lunes, 24 de diciembre de 2012

Crítica a El Temor de un Hombre Sabio de Patrick Rothfuss.



    La esperada continuación de El Nombre del Viento llegó por fin a las librerías en el transcurso del 2011, consiguiendo el éxito de inmediato.   El libro logró contentar a su público al ser considerablemente mucho más extenso que la entrega anterior, llegando casi a las 1.200 páginas en su edición traducida al español y por qué no, siendo también una obra superior a la novela ya citada.
    Tal como hacía referencia el primer tomo al finalizar, esta novela corresponde al segundo día en el cual Kvothe le cuenta a su pequeño público (compuesto sólo por dos personas, Bast, su discípulo, y Cronista, el historiador viajero de ascendencia noble) su vida hasta antes de retirarse al anonimato como posadero.   En las horas que abarca entre el comienzo de la narración en primera persona (no olvidemos que también existe un narrador omnisciente que abre y cierra cada libro), Kvothe cuenta una gran cantidad de acontecimientos entre aventuras y desventuras, llamando la atención la suma abundante de hechos que en tan breve tiempo logra contar y que además todo lo que le sucede ocurra en periodos tan cortos (lo que parecen meses, tan sólo son semanas en muchos casos, lo cual puede ser un error en la continuidad misma, como también en la verosimilitud otorgada por el autor; no obstante al estar frente a una obra de fantasía, igual se requiere de parte del lector que haga caso omiso de ciertas leyes de la naturaleza).
    El poético nombre del texto hace referencia a un dicho popular presentado en el volumen que le precede y que dice así: “Todo hombre sabio teme tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre amable”.  Ahora bien, este “ficticio” refrán tan poético, pero a la vez tan críptico, apenas logra explicarse en El Nombre del Viento, si bien la parte de “la ira de un hombre amable” queda en parte aclarada ante uno de los primeros conflictos que pasa Kvothe con uno de los profesores de la Universidad, tema que no se resolverá hasta la secuela de la saga.  No obstante es que en esta segunda parte, que el dicho y título del libro quedan mejor esclarecidos ante los sucesos que acá ocurren: La tormenta en el mar se observa en una parte del viaje que hace Kvothe y donde le toca vivir un naufragio (aventura llena de sucesos que el mismo narrador-protagonista resume en unas pocas líneas, dejándonos con la curiosidad ante no saber con lujo de detalles lo que pasó); la noche sin luna se presenta más bien de forma ambigua, durante la estadía del protagonista en el reino Fata; y por último lo de la ira de un hombre amable queda mejor esclarecida cuando Kvothe conocer al maer Alveron, hombre de gran poder económico y político, bajo cuyo techo se va a vivir y donde en más de una ocasión le toca conocer su lado más conflictivo.
    Gran parte de la novela, por lo menos unas 400 páginas, transcurren en la Universidad, lo que en parte hace creer que el libro será “más de lo mismo”.  Si bien durante este primer tramo del volumen transcurren varios hechos extraordinarios, a ratos pareciera cansar la lectura, no obstante todo es el preludio para lo que está por venir y que en verdad será un relato inolvidable.  Es en esta primera parte del libro, que algunos de los mejores momentos corresponden a una muy ingeniosa (y malvada) treta de Ambrose, el archienemigo del protagonista.  Aparte de lo recién contado, en la vida de Kvothe comienzan a sumarse las desgracias consecutivas, hasta un punto en el que pareciera que éste no podrá más con tantas tribulaciones y que verdaderamente llegará a derrumbarse ante ellas; no obstante el nudo de tensiones consigue desenredarse y nuestro héroe logra salir victorioso de estas pruebas (pero por increíble que sea, no debido a su propia persona, si no a la intervención de otra).
    Entre las virtudes de esta novela y/o características, se encuentra el hecho de que tras haber creado Rothfuss a un personaje tan “perfecto” como Kvothe, quien destaca en cualquiera de las disciplinas de las que aprende (magia, artes marciales, música, idiomas, etc.), al menos en el primer libro el resto de los personajes apenas llegan a hacerle sombra, lo que en parte podría ser una falla de un escritor novato, al ser incapaz de diseñar otros personajes lo suficientemente complejos como para no verse como comparsas del protagonista (si bien existen unos cuantos en el primer tomo que logran sobrepasar la unidimensionalidad, pero aún así no llegan a poseer atractivo por sí mismos).  En cambio ya en El Temor de un Hombre Sabio aparecen personajes que consiguen obtener vida propia, siendo lo suficientemente carismáticos como para acaparar la acción y la atención del lector.  Es así como los tres mejores personajes de El Nombre del Viento, luego del propio Kvothe por supuesto, Devi, Auri y el maestro Elodin, logran desarrollarse al punto de conseguir su independencia dramática; en cuanto a Denna, el amor (aún platónico) de Kvothe, Rothfuss por fin le otorga la vitalidad que le permite dejar de ser el personaje que hasta pudo llegar a ser odioso en el primer texto.
    Dentro del uso de personajes del texto anterior, en el caso de la mismísima Denna, a ésta se le da un matiz mucho más trágico, el de una mujer cuya ambivalencia corresponde al de un espíritu atormentado, muy propio de una obra romántica; la promesa que implica descubrir el secreto de esta muchacha, le entrega mayor interés ahora al personaje, volviéndola también con las acciones que se le hace hacer, alguien que puede despertar por fin simpatía y admiración.  Con respecto a Devi, por fin conocemos parte de su pasado, con lo que se explica mucho de su personalidad, participando este personaje en uno de los momentos más álgidos de la primera parte de esta entrega.  De Auri todavía no se descubre su vida anterior a antes de que conociera a Kvothe, no obstante acá sus intervenciones son memorables y no sólo por el lirismo de sus palabras, si no por su singular personalidad que augura que de ella está por venir aún lo mejor.  Sobre el maestro Elodin, cada vez que aparece, otorga un elemento humorístico que se agradece en el tono ya sublime de este tomo, siendo ahora ya uno de los personajes más interesantes del libro y convirtiéndose también en uno de los principales albaceas de la madurez personal de Kvothe.   En cuanto a Bast, aún no se descubre acá cómo su destino se cruzó con el de Kvothe, ni mucho menos se narra acerca de su vida anterior al encuentro con su maestro; no obstante su faceta más oscura  en el primer libro ya se había insinuado y acá se vislumbra mucho mejor al mostrarlo ya casi al final del grueso tomo, como a alguien que en muchos aspectos bien se aleja del espíritu más noble de Kvothe.  Respecto a Cronista, no se entregan nuevos datos sobre su pasado, si bien queda claro que es un hombre de recios principios morales.
    Otro punto a destacar de esta novela, es su tono mucho más adulto respecto a la primera parte de la saga.  El Nombre del Viento se puede ver como una obra de fantasía juvenil, si bien no por ello dejar de ser profunda y con varios ribetes que le otorguen múltiples planos de lectura a la hora de analizarla; no obstante si se le compara tan sólo con el primer tomo de Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin u otra fantasía más sofisticada, el uso de un protagonista infantil y adolescente evidencia su carácter juvenil, por cuanto además en él se destaca más la aventura por sobre el drama, teniendo por otro lado una dosis de violencia moderada propia de la literatura dirigida a este tipo de público en primera instancia.  En cambio como en El Temor de un Hombre Sabio asistimos a la continuación de la educación intelectual, espiritual y especialmente sentimental de Kvothe, era de suponer que el autor atendiera ahora aspectos más propios del último tema, puesto que con el crecimiento del protagonista, también debía de aparecer el elemento erótico.  Es así como mucho antes de que Kvothe despierte a la sexualidad (y la que es consumada de la forma más increíble posible), ya Rothfuss hace referencia a diversas prácticas eróticas: bisexualidad, homosexualidad, sexo grupal, sexo libre y otros.  Todo esto lo hace de la forma más espontánea, sin entrar en mayores detalles e incluso ya cuando Kvothe comienza a practicar el sexo (a la temprana edad de 16 años, lo que puede resultar “escandaloso” para algunas mentes estrechas) la sexualidad es descrita de una forma somera, si bien se insinúan varias cosas que hacen volar la imaginación.  Por otro lado, la violencia acá se hace mucho más explícita, aunque no llega tampoco a los niveles de otros escritores más expertos en la truculencia.  Sin embargo lo que sí aumenta en el libro que le otorga esta dimensión más adulta, es su cargada atmósfera de tensión en varios momentos de la obra, donde tanto Kvothe como la misma Denna, se ven sometidos a eventos de hondo dramatismo, dando paso a que la propia psicología de ambos se despliegue de una forma más compleja: es entonces que la toma de decisiones de estos dos personajes, con su respectiva repercusión moral, es más propia de una literatura que no sólo busca entretener, y menos desea moralizar, si no que desea invitar a la reflexión y desnudar el alma humana en todos los recovecos posibles.
    Tal como en El Nombre del Viento, esta segunda parte rinde tributo al arte de la narración, de modo que siguen dándose en ella los dos niveles del relato que atienden al narrador omnisciente (con el que empieza y termina la obra) y al uso del narrador protagonista que corresponde a la mayor parte, y también central del libro.  El autor vuelve a hacer uso del relato enmarcado en El Temor de un Hombre Sabio, con al menos tres narraciones auxiliares de carácter fabulesco y/o mítico.
    El libro posee momentos bastante emotivos, todo en el plano de las relaciones interpersonales entre Kvothe y quienes lo rodean, puesto que además no hay que olvidar que la saga misma de Crónica del Asesino de Reyes a la que corresponde este libro y el anterior, tienen relación con la llamada “literatura de iniciación”; este tipo de obras entre las que se enmarcan clásicos como las obras de Herman Hesse tales como Demian, Siddartha y Narciso y Goldmundo, mientras que en el mismo terreno de la fantasía se encuentran las sagas de Las Crónicas de Narnia de C. S. Lewis, Harry Potter de J. K. Rowling y  Alvin Macker de Orson Scott Card, como en la ciencia ficción destaca la saga del mismo Card de Ender, abordan la vida de un joven, mucha veces un niño, a quien como lectores vemos crecer no sólo en lo físico, si no que en el terreno espiritual; así conjuntamente con el viaje exterior que deben emprender para encontrarse así mismos, se conjuga el periplo interior gracias al cual cada prueba que debe pasar es un paso más hacia la madurez.  De este modo frente a las vivencias del protagonista, hay reales instancias en las cuales resulta no difícil sobrecogerse ante lo que le pasa a Kvothe; hay momentos de gran poesía, cuya sola descripción hace que uno se maraville ante la pluma del autor, como en cierto encuentro en los techos entre Kvothe, Auri y nada menos que el maestro Elodin; pero también resulta memorable la narración de la soledad de Kvothe durante parte de su estadía en Ademre y donde una mujer logra consolarlo y demostrarle que nunca estamos solos.  En poco más de dos libros, Rothfuss ha logrado lo que ya veteranos como Card y King consiguen al tocar en el lector las fibras más sensibles del corazón.
    El final de El Temor de un Hombre Sabio demuestra la concepción del autor de un tiempo cíclico, si bien también corresponde a la contrapartida del mismo final de El Nombre del Viento.  El primer libro de la saga casi en su desenlace, muestra una especial visita que hace el fata Bast a Cronista en su habitación y la que resulta un episodio increíble e inesperado del libro, por cuanto es la primera vez en la que el lector se entera de que Bast es mucho más de lo que aparenta.  En cuanto a lo que sucede con el segundo tomo de la saga, esta vez es Cronista quien hace una visita fortuita a la habitación de Bast y en esta ocasión es este hombre de supuesto aspecto taciturno quien sorprende tanto al fata, como al lector mismo.  Ambos momentos a pocas páginas de terminar la obra, son efectos de golpe en la narración, que poseen una repercusión significativa en los hechos que más adelante ocurrirán, así como resultan ser la oportunidad ideal para conocer mejor a estos dos personajes.
    En esta segunda parte, aún no se explica el por qué del título de la saga: Crónica del Asesino de Reyes.  Puede ser que esto tenga relación con personajes que ya hayan salido en lo que va de la trilogía (si bien creo que Patrick Rothfuss no aguantará la tentación y al final la trilogía se transformará en tetralogía, pentalogía o se extenderá aún más) o lo más probable es que aún están por aparecer los personajes correspondientes que le otorguen al ciclo su particular nombre.  Por otro lado, esta entrega todavía nos mantiene en suspenso con respecto a la venganza que planea desde muy pequeño Kvothe con los misteriosos Chandrian (los asesinos de sus padres y su compañía de artistas callejeros), como también con el esperado encuentro del protagonista con los Amyr y quienes se supone pueden ayudarlo a consumar su revancha; por lo tanto, es seguro que el autor se está guardando lo mejor para más adelante.
    Tal como El Nombre del Viento, esta obra se encuentra configurada en base a numerosos capítulos, cada uno con su nombre, si bien la mayoría de ellos son bastante breves en cuanto a las páginas que cubren.  Cada capítulo desarrolla un nuevo evento en la crónica del Asesino de Reyes o está dedicado a un nuevo relato enmarcado.
    En cierto sentido, el libro se estructura argumentalmente en las siguientes partes:

Kvothe según un artista,
si bien un poco afeminado para mi gusto.
  • La larga estadía de Kvothe en la Universidad, donde continúa con su preparación profesional en las artes que le interesan.  En este largo (más de 400 páginas) preludio a la verdadera parte más importante del libro, Kvothe  obtiene una gran revelación gracias a la niña a la que salvó en el tomo anterior, como también recalca su peligrosa enemistad con Ambrose y se convierte de lleno en el ahijado del maestro Elodin.  Muchas cosas más pasan durante esta primera parte del libro, no obstante pareciera que se extendiera más de la cuenta y engañosamente hace creer que todo el gran volumen transcurrirá en la universidad, hasta que las circunstancias hacen que Kvothe se vea obligado a tomarse unas vacaciones.
  • La larga segunda parte del libro corresponde al viaje que realiza Kvothe, el que será esencial en su educación personal, siendo además la sección más interesante y entretenida de la novela, donde pasará un montón de aventuras de todo tipo y conocerá a un buen número de personajes entrañables.  La primera “parada” de esta odisea corresponde a su llegada a Vintas, donde por fin se supone le espera alguien que puede estar interesado en ser su mecenas;  el posible mecenas es el maer Alveron, quizás el hombre más poderoso y adinerado en los Cuatro Rincones de la Civilización.  Kvothe llega a este lugar recomendado por un noble amigo suyo.  Antes de llegar directamente a su destino Kvothe, hace un viaje en barco del cual apenas se sabe lo que pasó.  En Vintas Kvothe no sólo llega a hacerle más de un útil servicio al maer, si no que también se reencuentra con Denna, como además se ve involucrado en una serie de intrigas cortesanas y palaciegas, que le demuestran que la nobleza se encuentra rodeada de rigurosos protocolos, mentiras y traiciones; pese a todo nunca faltará una mano amiga en la que sostenerse.  La narración en esta parte resulta más que amena, con grandes momentos de suspenso y con la creación de un cuarteto de personajes memorables.
  • Búsqueda y encuentro con los bandidos que asolan los caminos.  Enviado por el maer, Kvothe debe liderar a un grupo de cuatro mercenarios para capturar y/o eliminar a estos ladrones que están causando estragos.  El protagonista causa malestar a más de alguien de su compañía por la juventud de quien dirige a estos expertos mercenarios adultos, no obstante las hazañas compartidas harán que entre todos crezca el verdadero aprecio, no sin antes tener unos cuantos enfrentamientos entre ellos.  Cuando Kvothe y los suyos por fin logran dar con los maleantes, éste se encuentra sin quererlo con una tenebrosa figura de su pasado.
  • Según el estudioso de la literatura Joseph Campbell, en su libro donde se dedicó a estudiar varios mitos y textos épicos, El Héroe de las Mil Caras, en un determinado momento de su viaje el héroe ancestral tiene un encuentro con una diosa; esta reunión implica para el héroe dos cosas: por un lado un conocimiento valioso que lo puede convertir en un individuo superior y entregarle las herramientas necesarias para lograr gran parte de sus objetivos; por otro lado, bien puede resultar en una tentación muy grande como para no querer volver al camino de las tribulaciones y quedarse así al amparo de ella, con quien puede vivir en paz y dicha.  Lo anterior le pasó, por ejemplo, a Odiseo al llegar a la isla de Calipso, quien le ofrece ser inmortal como ella, y le pasa acá a Kvothe cuando conoce a Felurian, personaje mítico y/o legendario al cual se le habían atribuido un montón de historias donde los hombres eran seducidos por su belleza y luego de volver de su viaje junto a ella, regresaban en estado de locura.  Pues bien, Kvothe estando aún con su grupo de mercenarios y luego de derrotar a los ladrones a los que perseguían, se encuentra con este ser, quien se lo lleva al reino maravilloso de Fata.  Allí Kvothe despierta a los placeres del sexo, siendo Felurian quien lo inicia, no sin antes conseguir éste que la criatura acepte regresarlo salvo y sano a su mundo.  Ambos pasan un tiempo bastante extenso juntos y es durante esta estadía que Felurian le hace la famosa capa que le permite hacerse invisible y de la cual las diversas narraciones sobre él hacían mención; a su vez es acá donde Kvothe conoce a un oráculo que le cuenta unas cuantas cosas que supuestamente su conocimiento bien puede causar su perdición (lejos la conversación que tiene Kvothe con el ser, es la mejor parte de esta estadía en Fata).
  • Entre los mercenarios que acompañan a Kvothe, a cumplir el deseo del maer de liberar sus tierras de criminales, iba un mercenario adem, de quien Kvothe logra hacerse amigo y aprender de éste sus legendarias técnicas de combate, como además su especial lenguaje secreto.  No obstante cuando la gente del adem se entera de que ha compartido con un extranjero el misterio de su pueblo, Kvothe opta por acompañarlo a sus tierras para hablar en nombre de él y evitar que lo condenen por su culpa.  Es este lugar, una cultura distinta claramente desarrollada por el autor para mostrar por primera vez a Kvothe en un medio que le es por completo foráneo y muchas veces hostil; sin embargo es allí como nunca que el protagonista aprende la humildad y se descubre como alguien que para nada es el más notable entre los que lo rodean, si no que sólo es un aprendiz más.  Todo gracias a que Kvothe logra causarle una buena impresión a la maestra de su amigo Tempi, por lo que acceden a enseñarle sus conocimientos marciales, lo que en todo caso será a costa de sudor y lágrimas como nunca antes en su corta, pero intensa existencia había experimentado (bueno, salvo su temporada como niño de la calle).  Esta parte del libro es quizás la más atractiva de la novela, tanto por la genialidad de Rothfuss para crear una raza tan llamativa como los adem, como también por la creación de personajes tan atractivos entre esta noble cultura, (quienes hacen uso de un sofisticado lenguaje gestual para comunicarse y practican algo así como el sexo libre).  Otro aspecto llamativo dentro de los adem, es su concepción de lo que es la civilización y la barbarie, pues ellos en su especial forma de ser se consideran civilizados y al resto no; con ello Rothfuss nos muestra cómo la normalidad es algo tan subjetivo y que cada cultura posee su propia manera de ver el mundo, así como cada uno de nosotros posee su particular cosmovisión; de este modo Rothfuss nos enseña más que nunca a despertar a la tolerancia, a apreciar la diversidad, diciéndonos que bien podemos aprender del otro, puesto que la verdad no siempre está con uno. Es en esta etapa de su viaje que Kvothe consigue su célebre espada.
  • Tras la partida de Ademre, Kvothe se dirige hacia Vintas otra vez, puesto que tiene pendiente su reencuentro con el maer para entregarle el tesoro que con celo le ha rescatado de entre los bandidos, además de afinar los detalles de obtener por fin su mecenazgo.  No obstante antes de llegar a Vintas, Kvothe se cruza en el camino con una tropa de Edena Ruh, lo que debería ser una agradable reunión con gente de su propia tribu; sin embargo una vez en su campamento, Kvothe descubre un espantoso secreto de estos y le corresponde a él dejar bien puesto el nombre de su gente, aún a costa de duras decisiones que le pueden costar su libertad y/o su vida.  Para ocurrir todo esto en no tantas páginas, los capítulos dedicados a este encuentro y sus posteriores consecuencias, resultan ser intensos e inesperados, mostrando una nueva faceta del héroe que resulta más dura que nunca.  Es en este apartado que el tema de la justicia v/s la ley cobra gran importancia, donde Rothfuss nos hace reflexionar acerca qué es lo verdaderamente justo cuando nos enfrentamos al dolor de las víctimas y el exceso de crueldad de los victimarios.
  • De vuelta en Vintas, Kvothe entra en conocimiento de un misterio ligado a la familia de la mujer a la que ayudó a unir con el maer, así como descubre que no todas las buenas acciones siempre obtienen su justa recompensa, al igual que la ingratitud de la gente tiene su peso sobre los hombros de uno; empero Kvothe logra sacar provecho de la mala situación.  Se augura que a futuro el joven protagonista volverá a verse con la gente de Vintas.
  • De regreso a la Universidad, Kvothe vuelve a tomar sus estudios y se reúne con sus amigos, esta vez más sabio y en parte mucho más adinerado. Poco antes del fin de este extenso, pero genial libro, Kvothe se da el gusto de invitar a una inolvidable cena a sus amigos, en un casi cierre positivo del volumen, no sin antes adelantar que la tormenta aún está por llegar.

    Tal y como se afirmó anteriormente, El Temor de un Hombre Sabio cuenta con personajes secundarios mucho mejor desarrollados que El Nombre del Viento, pudiendo sobresalir por fin gran parte de los ya aparecidos en la primera parte de la saga, como Denna y el maestro Elodin, si bien en el caso de los compañeros de universidad de Kvothe, todavía no hay mayor esfuerzo por darles vida propia.  A continuación y como finalización de este texto que ya ha salido más largo de lo esperado, la lista de rigor de los nuevos personajes que se agregan a la Crónica del Asesino de Reyes y que bien merecen ser tomados en cuenta:

Ilustración de uno de los momentos
 de mayor acción del libro.
  • Títere: Curioso personaje que vive prácticamente escondido en los recovecos de la Universidad.  Sólo unos pocos saben de su existencia, si bien es un alumno de la casa de estudios, aunque su situación en ella resulta algo irregular.  Es un tipo de gran tamaño que debe su nombre  a su afición a crear sofisticadas marionetas, a las cuales acostumbra usar cuando habla con otros.  Su personalidad bizarra y sus grandes conocimientos bibliográficos denotan quizás en él Síndrome de Asperguer.
  • Maershon Lerand Alveron: Hombre que a los poco más de cuarenta años que posee, se ve avejentado por una extraña dolencia que sufre, por lo que Kvothe hace lo posible por ayudarlo, además de prestarle sus servicios para que éste logre conseguir el corazón de la mujer a la que ama.  Es un hombre de mucho dinero, temido y respetado en sus tierras por su carácter indomable, si bien no es alguien malvado.   Puede llegar a ser una persona amable, pero su ira es mayor que sus virtudes, poseyendo una mente estrecha a la hora de evaluar ciertas situaciones.
  • Meluan Lackless: Bella y joven mujer a la que el maer Alveron ama en secreto, por lo que le pide a Kvothe que le ayude a conquistarla.  De apariencia gentil, es una dama regida por los prejuicios sociales, en parte hacia los Edena Ruh, ya que su hermana se escapó con uno de ellos.  Pertenece a una antiquísima familia de nobles que guarda un misterioso secreto.  Al parecer entre ella y Kvothe existe un fuerte lazo familiar.
  • Bredon: Anciano, pero jovial noble que se convierte en el mejor amigo de Kvothe durante su estadía en Vintas, quien le enseña a jugar un atractivo juego de ingenio en base a fichas y le mantiene al tanto de los chismes del lugar.  Resulta ser para Kvothe la única persona de fiar en Vintas, gracias a su lealtad y carácter virtuoso.  De gran inteligencia y personalidad irónica.
  • Stapes: Es el hombre de confianza del maer, si bien en una primera instancia pareciera ser su subordinado, aunque la verdad es que es su mejor amigo desde la infancia.  De apariencia insignificante debido a su aspecto externo, es una persona muy adinerada. En un principio recela de Kvorhe, pero cuando descubre las verdaderas intenciones de éste, le entrega su amistad incondicional, otorgándole el beneficio de sentirse en deuda de honor con él.
  • Tempi: Uno de los cuatro mercenarios que acompañan a Kvothe en su búsqueda de los asaltantes que asolan las tierras del maer.  Pertenece a la raza de los adem, de la cual apenas se sabe, pese a ser reconocidos como grandes profesionales en las artes de la pelea ofensiva y defensiva.  Como se supone lo es su pueblo, es un hombre que apenas habla.  Poco a poco Kvothe se gana su confianza, consiguiendo de éste que le inicie en los misteriosos conocimientos de su arte.  Aparentemente poca cosa, es un luchador impresionante, sin embargo entre los suyos apenas está en la más baja jerarquía.
  • Shehyn: Anciana maestra de Tempi que lidera una de las tantas casas de estudio marcial de los adem.  Es una mujer sabia de aspecto frágil, pero que es una asesina nata (por lo que se puede observar en este personaje y muchos otros más, es recurrente en el libro los personajes que bajo su engañoso aspecto externo, esconden su verdadera identidad, tal y como sucede con los personajes de la saga de George R. R. Martin Canción de Hielo y Fuego).  Es la primera en ver en Ademre las potencialidades de Kvothe, por lo que le da una oportunidad tanto a él como a Tempi de salir bien del problema en el que se ven envueltos.
  • Vashet: Es la maestra a la que ponen en Ademre a Kvothe para que lo instruya.  Le supera en unos diez años a Kvothe, y como luchadora, en todo.  Pese a su dureza, es una buena persona y le tiene fe a su discípulo.  Mantiene con Kvothe una particular relación muy propia de los adem.
  • Penthe: Otra gran guerrera entre los adem (entre estos son las mujeres las que más destacan en las artes marciales), de pocos años más que Kvothe y mucho más baja que él, si bien lo supera en la lucha.  Se hace amiga de Kvothe y luego se convierte en su compañera de cama.

11 comentarios:

  1. Hola=)
    Mi interés por lo fantástico ha surgido hace pocos años. Mi pasión por la lectura se desarrolló al entrar en la adolescencia, y curiosamente lo que menos me interesaba en aquella época era la "FANTASÍA" dirigida al publico infantojuvenil. Ya sé que es un cliché, como si lo fantástico en la literatura fuera inocente, pueril, y vacuo, con pretensiones aleccionadoras. Sabes que me negué a leer Harry Potter? Pero, bueno esa era la imagen que tenía.
    Aunque no huí de la magia, pues me embarqué a conocer a Borges, Cortazar, Vargas LLosa, Garcia Marquez, etc. Prefería esa noción de absurdo y de fantasía liquida entramada a la realidad.
    Una de las cosas que me atrajo de Rothfuss fue esa idea vaga de poesía en sus títulos, y lo que me repelió fue lo que mencionaste sobre la primera novela, ese aire juvenil. Así que cuando me vi en posición de decidir si elegía iniciar su trilogía o me abocaba a Eriksson, elegí a este ultimo. Ademas me atrajo la cantidad de libros escritos ya. No soy paciente con las sagas. Eso de leer un tomo y esperar el sgte me mata.
    Ahora con respecto al amor y al sexo en la literatura fantástica en "Reinos de Fabula" y "Desde las nieves" encontré dos muy buenos artículos sobre la representación de estas dos dimensiones y todo el boato y tabú que conllevan.
    A mi no me escandaliza que un personaje de ficción de 16 años tenga sexo. El sexo en la literatura no debería escandalizarnos, sino ubicarnos en posición de reflexionar.
    Me escandaliza en la realidad pura y dura que una niña de 9 años sea violada o que una de 12 quede embarazada, creo que esas son las cosas que deben preocuparnos como adultos.Pero bueno...
    Otro punto que suele frustrarme bastante es como son concebidos los personajes femeninos. Son tan planos, y llenos de preconceptos. Y últimamente se los orilla a lo que denominan romance paranormal, que a mí me aburre.
    Por ultimo, luego de tanto discurso, quiero preguntarte quien te gustaría en la piel de Kvothe si hicieran la película?
    Feliz navidad!

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  2. Querida Damablanca: Nuevamente me honras con tus inteligentes palabras en mi humilde blog (¡Qué barroco soy para escribir!), así como lo que me dices me lleva a reflexionar sobre varias ideas tanto sobre lo expuesto por ti, como por mi. En primer lugar, feliz Navidad también a ti y que el año que viene sea próspero en todo sentido. Volviendo a lo de la fantasía y el sexo, como también acerca de una fantasía más adulta y comprometida, pues bien, hay que reconocer que mucha de la literatura de este tipo es claramente heredera de los cuentos de hadas, razón por lo cual es comprensible su carácter moralizante y hasta ingenuo; pero también hay una fantasía más sofisticada heredera de los poemas épicos, la mitología y los textos medievales, la cual es harina de otro costal y ésa es la que más me interesa (si bien últimamente existe un gusto por hacer versiones adultas de textos infantiles, como ya sucedió con "La Chica de la Capa Roja" y "El Rey Rata", siendo que de este último caso pretendo en enero escribir y publicar una crítica). Me pregunto qué has leído de fantasía, aparte de "El Señor de los Anillos". En mi blog tengo varios textos al respecto y por supuesto te recomiendo todos los que menciono ahí (tengo la impresión de que "Las Nieblas de Avalon", "La Antorcha" y la saga de la Materia Oscura te fascinarían). Por supuesto que he fantaseado con películas basadas en la historia de Kvothe, pero creo para el segundo libro debido a su extensión, deberían hacer al menos dos pelis (igual la idea de miniseries me cautiva más). Como Kvothe niño y adolescente deberían ser actores nuevos, por el tema de la edad; en cuanto al adulto, creo que gente como Ryan Goslyng, Ryan Reynolds y Bradley Cooper son suficientemente buenos actores y muy guapos como para hacer un excelente Kvothe (si bien tendrían que teñirse el pelo como corresponde).
    Estamos en contacto.

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  3. Bueno, hagamos pues todo el auto expiatorio. Como te dije, dado mi poco interés por lo fantástico en la literatura(hagamos una excepción con el material audiovisual, que siempre es un poco mas digerible por las simplificaciones de rigor), soy ahora apenas una principiante en estas lides.
    Digamos que empecé mal con los Cuentos de Hadas, porque no me gustan ni recuerdo que hallan llegado a gustarme realmente. Si me ponen a elegir, prefiero siempre a la Bruja malvada, whahaha, que a la tierna princesa que necesita ser salvada. Y sinceramente me dan ganas de sacar la escoba con tanto príncipe de brillante armadura y cabello de propaganda de shampoo. Y, oh ironías del destino, el primer libro formal que me regalaron fue el cuento de La Cenicienta. Risas aparte.
    Lo mitológico y legendario si me interesó tempranamente, no te digo que he tenido oportunidad de estudiar esto profundamente, pero he tratado de acercarme a las mitologías griega, romana, nórdica, celta, etc., donde obviamente lo fantástico tiene cabida. No te parece que hay tanta inspiración grecorromana en mucha de la composición estilística de "Juego de Tronos"?
    Las Leyendas del ciclo artúrico me han llamado la atención, pero dudo mucho que los libros a los que tuve acceso(ya ni me acuerdo de los autores)me hayan satisfecho. He tratado de abordar a Terence White, pero solo me he quedado en intenciones. Y obviamente, Mark Twain no me ha ayudado a tomar el asunto en serio.
    Y lo del mago Potter, pues no me atraen las historias de "aprender el valor del amor y la amistad, etc."
    Así que "El Señor de los Anillos" me mostró que este tipo de literatura puede entretener. Y luego, de mucho tiempo encontré "Canción de Hielo y Fuego", y obviamente me interesó por la inspiración histórica de la trama. Historias de caballería, la Guerra de las Rosas(episodio de la historia inglesa que me encanta), todo mezclado con toques de melodrama y novela histórica. Me pudo. Así que empecé a investigar, y descubrí que King tenía también su saga, y también Eriksson, y otros autores. Estoy iniciando pues mi educación, acumulando libros, que no se cuando voy a terminar de leer!!! Gracias por los concejos, y el que mejor actúa de esos niños es Goslyng, y lo digo sin elegir al mas guapo jiji.
    Saludos=)

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  4. Querido:
    Siempre me complaces con tus post tan interesantes!!!
    Efectivamente kvothe tiene un lazo familiar con Meluan, de hecho la madre de él es la noble que huye con unos Edena Ruh y provoca en ella la aversión a estos artistas itinerantes.
    No concuerdo contigo respecto a los actores que podrían interpretar a kvothe, puesto que son muy maduros. Tal vez si lo representaran en tiempo presente, en su faceta de tabernero.
    Compartiré con mis amigos tu artículo que me hizo revivir pasajes tan memorables de este libro que encuentro genial.
    Te recuerdo que George R.R. Martin lo consideró el mejor libro de fantasía del 2011.
    Un abrazo.

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  5. Como siempre me honras, Mary, con tus inteligentes palabras. A ver si te apareces por acá más seguido, je. Respecto a los actores que mencioné, yo desde mi humilde opinión, los proponía para el Kvothe adulto por razones obvias ¡Deberemos de mejorar la comprensión lectora, huachita!Besitos.

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  6. No es tan obvio, querido, ya que el papel de kvothe adulto es muy pequeño, al menos en los dos primeros libros. Entonces el rol central de niño-joven debe ser de un actor potente y tal vez no tan bello!!
    Besos.

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  7. Estimado Elwin,
    Interesante tu texto. El libro muy entrete, espero tengamos luego el cierre de la saga.
    Felices fiestas.

    Saludos

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  8. se ve que su autor va creciendo junto a su obra, puesto como mencionas, que al principio el personaje principal es el que posee una gran cantidad de virtudes de tal forma que los demas personajes sean toalmente planos y carentes de peso.

    Me gustaria leer esta saga, a simple vista no me atrae mucho, pero tengo la sensacion de que a medida que vaya avanzando en la historia leencontrare la gracia.

    Atte. Fabian Ibarra.

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  9. Querido Fabián, en realidad esta novela y la anterior son verdaderas maravillas y uno que las ha disfrutado solo espera su tercera parte (y se supone conclusión). Ojalá pronto puedas leer estos libros. Gracias otra vez por leerme.

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  10. hola, me encantó tu critica a este libro... tengo una pregunta para ti, me regalaron este tomo, "el temor de un hombre sabio" pero no he leido el primer libro... es necesario que lo lea antes de empezar con este? o da igual si no lei el primero?

    gracias

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