jueves, 24 de enero de 2013

Los X-Men según Josh Whedon y John Cassaday.



     En el año 2004 comenzó uno de los momentos más renombrados de las historietas dedicadas a los famosos Hombres-X (uno de los tantos personajes creados por el inigualable Stan Lee a comienzos de los sesenta para Marvel).  Esta etapa retomó el nombre de una serie limitada de los superhéroes mutantes de nombre Astonishing X-Men, pero en este caso se convirtió en el comienzo de una nueva serie regular sobre estos personajes; no obstante la dupla Whedon/Cassaday estuvo a su cargo de los cómics durante sólo los cuatro primeros años, teniendo a su haber 24 números, más un especial.   La falta de peridiosidad de números en el periodo de cuatro años, se debió tanto a la rigurosidad de sus artistas para entregar un producto de calidad, como a las distintas responsabilidades que a estos los mantenían lo suficientemente ocupados como para impedirles entregar con mayor frecuencia el título.
    Hablar de Josh Whedon en el guión de un cómic para los X-Men, es referirse a un producto que ya de por sí augura calidad, pues al nombrarlo nos estamos refiriendo al guionista (y luego director) de series de televisión que ya son todo unos clásicos modernos: Buffy la Cazavampiros, Angel, Firefly y un poco más recientemente, Dollhouse.  Su excelente labor en la película de ciencia ficción Serenity (con la cual terminó su inconclusa serie debido al repentino cancelamiento, Firefly), más la labor realizada en los cómics que hoy comento, hizo que las mentes detrás de Marvel no dudaran en otorgarle la dirección y el guión de otro éxito de la llamada “Casa de las Ideas”: La película de Los Vengadores.
    En cuanto al trabajo de John Cassaday en los lápices, éste ya en su labor para los cómics del sello Wildstorm Planetary, había logrado destacar por su labor preciosista y especial capacidad para reflejar en el rostro de los personajes una gran gama de emociones con sumo realismo.
    Al fusionarse los talentos de ambos artistas, se logró un trabajo que supo combinar lo mejor de ambos mundos (historia y dibujo), logrando crear algo que marcaría para siempre la continuidad de las colecciones mutantes y que tal vez sólo podría llegar a igualarse a la labor realizada en los ochenta por el dúo formado por Chris Claremont y John Byrne, en cuanto a su impacto se refiere.
Una de las más bellas portadas del
perfeccionista Cassaday.
    Lo que hizo Whedon fue trabajar con algunos de los personajes más emblemáticos del equipo de superhéroes: Wolverine, Cíclope, Kitty Pryde, Bestia y Coloso.  Al grupo sumó a uno de los personajes más atractivos de las historietas mutantes: Ema Frost, quien otrora fuera enemiga de los anteriormente nombrados y ya para los acontecimientos de esta colección, una gran aliada y además junto a Cíclope, líder del equipo (y pareja de éste, luego de la muerte de Jane Gray).  Al tomar a estos consagrados superhéroes, se permitió unas cuantas cosas, como por ejemplo devolver a una ya adulta Kitty Pryde al grupo que le “vio nacer” (“Shadowcat”, su antiguo nombre de guerra), luego de pasar un tiempo con la división británica de Excalibur; a su vez la reunió a su amor de juventud, Coloso y al que “resucitó” gracias a sus artes fabuladoras; por otro lado, llevó a otra dimensión este clásico romance, permitiendo su esperada “consumación”.
     A los personajes arriba nombrados, Whedon agregó unos cuantos más que lograron sobresalir: en primer lugar la adolescente japonesa Hisako Ichiki, de nombre clave Armadura y cuyo especial talento es un claro homenaje al mundo nipón y su manganime (de hecho en la recomendable versión en animé de los X-Men hecha por el estudio Madhouse, es una de las protagonistas, en conjunto con casi el mismo equipo de la etapa que aquí se comenta).   Pero también se encuentran la agente de SHIELD Abigail Brand, el alienígena Ord y la inteligencia artificial Peligro.  Respecto a los dos primeros nombrados y a Peligro misma, que se muestra en la historieta con una personalidad y apariencia femenina, debe tomarse en cuenta que Whedon tal como su colega Greg Rucka, gusta de configurar personajes femeninos bien desarrollados y de fuerte carácter (no en vano es el creador de Buffy y de toda una gama de mujeres de ficción destacables).
    En esta colección misma, destaca además el tratamiento psicologista de los personajes, abordándose el tema de la responsabilidad frente a sus decisiones y acciones; por lo tanto, las distintas tramas desarrolladas a lo largo de estos 24 números y 1 especial, preponderan la detención en mostrar las motivaciones de los protagonistas y el efecto que sus diversas personalidades causa debido a sus interrelaciones entre sí; de este modo, por ejemplo, se puede apreciar la magnitud del impacto que provoca en todos la incorporación de la ex-enemiga Emma Frost al equipo, con su relación amorosa (y bastante sexual) con Cíclope (lo que creará un nuevo conflicto con Wolverine, así como ya hubo en su tiempo uno mientras estuvo viva su anterior pareja, Jane Gray); también dentro de este plano es destacable la significancia del regreso de Cíclope y del que por años se pensó estaba muerto.
     Otros aspectos a considerar en esta etapa, son sus marcados elementos propios del mundo de la ciencia ficción, de modo que lo sobrenatural no tiene mayor cabida al menos en la etapa Whedon/Cassaday: Invenciones fabulosas (una supuesta cura contra el gen mutante), civilizaciones extraterrestres y antiutopías (todo con respecto al mundo de Breakworld), inteligencias artificiales (Peligro), poderes extrasensoriales y manipulación mental (Cassandra Nova)…y bueno, el mismísimo tema de los mutantes es uno de los temas más viejos de la ciencia ficción, del cual la clásica novela de 1940  Slan de A. E. van Vogt, es un claro antecedente de lo que en los sesenta Stan Lee crearía.
     Desde el punto de vista gráfico, llama la atención el arte realizado por Cassaday, quien (de seguro colindado con Whedon), retoma el típico traje dorado de los X-Men, haciendo llevar a varios de los personajes casi los mismo trajes de su etapa más clásica, pero en el caso de Bestia, lo dibuja con un original atuendo que lo hace estar a torso casi descubierto; además en este caso, le otorga un aspecto que acentúa más su naturaleza animal, con muchos rasgos felinos (estética retomada en el animé ya mencionado).  También se debe valorar la enorme capacidad de Cassaday para darle emotividad a los rostros, como en diseñar artefactos mecánicos maravillosos y paisajes naturales, como artificiales de gran belleza; a su vez las portadas diseñadas por éste para los cómics, logran resumir artísticamente el contenido de las revistas, con ilustraciones que de seguro hoy son consideradas entre las mejores de las colecciones del universo Marvel.  Por último en cuanto al trabajo del dibujante, algunas de sus viñetas son claros tributos a notables cómics de antaño de los mismos X-Men, como cuando muestra recuerdos de Kitty Pryde  y de Cíclope.
    El primer arco argumental hecho por Whedon y Cassaday corresponde a El Don, referido a la supuesta cura contra el gen mutante y donde se organiza la nueva agrupación de los X-Men, con el retorno de los personajes ya mencionados como Kitty Pryde y Coloso.  A su vez es acá cuando el supuestamente siniestro alienígena de Ord aparece por primera vez, en conjunto con gran parte del resto de los personajes que Whedon crea para el universo mutante.  Esta primera parte de la etapa obtuvo el importante premio especializado de los cómics Eisner y llegó a ser considerada como la mejor historia de los personajes en toda la década; a su vez se la puede considerar como una de las fuentes inspiradoras de la trama de la tercera película para el cine de los X-Men.
    Respecto al segundo arco argumental, Peligroso, tal como el anterior se engancha de unos cuantos eventos anteriores de relevancia para crear una nueva aventura para nuestros mutantes favoritos; en esta ocasión hace uso del desastre de la isla de Genosha (con Centinelas incluidos) y de la tecnología extraterrestre de Shiar utilizada para el cuarto de entrenamiento/peligro de la Academia Charles Xavier.  A su vez es la única saga de esta etapa donde aparece el Profesor X.  Acá hace su entrada el fabuloso personaje que le da título a este segmento.  Ciertas líneas secundarias de esta historia sentan las bases para la siguiente trama.
    Desgarrada bajo mi humilde opinión puede ser la mejor parte de la colección, poseyendo una serie de juegos mentales en los cuales se observa a gran parte de los personajes en curiosos momentos de desamparo (¡hasta el mismísimo Wolverine!).  Si bien la narración se centra en Emma Frost y su vertiginoso pasado, es el tema de su presente y deseo de redención, como su sentimiento de culpa, lo que le otorga gran parte de la tensión al tercer arco.  El final que viene a mostrar quién está en realidad detrás de los eventos que aquí se desarrollan, logra ser bastante sorpresivo.
    En cuanto a Imparable, sólo consigue desenredar el nudo argumental gracias al especial con el cual terminan Whedon y Cassaday su contribución.   Acá gran parte de los acontecimientos que se fueron dando desde que esta dupla tomó en sus manos la colección, convergen en otra inolvidable odisea, que incluye viaje espacial y el sacrificio personal tan propio de los héroes Marvel.
    En suma, Astonishing X-Men bajo la mirada de estos dos artistas, resulta ser una delicia para los sentidos y un buen recuerdo para la memoria de quien disfruta de los cómics de superhéroes y en especial de los dedicados a los X-Men: Forma y fondo logran conjugarse a la perfección contando una historia adulta, entretenida y muchas veces emotiva.



martes, 15 de enero de 2013

Maestros del Horror 9: Fair-Haired Child (conocida en España como “En el Sótano” y en Latinoamérica bajo el nombre de “En las Sombras”) de William Malone.


9.1 El Director

    Malone es como gran parte de sus colegas cultivadores del cine de terror y ciencia ficción, alguien que comenzó haciendo “cine clase B”, para luego gracias al éxito de sus filmes, poder realizar cintas de mayor presupuesto y con actores consagrados.  Aún cuando de todos los directores presentados hasta la fecha en esta serie de artículos es el menos conocido (bueno, salvo Don Coscarrelli, quien sólo ha hecho cine clase B), los conocedores del género lo tienen entre los grandes artistas a la hora de crear una obra de terror audiovisual potente, gráfica y claustrofóbica; algunos sostienen que si bien las historias de sus filmes pueden no corresponder a grandes guiones, bien merecen ser apreciadas en cuanto al trabajo de dirección de Malone, quien sí se preocupa por hacer un filme que en su confección pueda llegar a ser armónico.   Esto último bien puede apreciarse en su contribución para Maestros del Horror, donde no sólo estamos frente a una verdadera obra de arte (aterradora historia, excelentes actuaciones, imágenes chocantes hechas con maestría), si no que bien puede ser considerada como uno de los puntos más logrados de la serie.
    Fanático desde pequeño del cine de terror (a muy temprana edad se dedicó a realizar máscaras y trajes de sus películas favoritas y otras de creación propia, todo de una forma bastante profesional), ha laborado en el cine tanto como director, como también como guionista.  En el segundo tipo de colaboración suya para el séptimo arte, sin oficiar tras las cámaras, se encuentra su trabajo a cargo de los filmes de ciencia ficción Supernova (2000, una de las cintas clase A con mayores problemas a la hora de rodarse, con sus constantes cambios de director y guión) y Soldado Universal: El regreso (1999).  
    Su talento también ha estado ligado a la televisión, desde antes de su contribución para Maestros del Horror, pues ha hecho episodios para Perversiones de la Ciencia y Cuentos de la Cripta, ambos de HBO y siendo nominado a un premio por su labor para la segunda serie nombrada; como muchos directores especialistas en el género, fue uno de los llamados a la hora de dirigir episodios para el programa de Las Pesadillas de Freddy.
    Su filmografía como director se encuentra formada por:
  • Scared to Death (1980): Filme sobre experimentos genéticos y un monstruo producto de ello, que ataca a los incautos desde su hogar en las alcantarillas de Los Ángeles.
  • Creature (1985): Otra de las tantas “copias” de Alien, si bien el largometraje con el tiempo logró convertirse en todo un clásico de lo bizarro.  Famosa es la anécdota de todos los problemas que le trajo al director y al resto del equipo trabajar junto al gran actor (aunque según muchos francamente de difícil trato) Klaus Kinski.
  • W.E.I.R.D World (1995): Otro filme suyo que mezcla ciencia ficción con terror.  Esta vez la película incluye robots, viajes en el tiempo y manipulación genética.
  • House on the Haunted Hill (1999): Remake de una clásica película de William Castle de 1959.  Parte con una premisa bastante interesante: un magnate desea satisfacer los caprichos de su esposa y para eso invita a un grupo de personas a una fiesta nocturna en una enorme mansión que otrora fue un manicomio; demás está decir que el lugar está embrujado y comienzan a morir en espantosas muertes los invitados.  Fue la primera producción de clase A de Malone, si bien le dio unas cuantas molestias debido a las exigencias de los productores, que de pasar originalmente a una cinta de terror serio y duro, le impusieron al director elementos de comedia.  La película cuenta con la actuación del gran actor Geoffrey Rush y otros actores de renombre en el género como Famke Jannsen y Jeffrey Combs (con este último volvería a trabajar más adelante).
  • FearDotCom (2002): Con un excelente reparto que incluye al ya nombrado Combs, al actor alemán de culto Udo Kier, Stephen Dorff y Stephen Rea, muestra lo que sucede cuando varias personas visitantes de una extraña página Web mueren de forma espantosa.  Esta es una de sus películas más famosas.
  • Parasomnia (2008): Su última colaboración con Jeffrey Combs y hasta el momento última película.  Película de terror sobre los trastornos del sueño, acerca de una chica que casi toda su vida pasa durmiendo y dos hombres que se obsesionan con ella (uno para bien y otro para mal).

    La lista de arriba bien muestra la dispareja carrera del director por cuanto entre una cinta y otra, pueden haber bastantes años de diferencia en su producción.   Lo anterior es propio de los directores de terror, que si bien pueden ser grandes artistas, muchas veces a la hora de crear nuevas obras, se ven imposibilitados por las exigencias económicas.

9.2 La Película.

    Estrenada en Gringolandia el 6 de enero de 2006, corresponde a una historia de corte sobrenatural que pretende ser una retorcida (aunque no sin dejar de ser poética) versión de los cuentos de hadas.  La trama trata acerca de dos padres, ambos artistas de la música (él pianista y ella chelista), quienes poseen un único hijo, al que adoran como a nadie.  Lamentablemente el chico muere en un accidente y sus progenitores enfermos en su dolor, realizan un pacto demoniaco para regresarlo a la vida; el acto sólo terminará por cumplirse si ofrecen en sacrificio a unos cuantos adolescentes para saciar al espíritu que les concedió su oscuro deseo.  Para el matrimonio todo resulta bien hasta que consiguen a la última víctima, la única chica de sus presas, quien luchará más que el resto para proteger su vida.
    Filmada con un preciosista blanco y negro en las escenas correspondientes al recuerdo, las que simulan el estilo de viejas películas, como también imágenes de corte onírico, es una película que posee más de una lectura y moraleja.  En la actitud de los padres se puede observar cómo el amor, ese sentimiento tan importante en la vida de nosotros los seres humanos, puede pervertirse y llevarnos a cometer acciones reprochables (no en vano se ha dicho que el amor es ciego); por ende como dice el dicho “El Infierno está lleno de gente con buenas intenciones”.  Así es como a la larga frente a la presencia del espantoso monstruo que se lleva las vidas de los inocentes jóvenes, los verdaderos monstruos resultan ser los padres, pues al menos el ser presentado en esta película, actúa prácticamente por instinto, mientras que la pareja protagonista realiza sus crímenes con premeditación y alevosía (ellos escogen matar).  Luego especialmente en la figura del padre, encontramos el tema de la culpa al ser incapaz de haberle salvado la vida a su hijo a tiempo, como también ante las acciones cometidas para regresar a la vida a su primogénito; en cambio la madre, como muchas mujeres de la literatura, cual Medea de la tragedia de Eurípides y la Lady Macbeth de Shakespeare (quien acá es la que con sus arteras plabras logra influenciar negativamente es su marido), no vacila en realizar lo que considera necesario para conseguir su objetivo (de este modo su pasión es mayor, se convierte en toda una fuerza de la naturaleza que no vacila en destruir para seguir su camino).  El carácter de artistas del matrimonio recalca otra vez la noción de que detrás de muchos de ellos, se esconde una mente frágil, a un paso de la locura; por cuanto basta con cualquier elemento que violente esa leve armonía, como para que salga la bestia interior.
    La joven coprotagonista de esta historia es una muchacha inadaptada en su medio, viviendo un mundo de ensueños al que escapa; ella misma se ve como heroína de sus fantasías.  Cuando es raptada, se encuentra inmersa en medio de una “aventura” propia de su imaginación y es entonces que le corresponde interpretar el papel que siempre deseó hacer, aún a costa del horror que le tocará vivir; tal como las mujeres de muchos mitos e historias épicas, se transforma en la doncella que con su humanidad “salva” moralmente al caballero que se cruza en su camino (en este caso, el “chico rubio” que da título en inglés al telefilme).
    La criatura que aparece en esta obra, está inspirada en el clásico y aterrador cuadro llamado El Grito de Edvard Munch, el cual también dio origen a la famosa máscara de las películas Scary Movie.  Aparte del espantoso rostro del monstruo, resalta su especial anatomía que le otorga cierto aire vegetal, muy ligado al rito de brujería realizado por los padres del niño muerto.
    Tal como le gusta al director, este capítulo de la serie resulta ser bastante gore, manteniendo en las escenas de brujería un aire verdaderamente demoniaco y lo sobrenatural logra apreciarse en la naturaleza del monstruo que aparece acá, para cuyos movimientos, Malone jugó con la cámara dándole una especial forma de caminar (y arrastrarse), muy al estilo de los clásicos mudos a los que con esto quiso homenajear.
    La moraleja final de esta historia, tal como los textos infantiles, es que toda acción posee su reacción y que cada acto que realicemos tiene su efecto para bien o para mal; y en el caso del mal, éste siempre tiene su castigo.

domingo, 13 de enero de 2013

Una guerra muy particular (TEXTO N° 100 DEL BLOG).



I- Presentación.

      Dentro de la literatura anglosajona, existe toda una tradición de narraciones ambientadas en plena Navidad, a través de una historia que tras la atmósfera de festejo y alegría, pretende tratar temas de carácter valórico cristiano; todo siempre dejando un mensaje positivo donde el amor y la buena voluntad se conllevan con el verdadero propósito de esta fecha.   Dentro de estos relatos nos encontramos con el gran clásico de Charles Dickens, Una Canción de Navidad, el que ha llegado ha popularizarse tanto, que incluso quienes no hay leído el libro, sí conocen al atribulado Ebenezer Scrooge, gracias a cualquiera de las diversas adaptaciones audiovisuales que se han hecho de dicha obra.
    Una literatura famosa por su capacidad extrapolativa y el gran despliegue imaginativo de sus autores como la ciencia ficción, no podía quedar exenta de este tipo de relatos.  De este modo una de sus autoras más consagradas, la norteamericana Connie Willis, ha declarado públicamente su aprecio por estas fabulaciones y ha publicado más de un cuento navideño, llegando incluso a reunirlos en al menos un libro.  Dentro de este contexto, su recopilación El Espíritu de la Navidad es una lectura recomendable sin dudarlo; los cuentos navideños de Willis no dejan de lado la llamada “ficción especulativa”, con historias donde lo maravilloso se conjuga con los mundos futuros posibles, el romance, el humor e incluso el suspenso (tal como ya en el siglo XIX Charles Dickens creó este tipo de historias con su célebre novela).
    Es así como para celebrar el texto número 100 de mi blog (¡Me felicito a mí mismo!), he escogido una novelita corta de mi segundo escritor favorito (Adivinen quién es el primero), Orson Scott Card, titulada Guerra de Regalos, para subir a la red un análisis crítico de ésta.  A Orson Scott Card hace rato que le debía un espacio en esta página, considerando además la gran calidad de su trabajo y la fuerza que posee para crear personajes carismáticos,  como también situaciones inolvidables, pudiendo muchas de ellas emocionar hasta las lágrimas a sus lectores (y no lo digo sólo por mí).  Pues bien, Card tuvo entre sus geniales ideas, la ocurrencia de escribir una novela corta que cumple con las características arriba mencionadas (bueno, no todas, pero sí la mayoría y en especial lo de estar ambientada en plena Natividad), siendo que además su texto permitió ser el regreso a su obra de uno de sus personajes más famosos: Ender Wiggin.
Orson Scott Card: Una leyenda viviente.
2- El Autor.

     Dentro de la moderna ciencia ficción y fantasía literarias, Orson Scott Card es hoy en día uno de los autores más celebrados y respetados por la crítica especializada y los lectores; éste tiene a su haber un montón de libros, de los cuales varios corresponden a sagas, entre las que se encuentran propiamente la de Ender, la de Alvin Maker, la de Las Sombras (también conocida como la de Bean y estando muy emparentada con la de Ender) y la de El Regreso a la Tierra; no obstante también posee un montón de libros independientes, entre ellos colecciones de cuentos que abarcan varios periodos de su desempeño literario.
    Card irrumpió en el mundo literario en el año 1978 con una novela corta que de inmediato acaparó la atención de quienes tuvieron el gusto de leerla: El Juego de Ender, la que le otorgó de inmediato el Campbell Award al mejor autor novel aquel año.  Con ya unos cuantos libros publicados como escritor profesional, Card decidió desarrollar más los eventos de la novela corta que lo hizo famoso y es así como en 1985 salió a la luz un Juego de Ender mucho más extenso que le otorgaría la consagración definitiva, obteniendo los populares premios Hugo y Nébula.  Considerando la fuerza narrativa del nuevo universo ficcional que logró crear, con el tiempo iría agregando a su lista de obras 5 libros más ambientados en el mundo de Ender, siendo cada una de estas obras, tanto o más formidables que el libro que le dio origen; estos libros son La Voz de los Muertos, Ender el Xenocida, Hijos de la Mente, Guerra de Regalos y Ender en el Exilio.  Pero la creatividad (e inteligencia) del escritor estadounidense fue aún más grande y en 1999 dio a la luz una novela paralela a los eventos de El Juego de Ender, rescatando unos cuantos personajes secundarios del libro original y creando otros igual de atractivos, titulando a su nueva obra de entonces como La Sombra de Ender; fue así como con este texto inició una saga que siguió por su cuenta con eventos transcurridos en el mismo universo de Ender Wiggin.[1] 5 son las novelas en total que corresponden a esta saga paralela.
     Para resumir en pocas palabras de qué trata El Juego de Ender, del cual Guerra de Regalos es un texto que transcurre durante los eventos narrados en su desarrollo, se puede contar lo siguiente sin tener que quitarle al posible nuevo lector la maravilla de encontrarse con un libro encantador y del cual logre descubrir por sí mismo sus virtudes.   En un futuro ni tan cercano, ni tan lejano, la Tierra se encuentra en una guerra contra la única raza extraterrestre con la cual ha entrado en contacto, los Insectores, especie tan diferente a la humanidad, de modo que la inexistencia de comunicación impide llegar a un acuerdo favorable entre sí.  Los Insectores están devastando el planeta y las autoridades abrumadas por la muy probable desaparición de la especie humana, deciden escoger a un montón de niños superdotados a lo largo del mundo para prepararlos de modo de ser los comandantes en las futuras batallas.  Tanto a Ender como al resto de sus compañeros los hacen practicar juegos de simulación computacionales para desarrollar sus habilidades.  Al final del libro Ender logra darle a los humanos el triunfo sobre sus enemigos, pero se da cuenta de ello cuando la victoria ya está lograda.  Esta hazaña marcará la vida de Ender para el resto de su vida.
     En cuanto a la psicología de Ender, este es un líder nato, el cual si bien compartía la inteligencia privilegiada en conjunto con los demás niños de la Escuela de la Batalla, se destacaba además por su espíritu amable y tolerante (todo en parte gracias a la educación valórica que alcanzó a tener de su familia hasta poco antes de ser reclutado).
    Las continuaciones originales a El Juego de Ender, transcurren siglos después de los eventos del primer libro, siendo Ender aún bastante joven gracias al llamado viaje relativista, de modo que mientras su permanencia en las naves hace que el tiempo le sea breve, para el resto han pasado años, siglos o milenios.  Pero en el caso de Guerra de Regalos, tal como la novela paralela de La Sombra de Ender, la historia transcurre en la misma Escuela de Batalla cuando Ender aún es un niño y la guerra contra los Insectores continúa efectuándose.
Portada de adaptación al cómic de
"El Juego de Ender" por Marvel Cómics.
     Siendo Card un autor mormón practicante, su literatura pese a lo que alguien prejuicioso creería, no peca de proselitista; al contrario, el escritor nos da a todos una lección de tolerancia y ecumenismo como poco se ha visto en los autores que se precian de ser religiosos.  Si bien ha escrito obras donde le ha otorgado un papel fundamental a su iglesia, tal como en la colección de cuentos postapocalípticos (aunque no derrotistas) La Gente del Margen, este artista ha optado por primar en sus personajes y narraciones el valor fundamental de la fe religiosa en gran parte de su obra; de este modo en sus libros no sólo hay mormones, también hay muchos católicos, judíos, musulmanes y otros, tratando a todos estos con el mayor respeto posible y desarrollando el debate teológico con una sencillez y claridad tal, que bien permite al lector reflexionar acerca de la posibilidad de un mundo racional donde ciencia y fe no tengan por qué ser enemigas (y donde la hermandad entre los distintos pueblos no sea algo lejano).   Dentro del carácter ecuménico de sus libros, cabe destacar la preponderancia que le da un mormón al credo católico, de modo que, por ejemplo, La Voz de los Muertos está ambientado en el planeta de Lusitania, colonizado por brasileños negros católicos; el padre de Ender es católico (siendo su madre mormona); mientras que Bean, el protagonista de la saga de Las Sombras, tiene como a una de sus grandes amigas y protectoras a Sor Carlota. 
    Para terminar este apartado dedicado al aspecto religioso de la obra de Card, es relevante tener en cuenta además que a lo largo de gran parte de sus textos, las citas bíblicas y simbolismos relacionados, abundan, lo que bien se puede observar en su saga de fantasía de Alvin Maker: esta corresponde a una ucronía (realidad alternativa en la cual los eventos históricos tomaron un rumbo diferente al nuestro, por ejemplo, como en muchas historias de este tipo donde la Segunda Guerra Mundial la ganó el Eje y no los Aliados), ambientada en la primera mitad de un siglo XIX hipotético. en un Estados Unidos que aún no se ha independizado por completo de la Corona Británica; en esta variación de nuestro mundo, la magia es pan de cada día y cada ser humano nace con un don sobrenatural (concepto del don tomado del Antiguo Testamento).  Hay personajes  que reciben nombres como Soldado de Dios y otros similares.  Por muy increíble que parezca, la magia no se contradice con el mundo espiritual cristiano, puesto que el autor la hace ver como una manifestación de la naturaleza divina.  Igual en esta ucronía existen otros pueblos que no siguen la fe cristiana, como los Pieles Rojas, pero aún así Card hace ver en ellos que está presente la mano de Dios.
    A continuación una cita textual del final de La Sombra de Ender para ilustrar la dimensión religiosa de la obra de Orson Scott Card:

Elena apenas pudo contener la alegría cuando sor Carlotta llamó, preguntando si su esposo y ella estarían en casa dentro de una hora.
-Les traigo a su hijo -dijo.
Nikolai, Nikolai, Nikolai. Elena canturreó el nombre una y otra vez con su mente, con sus labios. También Julian, su marido, bailotea­ba por la casa, mientras ultimaba los preparativos. Nikolai era tan pequeño cuando se marchó. Ahora sería mucho mayor. Apenas lo co­nocerían. No comprenderían lo que había vivido. Pero no importaba. Lo amaban. Descubrirían quién era otra vez. No dejarían que los años perdidos se interpusieran en los años por venir.
-¡Veo el coche! -exclamó Julian.
Elena retiró rápidamente las tapas de los platos, para que Nikolai pudiera entrar en una cocina llena de los más frescos y puros olores de la comida de su infancia. Seguro que lo que comían en el espacio no es­taba tan bueno como esto.
Entonces corrió hacia la puerta y permaneció junto a su marido, veía cómo sor Carlotta bajaba del asiento delantero.
¿Por qué no viajaba detrás con Nikolai?
No importaba. La puerta trasera salió, y Nikolai emergió, desple­gando su cuerpo joven y grácil. ¡Qué alto estaba! Sin embargo, seguía siendo un niño. Todavía le quedaba un poco de infancia por vivir.
¡Ven corriendo a mis brazos, hijo mío!
Pero él no corrió. Le dio la espalda a sus padres.
Ah. Buscaba algo en el asiento de atrás. ¿Un regalo, tal vez?
No. Otro niño.
Un niño más pequeño, pero con la misma cara que Nikolai. Qui­zás demasiado cauteloso para tratarse de un niño tan pequeño, pero con la misma bondad descubierta que Nikolai había tenido siempre. Nikolai sonreía de oreja a oreja, henchido de felicidad. Pero el peque­ño no sonreía. Parecía inseguro. Vacilante.
-Julian -dijo su marido.
¿Por qué pronunciaba su propio nombre?
-Nuestro segundo hijo -dijo él-. No murieron todos, Elena. Vivió uno.
Toda esperanza por aquellos pequeños se había enterrado en su corazón. Casi le dolió abrir aquel lugar oculto. Se quedó boquiabierta, abrumada por la intensidad del momento.
-Nikolai lo conoció en la Escuela de Batalla-continuó él-. Le dije a sor Carlotta que, si teníamos otro hijo, querías llamarlo Julian.
-Lo sabías -dijo Elena.
-Perdóname, mi amor. Pero sor Carlotta no estaba segura enton­ces de que fuera nuestro. O de que pudiera regresar a casa alguna vez. Y yo no podría soportar hablarte de esperanza, sólo para romperte el corazón más tarde.
-Tengo dos hijos -dijo ella.
-Si lo quieres -dijo Julian-. Su vida ha sido dura. Pero aquí es un extranjero. No habla griego. Le han dicho que viene sólo de visita. Que legalmente no es nuestro hijo, sino más bien está a custodia del es­tado. No tenemos que aceptarlo, si tú no quieres, Elena.
-Calla, bobo -dijo ella. Entonces, en voz alta, llamó a los dos ni­ños que se acercaban-. ¡Aquí están mis dos hijos, de vuelta a casa tras la guerra! ¡Venid con vuestra madre! ¡Os he echado tanto de menos, y durante tantos años!
Ellos corrieron a su encuentro, y ella los abrazó. Sus lágrimas los salpicaron a ambos, y las manos de su marido se apoyaron en las cabe­zas de ambos niños.
Su marido habló. Elena reconoció sus palabras de inmediato, del evangelio de san Lucas. Pero como sólo había memorizado el pasaje en griego, el pequeño no lo entendió. No importaba. Nikolai empezó a traducirlo al Común, el idioma de la flota, y casi de inmediato el pe­queño reconoció las palabras, y las dijo correctamente, de memoria, tal como sor Carlotta se las había leído años atrás.
-Comamos, y regocijémonos: pues mi hijo estaba muerto, y vuel­ve a estar vivo; estaba perdido, y ha sido encontrado.
Entonces el pequeño se echó a llorar y se abrazó a su madre y be­só la mano de su padre.
-Bienvenido a casa, hermanito -dijo Nikolai-. Te dije que eran buena gente”.

Muy bella portada gringa de "La Sombra de Ender"
(ni se compara a algunas espantosas portadas españolas)
     El extracto de arriba permite mostrar además otra gran faceta de la literatura de Orson Scott Card: la enorme sensibilidad de sus escritos, permitiéndose realzar la emotividad de sus personajes, como también en muchos de los momentos claves de sus libros.  Si bien sus personajes son seres por lo general de gran inteligencia y con una gran capacidad para la elocuencia, nunca dejan de ser criaturas sensibles y ello se puede observar en la disposición de los eventos narrados; de este modo muchas de las situaciones en las que se desenvuelven sus protagonistas, implican un claro despliegue de su parte más humana, a través de sus sentimientos, los que como personajes propios del Romanticismo no temen mostrar.  En otras palabras, lo que hace Card, es otorgarle a sus ficciones gran humanidad, pudiendo además propiciar los valores de la amistad, la solidaridad, la compasión, el sacrificio y perdón en las páginas que escribe, aparte de la tolerancia como ya se detalló con anterioridad.
    En la obra de este escritor, igualmente se aprecia cómo le gusta tomar a los protagonistas desde su más tierna infancia (contándonos incluso detalles desde antes de sus nacimientos), para ir narrando su existencia con el paso de los años, hasta llegar a la edad madura. Así es cómo los vemos crecer no sólo físicamente, si no que ir madurando en un proceso donde el lector contempla su evolución como individuos y personajes; por ende, resulta difícil no encariñarse con ellos, ante el hecho de ser testigos de su vida a lo largo de años ficticios y a través de los cuales su psicología y espiritualidad han ido tomando forma.  Cada hecho que les ocurre y en el que intervienen, les otorga mayor fuerza como protagonistas, convirtiéndolos en personajes tan bien modelados, que logran destacar entre otros de autores del mismo género.  Todo esto sucede con nombres como Ender, Bean y Alvin Maker, así como también con los personajes de apoyo de estos.  En resumen, la literatura de Orson Scott Card es una obra que si bien demuestra poseer gran versatilidad a la hora de diseñar ambientes ficticios, se sostiene más bien en el peso dramático de los personajes que llega a crear.

3- La novela misma.

     Esta novela corta relata cómo la Escuela de Batalla, mientras Ender, Bean y los demás son preparados para la lucha final contra los Insectores, se convierte en el campo de una guerra mucho más sutil, aunque no por ello deja de ser importante: una batalla ideológica en la cual el motivo central es la relevancia del derecho a cultivar el credo religioso sin represalias y en completa libertad; por ende, lo que está en juego es el valor mismo de la dignidad de la personas ante su individualidad.   Todo lo anterior debido a que en fechas cercanas a la Navidad, una pareja de niños de entre los reclutas, ante la nostalgia de no poder hacer uso de sus tradiciones en una fecha como la que se avecina, deciden hacerse simbólicos regalos.  Lo anterior despierta el recelo en Zack Morgan, otro niño del lugar, pero que ha sido llevado contra su voluntad a formar parte de la Escuela de Batalla, puesto que es hijo de un ministro puritano, quien le ha inculcado una serie de ideas fundamentalistas y le ha hecho creer que gran parte de las manifestaciones de los no creyentes, son actos dirigidos por el Diablo.  Así es como Zack inicia una serie de acciones, cuyo propósito no es otro que denunciar el gesto de sus compañeros como un supuesto favoritismo de los encargados de la Escuela de Batalla, al no permitir otras manifestaciones “religiosas”, pero sí la hasta cierto punto inocente jugarreta navideña de sus compañeros.
     Ahora bien, como la Escuela de Batalla está compuesta por niños de todo el mundo, con diferentes visiones culturales y creencias, los responsables han decidido prohibir las manifestaciones religiosas, en beneficio de un bien común que permita el trabajo en equipo sin ánimo de diferencias intelectuales.  No obstante los hechos acaecidos demostrarán cómo no se pueden suprimir los valores tradicionales, ni el deseo de buena voluntad entre la gente, menos entre los niños que a futuro liderarán el mundo.
    En una primera instancia se observa a Zack como a un niño cegado por las erradas creencias impuestas por su padre, mas luego a medida que los hechos transcurren, se va descubriendo la nobleza de su corazón y la razón de su accionar.
    El libro parte con la forzada separación de Zack de su familia, primera clave para comprender el dilema que se establecerá en la Escuela de Batalla.  Luego el autor nos regala unos capítulos que muestran a los dos hermanos del propio Ender, Peter y Valerie, personajes de gran importancia en las sagas de Ender y Bean, aún en las casa de sus padres y todavía niños.  Estos capítulos sirven como enlace a lo que más adelante sucederá, permitiendo apreciar mejor la connotación del mensaje navideño de Card.
     Bastante bien avanzada esta novela corta, de poco más de 100 páginas, interviene Ender; éste aparece en el texto no cómo el “salvador” de los acontecimientos, si no cómo la contrapartida al particular punto de vista que viene a ser el verdadero protagonista del libro.  Al final el propio Ender puede llegar a aprender del pequeño drama que entonces se está dando dentro de lo que ahora es su hogar.
    Orson Scott Card en su sabiduría y humanismo, nos hace ver en esta obrita suya, que no importa cuán distintos seamos, cada uno de nosotros tiene algo que aportar al mundo y que no son nuestras habilidades las que nos definen, si no que nuestras decisiones (y aquí me agarro de las bellas palabras que le dice Dumbledore a Harry Potter al final de La Cámara Secreta).  Como todo lo de su autor, éste es un pequeño libro altamente recomendable, que bien se puede leer por sí mismo, sin haber disfrutado antes de la novela original y los muchos tomos que le siguieron, pero que también es un excelente complemento de la misma saga y un breve regreso a la recordada Escuela de Batalla.

Bellísima portada del segundo libro de la saga
de Alvin Maker (por supuesto, no es una portada española).


[1] Por cierto, la fama de El Juego de Ender llegó a tal punto, que una de las películas de la hilarante serie animada de ciencia ficción paródica Futurama se llama El Juego de Bender (en atención también al robot corprotagonista de la serie, de nombre Bender).

miércoles, 9 de enero de 2013

Crítica a Tercera Temporada de "The X-Files"



    Emitida originalmente entre el 22 de septiembre de 1995 y el 17 de mayo de 1996 en USA, contó con 24 episodios.  Esta temporada posee la misma gran calidad que la temporada anterior, teniendo mucho más humor e introduciendo a un nuevo personaje para el recuerdo: El Hombre Bien Manicurado, quien siempre se movió en la ambigüedad moral ante sus acciones y propósitos (como sus diferencias con el Hombre Cáncer, al no compartir sus métodos tan “drásticos” en la oscura agenda que ambos llevan junto al resto de los hombres poderosos, que desde las sombras, manejan la conspiración de la que Mulder, Scully y sus amigos tratan de sacar a la luz).
    Esta temporada contó con cuatro capítulos de antología escritos por el gran guionista Darin Morgan, de quien ya se ha comentado en esta serie de artículos; mientras que su hermano, Glen Morgan, sólo participó en uno, sin coescribirlo con su socio James Wong, quien también participó en esta tercera temporada con un solo episodio e igualmente escrito en conjunto con otra persona.
   A continuación los capítulos que componen la temporada.
   The Blessing Way (El Camino a la Bendición): Es el esperado comienzo de temporada, encargado de mostrar qué pasó tras los inesperados eventos del final de la temporada anterior.  La supuesta muerte del personaje que había quedado en duda, sigue en misterio sobre su porvenir.   Este es un episodio lleno de misticismo, muy ligado a las creencias indígenas norteamericanas.  En el episodio reaparecen unos cuantos personajes que sí están muertos.  Acá hace su debut en el programa el ya mencionado Hombre Bien Manicurado, quien desde el principio con su imagen de mafioso elegante acapara la atención del público.  A su vez Dana descubre algo sobre su supuesta abducción, lo que cambiará su vida para siempre.
    Paper Clip (Sujeta Papeles): Por fin termina la serie de tres capítulos continuados desde el final de la segunda temporada.  El episodio presenta varias importantes revelaciones y un grato reencuentro.  Skinner debe tomar una significativa decisión, con lo que el personaje logra definirse como nunca en su papel dentro del programa.  El clímax del capítulo es sorprendente.
    D.P.O; Famoso episodio sobre otro particular asesino con poderes especiales, por cuanto en él trabajan dos jóvenes actores de la época al inicio de una promisoria carrera cinematográfica: Giovanni Ribisi y Jack Black (muchos kilos antes de ser famoso y en un papel dramático).  Dentro del guión mismo de esta historia, resulta interesante el desarrollo psicológico del asesino de la semana, quien se muestra como un individuo que bien puede provocar lástima en su patetismo, lo cual en todo caso también es gracias al desempeño de Ribisi, encargado de interpretarlo.
    Clyde Bruckman´s Final Response (El Descanso Final de Clyde Bruckman).  Lejos de lo mejor de toda la serie.  Primer guión de Darin Morgan para la temporada, quien ganó un Emmy por su labor acá, mientras que el actor a cargo de Clyde Bruckman, Peter Boyle, también obtuvo el codiciado premio.  Este es un capítulo lleno de humor negro, pese a sus imágenes bastante chocantes en ocasiones y aún así con un lirismo en los diálogos y fotografía, que lo hacen ser una verdadera joyita de la televisión.  En pocas palabras, trata sobre un asesino serial que anda detrás de médiums.  En la trama se puede observar el tema del destino como una fuerza supuestamente inexorable a las facultades humanas, en oposición al libre albedrío.  Difícil olvidar la soledad y la inmensa humanidad del personaje a cargo de Boyle.  En el episodio hace su aparición primera el caricaturesco Estupendo Yappi, quien incluso saldría en el spin-off Millenium.
    The List (La Lista): Es un espantoso episodio, no malo, si no que aterrador y muy gore, tratándose sobre una venganza del más allá; todo además mezclado con el típico drama carcelario sazonado con algo de racismo.   El capítulo fue escrito por el propio Chris Carter, quien en esta temporada hizo el guión de varios de ellos.  A su vez contó con una de las últimas actuaciones de J. T. Walsh hasta poco antes de su muerte.  El episodio contiene cierta moraleja de que tarde o temprano todo se paga y la típica idea de que existe una justicia superior a la humana tradicional.
    2shy (Tímido): Otro de los episodios más populares de la serie, teniendo un nuevo y singular asesino en serie con una extraña mutación; en este caso es un atractivo hombre de apariencia seria que mata mujeres obesas para digerir su grasa corporal, ya que su cuerpo no puede producirla.  Interesante resulta ser el modus operandi del malo de turno para conseguir sus víctimas.  Este capítulo bien mereció tener una continuación en otra temporada, debido a lo interesante de su premisa.
    The Walk (La Caminata): Un asesino “especial” más para la ya larga lista que lleva la serie de personajes con cualidades extraordinarias.  En este caso se trata de un veterano de la Guerra del Golfo resentido por haber perdido sus cuatros extremidades, por lo que el hombre desarrolla la capacidad de producir un cuerpo astral.  Este capítulo posee una interesante crítica social al tema del poder en la milicia.
    Oubliette (El Calabozo): Lejos uno de los episodios más dramáticos de la serie, siendo bastante emotivo además.  Trata sobre una adolescente que es raptada y mantenida oculta en un sótano; mientras sucede esto, una mujer que en su juventud sufrió el mismo trauma, comienza a tener iguales síntomas a la víctima.  Resulta interesante ver cómo Mulder ante el sufrimiento de quien ve desamparada, siente impulsos para protegerla, al proyectar en ella su frustración por no haber podido ayudar a su desaparecida hermana.
    Nisei: El primer episodio de un díptico más de la “mitología” del programa.  El capítulo se aprovecha del interés público ante la supuesta autopsia extraterrestre que en la época de producirse éste, fue muy popular; de este modo acá se observa una autopsia de un alienígena.  Por otro lado, la historia también juega con el tema de los experimentos nazis a prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial, pero en esta ocasión hace que sean científicos japoneses los responsables de tales actos.  Gran parte del capítulo transcurre en un vagón de tren.  Este episodio y el siguiente poseen bastante suspenso, en especial ligado a la confabulación extraterrestre.
    731: La conclusión de la historia que comenzó en el episodio anterior, muestra más de un momento de gran tensión, con escenas sorprendentes y llenas de acción.  Mulder y Scully por separado se encuentran en sus propias misiones, cada una ligada a sus preocupaciones personales. X tiene un papel fundamental en el capítulo, realizando uno de los actos más inolvidables de la serie.
    Revelations (Revelaciones): Episodio centrado mayormente en Scully, tratándose en él su lado religioso.  Varias personas que supuestamente padecen de estigmas (heridas de carácter místico, que según el dogma corresponden a las sufridas por Cristo durante su pasión) son asesinadas, por lo que Scully y Mulder deben proteger a un niño que podría llegar a ser el próximo en morir; es entonces que la católica Scully descubre que le corresponde velar por la seguridad del niño no sólo por su papel de agente del FBI, si no que debido a su calidad de creyente.  El capítulo da vuelta la dicotomía habitual entre los dos protagonistas, haciendo que esta vez sea Scully, por sus convicciones teológicas, la crédula, y Mulder el escéptico.  Esta historia sirvió de algún modo para proyectar los temas de carácter más milenaristas y esotéricos a una nueva serie: Millenium.  Resulta interesante ver cómo en el caso del capítulo Oubliette, el capítulo estuvo centrado en Mulder, mientras que en este caso lo estuvo en Scully, cada uno de ellos considerando la psicología de ambos personajes y su propia historia personal.  El episodio termina con una conmovedora escena de Scully mientras se confiesa ante un sacerdote.
    War of the Coprophagues (La Guerra de los Coprófagos): Corresponde al segundo guión de Darín Morgan de su “tetralogía” de esta temporada.  Mulder y Scully deben desentrañar un extraño misterio, que implica una serie de muertes en las que cucarachas se encuentran involucradas.  El capítulo de algún modo también tiene relación con la propia mitología del programa; a su vez se permite autoparodear la serie misma.  Algunas de sus escenas poseen un ridículo sentido del humor consideradas dentro de lo mejor de la serie al respecto.
     Syzygy: Los estudiantes de un colegio están sufriendo espantosas muertes y todo hace pensar que un culto satánico está implicado; no obstante la verdad es otra y se encuentra relacionada con otro tema de corte esotérico.  Otro capítulo con humor negro, que además aborda de forma irónica la histeria adolescente.
    Grotesque (Grotesco): Tras capturar a un asesino en serie, surge la idea de que sus actos quizás hayan estado motivados por la existencia de cierta fuerza sobrenatural que podría haberlo contaminado; de este modo el episodio plantea el tema de la posibilidad de una esencia del mal que bien podría infectar y provocar la locura asesina en sus víctimas. Este capítulo se permite hacer un homenaje al clásico del cine de terror Museo de Cera con el afamado actor Vincent Price.  Podría decirse que es el capítulo más débil de la temporada y uno de los menos buenos de toda la serie, pese a contar con la actuación del consagrado Kurtwood Smith.
El Cáncer Negro saliendo de uno de sus huéspedes.
    Piper Maru: Primera parte de una historia doble, tanto o más entretenida que los capítulos continuados de la primera mitad de esta temporada.  Este episodio resulta memorable por introducir el concepto del llamado “cáncer negro”, tan importante dentro de la mitología de la serie y que corresponde a una entidad biológica extraterrestre de tipo parasitaria; a su vez muestra al regreso al programa de Kryceck.  La trama comienza a desarrollarse cuando un submarino francés tiene la mala suerte de encontrarse con la criatura ya mencionada, lo que gatilla los eventos que hasta el final del programa mostrarán la importancia del cáncer negro dentro de la conspiración alienígena.
    Apocrypha (Apocrifa): La conclusión de la historia anterior, comienza con una introducción de antología, filmada en blanco y negro, donde se muestra a tres personajes íconos del programa en su juventud.  Mulder y Scully continúan tras la pista del cáncer negro y de otros nuevos misterios que han estado surgiendo a medida que los hechos se han ido desarrollando entre estos dos episodios conectados.
   Pusher: Si bien la tercera temporada en general es bastante buena, este capítulo resulta ser uno de los más destacados, ya sea gracias a la introducción del psicópata de turno (otro asesino serial con poderes extraordinarios), como en los hechos acaecidos y que tienen relación específicamente con Mulder.  Memorable resulta la escena de la confrontación entre Scully y Mulder, en el clímax del capítulo.  El nombre en inglés se refiere a la idea de “presionar” o más bien de “El que empuja” y que guarda relación con el personaje ruin del episodio, el que a su vez tuvo una continuación en la quinta temporada.
   Teso Dos Bichos: Otro capítulo de imágenes grotescas.  En este caso se trata de una maldición indígena en la que se ve inmiscuido un espíritu felino, el cual es enviado tras los responsables del robo de las osamentas de una sacerdotisa nativa sudamericana.  El desenlace del episodio, resulta ser bastante inesperado.
    Hell Money (Dinero Infernal): Ahora le toca a la ancestral cultura china aportar con su respectiva mitología y leyendas, para una nueva historia de terror sobrenatural.  La historia versa sobre una especie de lotería, en la cual los derrotados pierden algo más que su dinero.  El capítulo permite tratar los temas de la corrupción policial, el honor, las tradiciones y la miseria humana.
Scully muy entretenida leyendo el libro de Jose Chung.
    Jose Chung´s “From Outer Space” (“Del Espacio Exterior” de Jose Chung): El penúltimo capítulo de la genial tetralogía de humor negro de Darin Morgan para la tercera temporada.  Acá corresponde a una particular entrevista que tiene Scully con un afamado escritor de ficción, quien desea escribir una novela basada en un supuesto caso de rapto extraterrestre.  Lleno de momentos inolvidables, se puede nombrar la escena en la cual dos razas extraterrestres se enfrentan entre sí para ver quién se lleva a las víctimas (todo en tono satírico, claro).  El capítulo es otra autoparodia, si bien se permite hacerle un pequeño tributo al consagrado maestro de los efectos especiales Harryausen.  El personaje de Jose Chung volverá a salir en uno de los mejores capítulos de la segunda temporada de Millenium.
    Avatar: Primer capítulo de la serie centrado en el Director Adjunto Skinner, revelando uno que otro dato interesante sobre su vida.  Acá se ve cómo se encuentra acosado por un supuesto espíritu maligno, relacionado con su juventud.  El episodio demuestra la gran fuerza dramática de los personajes secundarios del programa, de modo que más adelante en las siguientes temporadas, habrán capítulos dedicados casi en exclusivo a estos.
    Quagmire: Con este episodio termina la contribución de Darin Morgan a la serie, si bien acá no sale su nombre en los créditos.  En una apartada zona donde hay un lago, personas son halladas devoradas en parte y todo apunta a que el responsable es un monstruo de las leyendas del lugar. La conversación entre Scully y Mulder mientras esperan ser salvados, es uno de los instantes más famosos de la serie.
    Wetwired; Otro de los grandes episodios de la temporada, recordando al ya clásico capítulo de la temporada anterior, Blood.  La trama trata de una serie de señales subliminales, transmitidas desde un mecanismo conectado a los cables de la luz y que llegan hasta las pantallas de los televisores.   A su vez se observa acá otro nivel conspirativo.  Si en Pusher resultó increíble ver a Mulder engañado ante los eventos y reaccionar de forma irracional, acá Scully resulta ser la víctima, teniendo su correspondiente enfrentamiento con su compañero y amigo.
     Talitha Cumi: Un extraño hombre tiene la capacidad para sanar a la gente y todo hacer ver que su origen es extraterrestre.  Por otro lado, se descubren nuevos secretos relacionados al Hombre Cáncer, quien por increíble que sea, demuestra guardar uno que otro misterio relacionado con los padres de Mulder.  El actor que interpreta al sanador de este episodio, Roy Thinnes, era el protagonista de la clásica serie de televisión de Los Invasores, de la cual Chris Carter era ferviente admirador.  
     
El elegante y misterioso Hombre Bien Manicurado.




sábado, 5 de enero de 2013

Nuestro lugar en el mundo.



     En 1998 irrumpe en el panorama literario el escritor inglés China Miéville, quien casi desde su primer trabajo logró provocar un impacto positivo en el público y la crítica, gracias a su poética prosa, mezclada con elementos grotescos (violencia gráfica y elementos gore propios del cine de terror, cómics y otras expresiones artísticas y culturales del mundo contemporáneo), la crítica y sátira social de izquierda y personajes lo suficientemente bien desarrollados como para atraer al lector.  Esta primera obra con la que el autor con más aspecto de rockero que de literato (rapado, con aros y tatuajes, como además musculoso), corresponde a su novela de fantasía para adultos El Rey Rata, especie de continuación del clásico cuento de hadas El Flautista de Hamelin de los hermanos Grimm y el cual en todo caso estaba basado en una oscura leyenda medieval como gran parte de sus textos recogidos de la tradición oral.
    La novela trata sobre un hombre común y corriente, Saul, un tipo cualquiera sin mayores atributos, quien de regreso a su casa paterna, se encuentra con la desagradable sorpresa de que su padre ha muerto en situaciones sospechosas, convirtiéndose él en el primer sospechoso del aparente asesinato.  Cuando es llevado detenido mientras se espera saber la verdad, irrumpe como por arte de magia un extraño individuo quien le dice tres cosas: primero que es el rey de las ratas, segundo que es su tío y tercero, que el verdadero culpable del fallecimiento de su padre anda detrás suyo para también eliminarlo.
   Tío y sobrino escapan y así el protagonista inicia un viaje sin retorno en el cual descubre sus olvidadas raíces, conoce la oscura figura de quien desea su exterminio y lo más importante, asume su lugar en la tierra tras una vida llena de insignificancias hasta el momento.  Conoce además el mundo desde un nuevo punto de vista, oculto a los ojos del resto de los mortales: una ciudad subterránea llena de catacumbas, que pareciera ser un leiv motiv tan caro a los autores ingleses desde el clásico La Máquina del Tiempo de H. G. Wells con la polis troglodita de los morlocks, pasando por Neverwhere de Neil Gaiman y la saga de Túneles de Roderick Gordon y Brian Williams.
    Considerando la anterior, es que la ciudad de Londres donde es ambientado el libro, cobra un especial protagonismo, tal como en Imagica del también muy inglés Clive Barker; en ambos textos el antiguo y cosmopolita centro urbano se abre para los personajes y los lectores, como un sitio donde lo sobrenatural, lo maravilloso y lo grotesco se encuentran ocultos, pero vivos, otorgándole su especial impronta.
    Quien persigue a Saul, resulta ser nada menos que el Flautista de Hamelin, un ser para nada amable, quien sólo desea tener control sobre las cosas e incluso su destrucción, puesto que no sólo es enemigo de los roedores, si no que de toda criatura viviente.  Este personaje es descrito con una completa falta de atractivos físicos y psicológicos, salvo en su experto dominio musical, aparte de su gran fuerza que sólo usa para lastimar.
    A lo largo de su periplo entra en conocimiento de una historia que tristemente no era ficción como se creía.  Además no sólo el Rey Rata y el Flautista son los únicos seres extraordinarios que habitan en el mundo: también están Ananzi, el señor de las arañas y Loplop, quien manda entre las aves (se menciona a otros seres del mismo tipo, pero no aparecen más dentro de los acontecimientos).
   Miéville, tal como su compatriota y colega Neil Gaiman (otro artista con aspecto de rockero, pero más chascón y delgado), toma acá la tradición oral folclórica y religiosa, para darle un corpus más literario y artístico, sin olvidar tampoco brindarle su aspecto mucho más adulto, ya sea en el desarrollo de los temas presentes, como en el dramatismo otorgado.  Si bien desde sus inicios las historias de las que se nutren estas obras actuales poseían un claro elemento terrorífico (a Caperucita Roja se la quiere comer el Lobo, lo mismo que la bruja desea hacer con Hansel y Gretel, por no mencionar otros casos), hace ya un buen tiempo que se vienen creando historias inspiradas en cuentos de hadas, pero quitándoles su carácter más ingenuo y convirtiendo a sus protagonistas en mayores de edad.  Es así como bien en el cine actualmente se están estrenando películas que cumplen con estas características, tales como La Chica de la Capa Roja, Blanca Nieves y el Cazador y Hansel y Gretel cazadores de Brujas.  El mismo Neil Gaiman ha escrito por lo menos una obra inspirada en los cuentos infantiles, pero todo visto desde los ojos del mundo actual: Coraline. A su vez en sus libros Los Hijos de Ananzi y Dioses Americanos de igual manera usó a Ananzi dentro de sus personajes.
Portada del primer número de una
serie de cómics guionizada por Miéville.
    Este primer libro ya muestra algunos de los intereses literarios e intelectuales de su autor, como por ejemplo en el protagonista de la novela y el diseño de su personalidad, tal como el científico de su obra más famosa, La Estación de la Calle Perdido.  Ambos son personajes que viven dentro de cierta clandestinidad, supuestos perdedores que se ven enfrentados a un gran reto que hace salir de ellos al héroe que llevan dentro, puesto que además los acontecimientos que se han ido desarrollando a su alrededor los sienten como parte de su responsabilidad, teniendo que resolver los conflictos al respecto.  Los dos seres aparentemente son poco atractivos, no obstante son inteligentes, de carácter amable y valientes (puesto que las circunstancias y los sentimientos de culpa y responsabilidad  les hacer sacar lo mejor de sí mismos).  Por lo tanto, a lo largo que transcurren los hechos, los protagonistas de las dos novelas descubren su papel en el mundo, asumiéndolo, aún a costa de sacrificios, lo que conlleva a que la vida que hasta hace poco tenían, ya no vuelva a ser la misma; en otras palabras, se podría decir que el camino a la autenticidad, lo que significa reconocerse a sí mismo, consiste en adaptarse, cambiar frente a lo que se avecina, pues como dice el dicho “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.
    Otro elemento que comparten los dos textos, es la preponderancia que le otorgan al arte, como una manera de expresión de la individualidad y comunión con los demás.  Si en La Estación de la Calle Perdido es la escultura la que cumple un rol importante, es en El Rey Rata que la música (considerada una de las manifestaciones artísticas más sublimes y universales que existen) cumple un verdadero rol dentro de la novela.  Por lo tanto Miéville se da el gusto en su primer libro, de hacer que varios de los personajes del libro sientan su misma pasión por la música, específicamente el llamado Drum´ n Bass, estilo de corte electrónico y bailable (el autor no deja de hacer los agradecimientos respectivos a quien lo maravilló con dicho arte).  Tanto Saul como sus amigos, en especial Natasha, quien será la herramienta usada por Pete, el flautista, para sus oscuros designios, disfrutan de este pasatiempo.  Es así como retomando la idea mítica y legendaria desde las historias de Orfeo, pasando por el original Flautista de Hamelin, de que la música puede encantar a humanos y bestias, el escritor convierte esta expresión de arte en el elemento unificador de todas las tramas y personajes de su obra; pero como también es una obra que posee características propias de la literatura de terror, hace que la misma música pueda convertirse en un medio para el control y la tortura (lo que no es algo nuevo, puesto que se sabe que algunos torturadores hacen escuchar una y otra vez el mismo tema a sus víctimas, provocando en vez de placer, verdadero sufrimiento).  Considerando que Pete hace uso de sus talentos para el mal, se puede observar acá la idea de que en el artista bien puede estar presente cierta oscuridad en su interior, por no hablar de una insanía que raya en la locura (necesariamente los artistas no son las personas más “normales” del mundo); así la música como recurso para controlar  a las masas (tal como la usa Pete), se traduce en esta novela en una extrapolación del poder cuasi hipnotizador de las malignas figuras, que a lo largo de la historia con sus discursos han influenciado negativamente sobre el pueblo: Hitler, Stalin, Rasputin, por no mencionar una larguísima lista que incluso llega hasta mi propio país Chile.
    Tanta referencia técnica al Drum´ n Bass, bien puede llegar a aburrir al lector no iniciado, incluso hasta más o menos la primera mitad del libro, la lectura se hace lenta y pareciera que el texto no va a terminar bien; no obstante cuando Pete comienza de lleno a hacer de las suyas y demostrar su verdadera crueldad, el libro se torna mucho más interesante e impresiona ante la descripción gore de sus acciones; vez que se enfrentan Saul con su contrapartida, la narración se convierte en un vehículo que corre a gran velocidad, sin importar las consecuencias sangrientas que pueda provocar.
    Siendo una primera novela algo breve (poco más de 300 páginas en su edición en español), no es un libro que tenga tantos personajes y se les dedique mayor desarrollo, si bien se podría decir que la trama pende de la presencia de tres personajes masculinos, quienes tal como en una tragedia griega o en un western, chocan entre sí en cuanto a sus voluntades y deseos: Saul, el Rey Rata y Pete.  De este modo, la trama se desenvuelve en base a lo que realiza cada uno de ellos y la oposición de estas tres fuerzas, tres oponentes que representan manifestaciones diferentes de la naturaleza masculina de acción y reacción.  Los tres desean el control de lo que los rodea, siendo que el Rey Rata pretende recuperar el dominio perdido hace tiempo de sus súbditos; Pete el vasallaje de todo lo que se le antoja, sin importarle que ello signifique la destrucción y el caos; mientras que Saul, más humilde, busca el poder sobre su propia vida, para llegar a cierto orden que siente perdido tras la irrupción de los otros dos varones en su existencia. 
    Aparte de su gusto por la música e interés político, es sabido que China también siente pasión por el mundo de los cómics; de este modo en determinado momento, Saul se ve a sí mismo como a un personaje salido de una historieta de superhéroes.  Así Saul cual uno de estos personajes en sus orígenes, adquiere sus bizarros poderes, sin no antes tener aprender a dominarlos y conocer a su Némesis. Lo anteriormente descrito, puede verse como un homenaje del autor a las historietas, siendo que dentro de su autoría se encuentra un especial de Hellblazer, consagrado cómic de origen igualmente inglés para adultos, que cuenta las aventuras del médium John Constantine, en la línea Vértigo de DC cómics; además es el escritor encargado de revitalizar con sus historias a un particular superhéroe del pasado de DC, en el cómic Dial H.
    El mismo nombre de Saul, de claras connotaciones bíblicas, le otorga su carácter mesiánico al personaje, quien debe resolver los problemas que traen las figuras del Rey Rata y Pete con sus intervenciones.  Es así como al final de la obra, Saul, ya cumplida su tarea, opta por una alternativa que bien demuestra la calidad de su corazón.  Con el acto final del protagonista, Miéville, deja claro su pensamiento político de que la monarquía es algo atrasado, que corresponde a otro tipo de totalitarismo que debe ser erradicado y que sólo es posible la justicia y la armonía cuando el pueblo tiene en sus manos la libertad para decidir su destino por sí mismo.


El talentoso autor dando una conferencia.

martes, 1 de enero de 2013

¿Y cuál es que se acabó el mundo?



   Cuando estamos a horas de que termine este 2012 y comience de una vez por todas el 2013, era de esperar que tal como el año pasado, compartiera unas cuantas vivencias y reflexiones al respecto.
    Debido a los mayas (y a la publicidad) mucha gente se creyó el cuento de que el recién pasado 21 de diciembre se vendría el Apocalipsis para nuestro mundo (¿Apocalipsis zombie?...lo dudo).  Debo confesar que si bien no compartí la paranoia catastrófica de esta gente, si igual me intranquilicé un poco, aunque sólo fue un leve susto ante la posibilidad de que realmente pasara algo (no guardé agua, ni alimentos, ni mucho menos me quedé encerrado en casa como en un momento pensé hacerlo).  El jueves antepasado me fui al Centro y entonces tomé conciencia de que en otras partes del mundo ya era 21 de diciembre o incluso ya había pasado el día….¡Así que me quedé más tranquilo, pues nada fuera de lo normal había pasado!
Celebrando las Fiestas Patrias en el Intectur.
    El año que ya se acaba, fue en general mucho más regular para mí en el plano profesional y eso sin dudarlo me hizo sentirme mucho más realizado como individuo.   Fue un lunes 5 de marzo, fecha en la cual muchos colegios en Chile comenzaron sus clases del presente año, cuando por un aviso clasificado en el diario llegué a mi actual lugar de trabajo: el Colegio Intectur y donde soy muy feliz.  Recuerdo que llegué antes de las 8 de la mañana, siendo el primero de un montón de profesores que a medida que transcurrieran los minutos irían llegando.  Así fue como justo cuando iba de camino a otra entrevista de trabajo hacia Isla de Maipo (bastante retirado del mismo Intectur y de mi propio hogar), me llamó el Rector, don José, para decirme que quería afinar detalles conmigo en lo de trabajar con ellos; asistí igual a mi entrevista en el otro cole, pero después me volví a Quinta Normal donde comenzaría a laburar en lo que para mí sería una de las mejores experiencias pedagógicas de mi existencia.  Aparte de que me queda cerca de mi casa, mucho más próximo del Centro y del gimnasio, de que no me levanto tan temprano y tengo buena locomoción, lo más valioso para mí en este lugar es la gente que me acompaña; me siento contento en general con los alumnos, que si bien la mayoría no son una luminaria, sí son respetuosos y cariñosos; no obstante lo mejor para mí del colegio son mis jefes y mis colegas: mención especial merecen gente como Victoria y Karyn, también Cristóbal (quien si bien nos dejó al comenzar el segundo semestre por una mejor oportunidad laboral, se convirtió en un nuevo amigo para mí), con quienes da gusto trabajar y compartir.  Igual hay mucho más gente valiosa allá, a la que admiro y aprecio, tal como Marcela y Felipe, por mencionar sólo algunos, pero a quienes no puedo dejar de mencionar es al mismo Rector y a su adorable esposa, quien hasta hace poco allá oficiaba de Inspectora General y Orientadora (no todo es perfecto, los dueños no quisieron renovarle contrato): Ellos son don José Alarcón y la Sra. Isabel Nuñez, quienes son de esos jefes que muchos quisieran tener, no sólo por ser tan profesionales en lo que hacen, si no que debido a su gran corazón y particular manera de ser (por eso espontáneamente les llamé Papi y Mami y cuando se enteraron de que les había puesto ese apodo cariñoso, ni se molestaron, quedando designados de esa manera por el resto de los que trabajan allá).  El año que viene seguiré en el Intectur y en verdad eso me tiene en las nubes, como además espero que sea aún un año escolar mucho mejor y que la gente nueva que llegue, ayude a que el establecimiento siga siendo un sitio donde de gusto trabajar.
    Continuando con el tema de lo profesional, en Zig-Zag me “desecharon”, así que no me volvieron a dar trabajo, pero como tenía mi buen sueldo fijo ya, ni me inmuté.  Como por septiembre me llamó la nueva jefa encargada del material de Lenguaje, para ver si estaba dispuesto a hacer un módulo de la asignatura, sin embargo lo que me ofrecían en dinero era una miseria, y en parte se lo dije, puesto que uno nunca debe desvalorar su trabajo y más si sabe que lo que hace es valioso.
    Seguí trabajando para el Instituto Selitec, haciendo clases a adultos que tenían intenciones de regularizar sus estudios de enseñanza media.  Pero esta vez la mayoría de las clases las impartí en el mismo instituto, el que me queda en pleno Centro de Santiago y muy cerca de mi actual trabajo, así que me sentía más que a gusto.  Como esta labor la hago sin contrato, ya que me pagan con boleta de honorarios, espero que este 2013 vuelvan a necesitar de mis servicios.
    Este año comenzó para mí con teatro del bueno, pues como nunca antes aproveché de asistir a los eventos que Santiago a Mil celebró en un nuevo festival de esta disciplina y otras artes escénicas.  Tuve el gusto de ver por fin en vivo al Circo Chino de Pekin y cuando lo hice me acordé de mi abuelito Daniel, a quien le fascinaba; recordé entonces la primera vez en que lo emitieron en televisión cuando yo era pequeño, en plena dictadura durante los ochenta y vino a verla con nosotros, pues mi abuelito sólo tenia tele en blanco y negro y deseaba contemplarlo a color (¡Cuánto le habría fascinado el Cirque du Soleil!).  También mi comadre me invitó durante ese recordado mes de enero a ver la obra La Tía Carola, que me fascinó; vi tres más, pero una de ellas la encontré demasiado panfletaria y demagógica, La Pasionaria, así que la odié.  Fue en enero también cuando me llevaron a patinar en hielo y puchas qué la pasé bien (más tarde ese mismo día disfruté con el Circo Chino).  En mi propio trabajo vimos tres obras y en general fueron excelentes instancias de entretención y aprendizaje para todos.
   Desde los primeros días del año fui harto al cine, viendo muchas de estas cintas con mi queridísimo amigo Marcelo López…y con la inigualable comadrita Ledda Gaete (a ellos les debo dedicar un párrafo extra).  Asistí harto al cine este año como siempre, pero no como yo quisiera.  Se me pasaron varias pelis que hubiese deseado gozar en pantalla grande, como Espíritu de Venganza, la nueva del Juez Dredd y Frankenweene.  El último filme al que asistí a ver fue la primera parte de El Hobbit, que la contemplé en 3D y tengo puras ganas de volver a verla.
    Como acostumbro, leí un montón de cómics y libros, comprando hartos también.  Ya no gasto en historietas como antes, pues desde que me “actualicé” y me compré una nueva tele y un equipo reproductor de blu-ray, sólo adquiero los de la Editorial Unlimited que venden en kioscos y a muy buen precio (de ese modo parte de la plata que gastaba en cómics, ahora la ocupo en pelis).  Respecto a los libros, este año he agregado un montón a mi colección y ha sido el año de las lecturas de tomos en verdad grandotes: los dos primeros de Canción de Hielo y Fuego, los dos primeros de la Crónica del Asesino de Reyes, Imagica y otros más no tan extensos; como el viaje a la “pega” ya no es tan largo, mis lecturas demoraron a veces dos meses, en especial debido a lo extenso de los tomos.  Así que seguí disfrutando del bello arte de la narración.
    Tal como he dicho, me actualicé con lo del formato digital.  Me costó algo decidirme a dejar mi antigua y querida tele, la cual fue una de las primeras cosas que adquirí cuando comencé a trabajar (hace casi 10 años) y de algún modo le tenía cariño (¡Lo siento, lo admito, después de todo recordaba muy bien el día en que la compré!); no obstante cuando terminó por echárseme a perder el último reproductor de DVD que tenía, el cual me había salido bien malo, me di cuenta que era la ocasión perfecta para ponerme al día de una vez.  Y para nada me arrepiento de mi decisión, pues sí que vale la pena ver en la mejor calidad tus películas y seriales favoritas; así es como mes a mes gasto un porcentaje “considerable” de mi sueldo, en las pelis que valen la pena ver en el mejor formato de imagen y sonido que hay en la actualidad.
    Para terminar con esta faceta ñoña, este año además he aprovechado de bajar de la red un montón de pelis y seriales como nunca antes, consiguiendo muy buen material (en parte se lo debo a mi amigo Fabián Ibarra, quien me dio el dato de la página desde donde descargo estos archivos).
En orden desde izquierda a derecha: Iván, Hans...y yo.
    Y ahora me voy al terreno más “humano”.  Este 2012 conocí por fin a Hans, un amigo alemán con el cual comparto la amistad de varias personas importantes para mí.  Cada dos años él viaja desde su tierra a Chile y se queda un tiempo con sus amigos, algunos de los cuales tenemos en común.  Siempre quise conocerlo, pues en todo momento me hablaron bien de Hans.  Fue gracias a María Elena e Iván que en una de mis visitas a su hogar, en febrero nuestros destinos por fin se cruzaron y hoy en día por lo menos una vez al mes nos enviamos largos correos electrónicos, que yo espero con ansias, pues me recuerda ese tiempo de antaño en el cual era costumbre escribir cartas en papel a tus seres queridos.
    En febrero ¿O fue en marzo? Mis amigos Mauricio Tapia y María José Carmona tomaron la importantísima decisión de casarse, después de años de pololeo.   Como muchos, no estuve presente, pues Mauricio en su “austeridad” sólo hizo algo por el civil y apenas fue gente, puesto que además se supone que para la boda por la Iglesia (que parece que ahora sí va a ser en el transcurso del 2013) va a “tirar la casa por la ventana.  Ambos hacen una linda pareja, se complementan muy bien y su enlace es para mí uno de los eventos más significativos del 2012.
¿Es Batman? No, es Batmito.
    Todos los que me conocen bien, o relativamente bien, saben que la personita más importante de mi vida y a quien más quiero, es a mi sobrino Amilcar.  Hoy en día Amilcar Matías sobrepasa los tres años de edad y en más de una ocasión me ha  permitido estar orgulloso de él (como también me ha hecho pasar una que otra rabia por sus travesuras).  Ya no paso tanto tiempo con “mi perrito” como antes, pues como dejé de trabajar en casa, lo veo de lunes a viernes apenas llego al hogar.  Apenas me ve “me rapta” y solo quiere estar conmigo (si hasta llora cuando no puedo estar con él); yo me acuerdo en todo momento de Amilcar, por lo que lo echo de menos si paso mucho rato sin su presencia  y tengo mi cell lleno de fotos suyas, que muestro a medio mundo.  A veces me dice “Léeme” o “Quiero leer” y me pasa un libro o un cómic para que le lea, como también él mismo me lee una historia que va inventando en su escaso lenguaje, donde siempre están involucrados Hulk, Batman y el Hombre Araña como mínimo.  El año pasado por fin me conseguí las tres últimas temporadas de la serie The Batman y me puse a verla con Amilcar en los periodos en que lo tenía a mi cuidado en la pieza; ya desde antes le prestaba una o dos figuritas del “Murciélago” para entretenerlo, pero nunca pensé que lo iba a fanatizar en el tema de los superhéroes a tal punto que mi niño se pasara fantaseando con muchos de mis personajes favoritos, disfrutando conmigo las series y las películas, pidiéndome que se las pusiera, “cantando” como dice él los temas (o sea, tarareándolos) o usando a gusto poleras y pijamas de los superhéroes (este año el tema de mi cumpleaños fue por fin superhéroes y Amilcar vistió con orgullo el Manto del Murciélago).  Sé que todavía me queda mucho por disfrutar junto a mi sobrinito y puedo decir que ha sido el más bello regalo que Dios me ha otorgado.
Los dos tortolitos ¿O "tontolitos"?
    Para el mes de abril más o menos, me enteré que mi comadrita Ledda estaba en algún tipo de relación amorosa, pero como la muchacha es tan “royera”, me mantuvo en suspenso hasta que supe quién era esa persona (¡Si incluso llegué a pensar que se había vuelto “lela”!).  Hace años Ledda tuvo un breve romance con Marcelo López, del cual quedaron brazas que nunca terminaron de apagarse.  No más el año pasado mi amigo “Marlo”, hoy conocido públicamente como el GAIO, había terminado su pololeo con Juliana (ruptura que me afectó a su manera, pues harto pasaba con esa pareja).  Para resumir, en secreto Ledda y Marcelo retomaron contacto y es así como hoy están en su “remake” como me gusta llamarle, ahora más maduros gracias a las experiencias pasadas que les permiten por fin enfrentar lo suyo con mayor plenitud.  En cuanto a mi queridísima amiga Juliana, sé que está bien, pues es una de las personas más fuertes que he conocido.
      En junio mi amigo Paulo Adriazola publicó su primer libro de cuentos, los que vine a leer en su totalidad por allá por noviembre y disfruté tanto, que con agrado publiqué una crítica en mi blog al respecto.  Recomiendo bastante la lectura de su ópera prima.  En diciembre Paulo nos dio en el colegio una charla genial para los segundos medios sobre Pablo Neruda, gran poeta del que Paulo es un experto.
    A finales del mismo mes de junio me concedieron el honor de ser padrino de nuevo, esta vez de Jesús, a quien como a mis otros ahijados Sebastián y Gabriela, tuve el gusto de conocer desde muy pequeño.  Hoy en día Jesús pasó a cuarto medio, así que ya grande tomó el sacramento, si bien lo hizo con más conocimiento que mucha gente del paso que daba.
    Mi ahijada Gabriela ya terminó la enseñanza media, incluso tuve la dicha de ir a su graduación ¡Cómo pasa el tiempo! Aún tengo muy fresco en la memoria ese cumpleaños de su primo Sebita que fue de disfraces y ella se veía tan tierna vestida de odalisca, mostrando su pancita de niña tan dulce (no me la imagino ahora haciendo tal hazaña).  Este miércoles se sabrán los resultados de la PSU, ojalá le vaya bien y si no, ella es una persona segura de sí misma y bien sabe que puede estudiar exclusivamente este año para dar lejos una mejor prueba la próxima vez.
    Escribí la parte de arriba (menos el último párrafo) cuando aún quedaba algo del 2012.  Ahora que ya es oficialmente 2013, miro hacia lo que está por venir y sólo deseo que este año sea para todos nosotros aún mejor.  Estoy agradecido de lo que me ha tocado vivir, me siento en deuda.
    Durante el 2012 alcancé a publicar más de 50 textos en mi blog y este mes me toca subir el N° 100; eso será un gran evento para mí… Cómo para celebrarlo ¿ No? Creo ya saber de qué se tratará dicho escrito (no algo conmemorativo, pero sí sobre algo importante para mí).  Siempre le digo a mis más cercanos que cuándo me van a leer y cuándo me van a comentar, admito sin culpa que soy un insistente, pero en pedir no hay engaño y a la larga toda persona que escribe no lo hace sólo para sí.
    Empecé este texto haciendo referencia a que no se había acabado el mundo, pero esto mismo me hace meditar que todos los días hay gente para quien sí se termina.  Una familia vecina tuvo una muy triste desgracia sólo hace poco más de una semana (incluso salió en la tele), a tres días de la Navidad.  Un padre salió con su hija a andar en bicicleta una noche por una concurrida avenida y así fue que al venir un gran vehículo de locomoción colectiva (un bus “oruga” del Transantiago) pasó a llevar a la niña de entonces 14 años y le aplastó la cabeza, muriendo de inmediato; tengo entendido que la pobre estuvo en la calle un buen rato antes de que se la llevara la ambulancia.  El sentimiento de culpa del padre debe ser insoportable, pues supongo pensó cosas como por qué no llevaba casco, por qué no iba él detrás de su hija para protegerle las espaldas…Ahora lo más probable es que para esa familia estas fechas siempre sean motivo de dolor.  Mi mamá y mi hermana conocían a la niña y a su familia, incluso estuvieron un rato en el velorio.  Yo pienso si le pasara una desgracia así a mi Amilcar qué haría y prefiero no ahondar en esa posibilidad.
    Siempre estamos expuestos al verdadero dolor, al que es del corazón y que puede llegar a corromper el espíritu.  Considerando esto, es que no puedo acabar este texto dando las gracias por el año que se fue, por lo que me ha dado Dios, por la gente que tengo a mi alrededor y por permitirme ser feliz.  Pido que gente como esa familia de la que les cuento, obtenga la suficiente paz como para poder seguir adelante y tengo la certeza que desde el Cielo un nuevo ángel vela por ellos como nadie.  En mi familia hace años nos tocó sobrevivir a la muerte de un niño nuestro, así es que sé de lo que hablo.
    Nadie sabe cuándo nos llegará nuestro fin en este sitio en el cual sólo estamos de paso (pensamiento muy medievalista ¿No?).  A finales de enero nos dejó a mi familia mi abuelita materna Blanca.  Por años estuvo postrada y de algún modo su vida ya se había apagado hace tiempo, puesto que permanecía en su cama en un estado semicomatoso.  Con heroicidad mi mamá y mis tías, sus hijas en especial de entre todos sus familiares, velaban por ella turnándose: la bañaban, le hablaban con cariño, esperaban con valentía que de una vez por todas el Señor se la llevara; por eso sé que para muchos su partida no fue tanto fuente de congoja, si no que se convirtió en la satisfacción de que el amor nunca le faltó y que por fin la abuelita podía descansar y reencontrarse con quienes la esperaban en el Más Allá.
   Disculpen si terminé de forma tan melodramática este primer artículo del 2013 para mi blog, pero siento que no podía hacer caso omiso a este tema, pues creo que sería ser indolente de mi parte.
    Bueno, feliz Año Nuevo 2013 para todos ustedes y gracias por detenerse acá por un momento.

Con mi comadrita Monka y mi ahijado Jesús el día de su Confirmación.

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