, el mal siempre tiene cómo volver y hacer del frágil y maleable espíritu humano su víctima. 
    Por último, el largometraje contó con la sólida actuación de Steven Weber, a quienes los fanáticos de Stephen King lo conocimos por su protagónico en la adaptación para la televisión de El Resplandor (1988) hecha por Mick Garris y por el cual el actor ganó el Premio Saturn; luego también se le vio en el episodio Las Revelaciones de Becka Paulsen para The Outher Limits (1997).  Ya en el 2006 trabajó en Desesperación (también dirigido por Garris) y en el último episodio de Pesadillas y Alucinaciones, sobre el cuento You Know They Got a Hell of a Band y al que los traductores españoles fueron incapaces de darle un título digno.  Weber, admirador del cómic original, se dio el gusto de hacer el guión para esta cinta y en verdad su trabajo fue notable; tanto él como el resto de los responsables de llevar a cabo este proyecto, no escatimaron en ser fieles a la historia original, si bien en momentos determinados tuvieron que ejercer la autocensura para evitar problemas en su difusión.
   Por último, esta obra fue estrenada el 18 de noviembre de 2005.

Viñetas del inolvidable cómic que inspiró esta película.

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