jueves, 25 de febrero de 2016

Una fantasía infantil para gente con criterio “masturbado” (o “Nunca nos cansamos de ser niños”).


Ignoro si todos a quienes dedico este post han visto la peli que hoy me inspira,
pero sin duda ella me recuerda bastante a mis queridos amigos, con quienes
comparto mi amor por nuestros sueños de infancia, que nunca acaban:
la gente de Acronía, “Amiguis de la vida”, Galpincheros y anexos (por ser varios estos últimos, je).

      Ted es un filme de imagen real estrenado en 2012 en Gringolandia y buena parte del mundo, escrito, actuado y dirigido por Seth MacFarlane.  Este corresponde a un artista con años de servicio haciendo reír a la gente, creando comedias de éxito y otros programas  tales como Padre de Familia y American Dad!; además de intervenir en otras series animadas más bien familiares, aunque caracterizadas por un humor de tipo sofisticado tales como Johnny Bravo, El Laboratorio de Dexter y La Vaca y el Pollito.  Ha trabajado en varias películas y aparecido en diversos programas de televisión, entre los que destacan su papel como el simpático doctor Johann Kraus (aunque solo poniéndole la voz) en Hellboy II: El Ejército Dorado.  Fanático de la ciencia ficción (amante de Star Trek y Star Wars por igual) y los cartoons clásicos como El Pájaro Loco y Los Picapiedras,  en sus trabajos no deja de hacerles tributos y constantes referencias, de modo que cada uno de títulos se encuentran dirigidos en especial a otros que pueden gozar y sonreír con tal tanda de intertextualidad.
       El filme en cuestión parte de una manera muy tierna, al más puro estilo de las viejas historias navideñas de antaño: Cuando un solitario niño en plena década de los ochenta, pide un deseo aquella especial noche y este le es concedido dándole vida al osito de peluche que le habían regalado aquella ocasión.  Una voz en off a manera de narrador acompaña este genial comienzo, correspondiendo al oficio de Patrick Stewart (el famoso Capitán Picard de Star Trek: The Next Generation y el anciano Profesor X de los filmes de los X-Men), quien ya había hecho de narrador en otro filme de culto como es hoy en día Ted: El Extraño Mundo de Jack (o sea Nightmare before Christmas, de la mente de Tim Burton).  Ante el impacto de este milagro, se muestra cómo el resto de mundo se maravilla una vez que se hace pública la noticia…Hasta que la novedad de Ted se termina y este junto a su único amigo continúan sus vidas.  Luego el resto de la historia nos muestra a ambos ya adultos, en la actualidad, cuando el otrora niño es un apuesto hombre en la treintena de su vida; no obstante Ted si bien mantiene su mismo cuerpo, también ha crecido y ha desarrollado una personalidad propia de alguien extrovertido, mucho más inteligente que su compañero humano, con una lengua mordaz y hasta sexópata.  A su imagen dulce le acompaña una sexy voz varonil, siendo que además gusta de las drogas y de usar lenguaje grosero a cada momento.  Mientras tanto su amigo John se ha transformado en un hombre con el cuerpo de un niño, alguien que teme tomar los mayores compromisos de la vida adulta, como casarse con su pareja de años y tomar un cargo de vital importancia en la empresa que trabaja.  Asimismo su preciosa novia lo adora y siendo que ella es mucho más exitosa que él, además de más madura, acepta y hasta participa de sus singularidades, incluyendo su relación tan estrecha con Ted, quien carece de empatía muchas veces.  No obstante la influencia negativa del muñeco que es un completo hedonista, termina por cansar a Lori, quien le da un ultimátum a John: o elige quedarse con su osito o prefiere mantenerla a ella.  Todo se complica cuando un imprevisto entra en juego y al final el trío debe lograr la armonía entre sí, si desean salir victoriosos de la difícil prueba.
   
     Se trata de una inteligente película que usando un humor muy corrosivo, irónico y escatológico por igual, no deja de entregarnos varios puntos de reflexión: Pues por un lado aborda el llamado síndrome de Peter Pan, cuando muchas veces nos negamos a dejar de ser niños, dando como respuesta que lo ideal es llegar al equilibrio y al consenso con el resto de la vida de uno.  A su vez no deja de ser una reflexión sobre el poder del amor, visto en sus formas románticas y fraternal; de este modo fidelidad y lealtad son valores que pueden apreciarse sin dudas por sobre tanta escena y chistes graciosos, puesto que la apariencia de “fabula para adultos” y/o cuento de hadas retorcido, no quita la oportunidad de apreciar la humanidad de sus personajes. 
    El efecto usado para darle vida a Ted es soberbio.  Hace rato que la tecnología aplicada al cine permite dar vida a lo más inaudito, con una credibilidad que muchas veces cuesta creer qué es real y qué es propio de la genialidad de los especialistas a cargo.  No obstante resulta imposible no pensar que Ted existe y en ello bastante responsabilidad tiene el propio Seth MacFarlane, quien le pone la voz a este, pues su trabajo es impecable (bueno, de seguro en las versiones dobladas los encargados de interpretarlo también lo hacen con mucho profesionalismo); lo mismo sucede con la labor hecha por Mark Wahlberg, quien demuestra aquí que no solo es una cara bonita, sino que lleva a cabo una de sus mejores actuaciones en su larga filmografía, junto a algunos de los directores más connotados del momento (Shyamalan, Scorsese , Burton, Peter Jackson y un largo etcétera) y logra interpretar a un sujeto carismático, dentro de su propia incapacidad para tomarse en serio las cosas (salvo su amistad con Ted, que sin duda es algo demasiado valioso para él).  Mila Kunis, la novia, está estupenda en todo sentido, preciosa como ella sola y demostrando sus grandes dotes para la comedia, a la par que no deja de aclarar que las damas pueden ser mucho más aguerridas que los varones. 
    Dentro de los actores que participan en este más que recomendable filme, destaca la intervención del también guapo Giovanni Ribisi, quien casi irreconocible en su papel de “malo”, demuestra una vez más su capacidad para interpretar sujetos desequilibrados; no obstante también logra sacar más de una carcajada, como un individuo que dentro de toda su anomalía, no deja de ser una caricatura en una trama que no deja de mantener ese aire de surrealismo, propio de los cartoons que tanto le gustan a su creador.
    El mayor tributo que realiza la cinta a la llamada cultura pop y friki, tiene relación con una icónica cinta de los ochenta, basada en un antiguo cómic de la Edad de Oro de la historieta: Flash Gordon (1980).  Pues los dos protagonistas son fanáticos acérrimos de este filme y en más de una ocasión es posible ver imágenes sacadas de tal obra, como una muy cómica representación contra su máximo villano, sin olvidar la inesperada aparición del actor que interpretó en el largometraje al héroe galáctico, Sam Jones.  También son memorables los especiales ringtones que posee John cuando llama Ted (otro detalle solo para los más ñoños de la casa) y el de su novia, ambos distintos, en todo caso.
    Existen varios momentos memorables a lo largo de su metraje, entre los que destacan la parranda que hace Ted en su departamento una vez que se independiza, la ridícula pelea propia entre ambos amigos, la seducción del osito a la nueva empleada, la cena en la que Ted da a conocer a su novia y muchas, muchas más que le alegran la vida al espectador.
    Tan solo el año pasado se estrenó la esperada secuela, no obstante un servidor aún no la ha visto, así que habrá que esperar para poder tener una opinión al respecto.  Lo mejor de todo, es que en ella trabaja buena parte del mismo equipo de la película original, más el connotado actor afroamericano Morgan Freeman.

A Ted también le fascinan las "mujeres alegres"
 (otro de los momentos más humorísticos de esta obra).

martes, 23 de febrero de 2016

El mundo al revés de “Hung”.


     Hung es una comedia del prestigioso canal de cable HBO, responsable de tantos shows televisivos de gran éxito y calidad como Juego de Tronos, Los Soprano, Oz y Six Feet Under (entre muchos otros más), emitido entre los años 2009 y 2011.  Duró solo tres temporadas y considerando la corta cantidad de episodios que acostumbra producir esta empresa para sus programas, llegó a tener la cantidad de treinta capítulos, si bien todos ellos potentes.
    Este sitcom (como bien le llaman en USA a tales producciones humorísticas) trata acerca de un profesor de historia y entrenador del equipo de béisbol de su colegio, cercano a los cuarenta años de edad, quien no se haya en el mejor momento de su vida.  Recién divorciado y a cargo de sus dos hijos adolescentes, que lejos prefieren estar con él en vez de con su histérica madre, el dinero apenas le alcanza y además está a las puertas de ser despedido.  Se trata de un antiguo héroe del deporte en su juventud y quien debido a una lesión durante su breve éxito, tuvo que salirse demasiado pronto de una promisoria carrera en las canchas; guapo, inteligente, con un cuerpo privilegiado y encantador a más no poder, se casó con la hermosa líder de las barras de su equipo, de modo que todo aventuraba para ellos ser la típica pareja perfecta.  No obstante todo salió mal y al final la relación se deterioró, Ray Decker se convirtió en un fracasado y ya no era feliz con su vida.  Más encima en contra de lo que uno esperaría de los hijos de tales “modelitos” de pasarela, estos no salieron muy parecidos a sus padres, sufriendo sobrepeso y poseyendo una personalidad lejana a la que ellos tenían cuando eran adolescentes (en otras palabras, supuestamente no los habrían tenido de amigos en sus años mozos).  No obstante ambos progenitores los aman y en especial los chicos adoran a su padre, quien se desvive por ellos, mientras que mantienen sus reservas con la madre, la cual solo desea complacerlos.  Es entonces que tras un nuevo y desafortunado imprevisto, Ray entra a uno de esos típicos cursillos de ganadores que tanto les gustan a los gringos (dando claves para el éxito) y ante la pregunta de cuál es su mayor virtud para explotarla en una eventual microempresa, se da cuenta de que su mejor “arma” viene a ser nada menos que su muy desarrollado pene (de ahí el nombre de esta serie, que en español significa dotado, en referencia al gran tamaño de los genitales del protagonista).  Por lo tanto la mejor manera para salir del hoyo económico en el que se encuentra, viene a ser la de dedicarse al “oficio más antiguo del mundo”.   Es en todo esto, que casi por designios providenciales reaparece en su camino una aspirante a poetiza, con la cual tuvo un affaire en el pasado y quien entra a la misma clase de él; de modo que esta sensible dama se ofrece para hacer de su chula, a cambio de un porcentaje de las ganancias, ayudándolo para conseguir clientas y convirtiéndose de paso (considerando todo lo que llegan a pasar juntos) en su mejor amiga.  Más encima entre medio se convierten en forzados asociados de una manipuladora arpía, con quien deben lidiar a lo largo de toda la serie, debido a sus métodos poco honestos y deseos para tener ella sola al gigoló.  Por supuesto que Ray, apoyado por su compañera Tanya, debe hacer lo posible para que su secreto no se sepa, ni entre su familia, ni en su trabajo oficial.  Los enredos que implican todos estos ingredientes, convierten el programa en toda una caja de sorpresas, donde abundan las risas gracias a algunas de las situaciones y diálogos más hilarantes que uno puede esperar (y que por lo general tienen que ver con los efectos de la seriedad con la que se toman sus protagonistas, la labor que realizan como “especialistas en felicidad”, tal y como ellos le llaman a lo que hacen); sin embargo también se encuentran otras emociones en su argumento, sin faltar los verdaderos momentos de sublimidad.
    Por cierto, el nombre del protagonista en español quiere decir rayo, lo que considerando las características de este, atiende de varias maneras irónicamente a su pasado como ex estrella deportiva y a sus habilidades como amante.
     Los capítulos están articulados siguiendo una trama progresiva, por lo que no poseen un carácter autoconclusivo, si bien Ray en momentos mantiene ciertas “relaciones de trabajo” que abarcan varios episodios, debido a la importancia real que llegan a tener en su persona y en la de Tanya.  Asimismo, cada emisión posee una narración en off por parte del propio personaje principal, lo que permite conocer en primera línea sus sentimientos respecto a todo lo que está pasando y humanizándolo como nunca, ya que en ningún momento se trata de alguien que toma a la ligera sus acciones, pues sin dudas es alguien tan emotivo como su socia.  La serie posee un crédito de apertura que incluye una significativa canción popular, que alude indirectamente a Ray y lo que hace, además de mostrar a este de peatón a medida que pasa por varios lugares que simbolizan el tono de la historia (como unas cuantas alusiones sexuales y el sentimiento de ruina con el que parte el programa); de paso va sacándose la ropa, poco a poco, hasta llegar a su hogar de infancia y  que en medio de su idílico paisaje, representa la idea de que todo pasado fue mejor y la promesa de recuperar lo perdido.  Por otro lado, cada capítulo termina con otra canción, distinta en cada caso y que también se relaciona con las circunstancias de los personajes.  La mayoría de los nombres de los episodios corresponden a una alternancia o vacilación entre una cosa y otra, de modo que representan las constantes dudas por las que pasan sus protagonistas; de tal modo nos encontramos con ejemplos tales como Extraños amigos o en realidad tú eres sexy, Doris está muerta o somos ricos o somos pobres y Esta es América o cincuenta dólares.
    Como se trata de un producto dirigido a un público adulto, Ray aparece desnudo casi en su totalidad mostrando sus atributos, si bien solo en la tercera temporada en una breve escena es posible apreciar parte de su miembro viril.  Las escenas de sexo aún en toda su “desfachatez”, no dejan de ser graciosas en muchas ocasiones y varias de las mujeres con las que se acuesta el gigoló aparecen desnudas por completo (incluyendo escenas frontales) o al menos mostrando los pechos.  Ojo, no todas las clientas de Ray son damas jóvenes y atractivas, puesto que este realiza su labor con el mayor profesionalismo y sin discriminación, ya que el principal principio que tiene Tanya, como mujer, es otorgar la dicha más plena a quienes pagan por sus servicios, de modo que primero que todo Ray es un caballero y un galán y todas las mujeres pueden acceder al “paquete” que ofrece.  Es respecto a la dimensión que toma la sexualidad en el programa, que va más allá de la simple exposición barata de bellos cuerpos en pelotas, que un tema abordado de manera muy profunda aquí, viene a ser la manera de cómo mujeres y hombres enfrentan sus necesidades emotivas y eróticas, lo que por un lado tanto los separa, como los une.  Por lo tanto a la larga tal como se ve a través de varios de los personajes, la sexualidad forma parte de la felicidad de la gente y de la identificación que posee uno mismo acerca de quién es y lo que desea ser para sentirse pleno. Así es como Hung se transforma en una particular manera de retratar cómo aman hombres y mujeres, escenificando las consecuencias que ello trae en la vida de las personas.
     En la tercera temporada  se introducen dos nuevos personajes dentro de los principales, si bien uno de ellos había hecho su debut en la anterior y que corresponde a un proxeneta afroamericano, que establece una muy especial relación con Tanya; respecto a este, llama la atención cómo el hombre enfrenta su labor de chulo, desde un punto de vista sexista, pragmático y que lo diferencia por completo de su colega.  La otra incorporación a los protagónicos viene por parte de un jovencísimo Stephen Amell, quien en pocos años cobraría fama en el papel de Oliver Queen en Arrow, sobre el superhéroe arquero más famoso de DC, Flecha Verde.  Pues aquí Amell hace de prostituto, primero la competencia de Ray y luego “empleado” de la agencia que mantiene con Tanya.  Su rol que pese a su sensualidad posee una buena carga cómica, difiere bastante del que le dio la celebridad y al menos para quiénes lo conocían como el vigilante esmeralda primero y fantaseaban con él en actitudes más sexys, lo pueden ver en toda su belleza.  No obstante su personaje resulta ser un sujeto básico, no de muchas luces y quien difiere del maduro y más humano Ray.  Sin embargo el gran peso dramático de la trama sigue manteniéndose en Ray y Tanya, así como en la ex de Drecker Jessica, más la “villana” de los guiones que viene a ser la materialista Lenore.
    Siendo que Ray es un prostituto heterosexual, queda en gran parte imposibilitada la oportunidad de ver al varonil hombre junto a otros de su mismo sexo, practicando su oficio; no obstante en la tercera temporada, en una seguidilla de dos capítulos, se aborda de una manera muy sensible el tema de la diversidad sexual.  Esto es posible gracias a la participación de uno de los actores de esa también joyita televisiva que es Sense8, quien pese a volver a interpretar a alguien de la comunidad LGTB, hace de alguien distinto.  Por otro lado, el hijo varón de Ray es abordado como un muchacho que está descubriendo su sexualidad, sin tener claro aún cuál es su orientación; razón por la cual sus dos padres deben aprender a aceptar la opción de éste.
Los muy poco agraciados hijos de Ray.

    Como el sexy y carismático Drecker se encuentra un actor de carácter como lo es Thomas Jane, rubio histrión que de seguro debe ser uno de los más atractivos y talentosos de su generación.  Su papel como Ray le significó varias alabanzas por parte de la crítica, entre nominaciones a distintos premios.  Por otro lado, no se le puede desmerecer a este artista con una abundante filmografía en el cine y en muchos filmes de importancia, su versatilidad al interpretar un papel tan dispar, siendo que antes tuvo trabajos en producciones más bien dramáticas y otras de acción (recordando su desempeño como atribulado padre en The Mist, sobre la novela corta de Stephen King, en Dreamcatcher también basada en una obra del llamado Rey del Terror y su doble interpretación de Frank Catle, más conocido como el Castigador, personaje de Marvel Comics, en la segunda cinta sobre este y un elogiado cortometraje titulado La ropa sucia se lava en casa).  Pues en esta serie el intérprete demuestra que también puede hacer reír y además cumple con la fantasía de much@s de sus fans, que hace rato deseaban verlo más escaso de ropa.  Cabe mencionarse además que antes de su participación en Hung, Thomas Jane había hecho algo de televisión y dentro de ello se puede recordar su papel en los dos primeros episodios de la tercera temporada de Medium, donde actuó junto a su esposa de aquel entonces, Rossana Arquette; en ellos explotó de igual modo su lado más sexy, el que no siempre refleja en sus intervenciones, por primar más sus dones actorales que su apariencia.
     Dentro del casting de la serie, se debe reconocer la labor hecha por las actrices a cargo de Tanya y Jessica respectivamente.  En el caso de la primera la caracterización realizada por Jane Adams, sin duda está por sobre el trabajo del propio Jane, a quien aun cuando con todo su sex-appeal acapara la atención, la Adams le roba la cámara en más de una ocasión gracias a su talento para la comedia (en especial por su gestualidad y expresión corporal), como por igual en la dulzura que le otorga a su querible personaje.  En contraste a esta se haya lo realizado por la veterana Anne Heche, quien crea a otro tipo de fémina, una patética y con problemas para ser feliz, aunque pese a todo no se trata de una mala persona; la Heche por igual puede llegar a ser muy risible a lo largo del programa.
    El final de la tercera temporada, lleno de varias sorpresas, dejó claro que sus responsables para nada pretendían acabar el show, razón por la cual quedaron varias líneas argumentales pendientes.  Sería genial saber qué pasó luego de lo último visto al respecto.

Algunos de los protagonistas de la tercera temporada.  De izquierda a derecha: Ray, Tanya,
 Jason (interpretado por Stephen Amell) y Lenore.

domingo, 21 de febrero de 2016

El gusto por la violencia.


      Deadpool, nombre clave de Wade Wilson, es un personaje de Marvel Comics que debutó en 1991 en una de las tantas colecciones dedicadas a los X-Men, New Mutants.  Creado por Rob Liefeld en el dibujo y Fabian Nicieza en el guión, apareció primero como villano.  Posteriormente al ir ganado notoriedad gracias a su aparición como invitado en otros títulos, además de obtener sus propias revistas, su pasado fue revelado y con ello se le otorgó un carácter complejo lo suficiente como para pasar a las categorías de mercenario, héroe y antihéroe según el desarrollo de las distintas historias donde salía.   La génesis de su casi inmortalidad se encuentra ligada al aún más célebre Wolverine, ya que Deadpool participó del mismo proyecto que le otorgó al canadiense sus formidables habilidades, si bien a costa de varios sacrificios; pues algo similar sucedió con Wade, ya que entró a Arma-X para evitar que el cáncer terminal que padecía terminara con él.  Fue así como consiguió reflejos y destreza física superiores a las normales, además de un poder curativo que lo igualaba a Logan, no obstante todo su cuerpo y rostro quedaron desfigurados tal cual su hubiese sufrido quemaduras de tercer grado.  Otro detalle significativo del personaje, corresponde a su personalidad extrovertida, humorística y deslenguada que en español le ha otorgado el apodo de “El mercenario bocazas”, ya que acostumbra hablar y comentar todo mientras hace sus apariciones; todo de manera muy graciosa, como además haciendo múltiples referencias a la cultura popular e incluso llegando a la autoparodia.  De hecho, en más de una ocasión Deadpool recuerda al carismático Spideman, quien desde antes de su primera aparición en las viñetas, ya mantenía una actitud que luego el mutante tomaría, incluyendo sus habituales monólogos dirigiéndose al público (o sea, los lectores) y narración en primera persona; asimismo su traje recuerda bastante al Arácnido, si bien corresponde más o menos a una versión desequilibrada y ultraviolenta del llamado Cabeza de Red.
     En los medios audiovisuales el Mercenario Bocazas fue visto inicialmente en la ya clásica serie animada sobre los X-Men, durante los noventa, si bien haciendo uno que otro cameo no más.  Con posterioridad tuvo un papel destacado en el por igual recomendable cortometraje Hulk versus Wolverine (2009), hecho para la venta directa en DVD y blu-ray.  No obstante se podría decir que su aparición más memorable (y cómica), fue en un episodio de la segunda temporada de Ultimate Spiderman (2013), donde pone en jocosos aprietos al protagonista y a sus compañeros. Sin embargo muchos años antes de este team-up junto a Peter Parker, Deadpool fue visto en una versión muy libre gracias al filme X-Men Orígenes: Wolverine (2009); aquí fue interpretado por el mismo actor que le presta su figura en la cinta dedicada en exclusiva a él y que en estos momentos es exhibida con éxito en los cines de todo el mundo, el guapísimo Ryan Reynolds.  Sin embargo su rol dentro de tal filme fue obviado en esta nueva obra, llegando incluso a referirse de manera irónica en más de una ocasión a tal película en esta otra más reciente; por lo tanto la cinta que hoy en día lo tiene de estrella absoluta, hace borrón y cuenta nueva a su anterior incursión cinematográfica, otorgándole además un origen más cercano al visto en las historietas.
    Yendo de lleno ya al filme sobre Deadpool que hoy me mueve a escribir, debe saberse que este corresponde al primer largometraje de su director Tim Miller, quien en realidad ya llevaba años ligado a los superhéroes, en especial a los de Marvel.  Puesto que para conseguir el beneplácito de los productores, a la hora de encargarle un proyecto de esta envergadura, se le pidió hiciera un corto junto al mencionado Ryan Reynolds, con lo cual logró acaparar la atención de Fox.  Asimismo, estuvo en la génesis del debut cinematográfico de Iron Man y realizó un corto sobre la Liga de la Justicia.  Por otro lado, como cofundador del estudio Blur, se encargó de los preciosos créditos finales de Thor: Un Mundo Oscuro (2013).  Pero volviendo al actor protagonista de Deadpool, cabe mencionarse que este casi desde sus inicios también demostró interés por el género superheroico y no solo con el ya mencionado caso de la película sobre Wolverine, pues años atrás tuvo un papel secundario bastante destacado en Blade: Trinity (2004), sobre el más famoso cazador de vampiros marvelita y donde Reynolds demostró su capacidad para interpretar por igual papeles que le exigieran gran despliegue físico, ya que antes solo había hecho roles como joven galán en comedias dramáticas y obras menores.   Luego de su primeriza experiencia haciendo del Mercenario Bocazas “descafeinado”, se le encargó hiciera la narración de un destacado documental de DC: Orígenes Secretos y en el cual de una manera muy divertida se abarca la historia de los cómics deceístas; dicha participación suya fue para potenciar su aparición en la película de imagen real sobre Linterna Verde (2010) y que lamentablemente fue uno de uno de los grandes fracasos de la temporada, al punto de que los planes para una secuela suya fueron suspendidos (si bien a un servidor le gustó bastante esta cinta).  No obstante parece que Reynolds estaba hecho para consagrarse como Deadpool, pues tras la caracterización que este hizo del mutante antihéroe, imposible resulta pensar en otro actor encarnándolo, ya que Reynolds dio todo de sí para otorgarle su encanto. 
     La cinta en cuestión se encarga de narrar los acontecimientos que llevaron a Wilson a transformarse en Deadpool, no obstante lo hace de una manera bastante genial, puesto que tras unos créditos de apertura llenos de acción y los mejores efectos especiales, sazonados de un humor desternillante que desde un principio parte con la autoparodia, da paso a varios flashbacks encargados de explicar el pasado del protagonista.   A todo se le suma la narración en off del propio Deadpool, quien queda claro que es un patán, no obstante también resulta ser alguien que posee su corazoncito y por ello, al menos en esta adaptación, consigue hacerse querible, pese a su exacerbado gusto por la violencia.  A todo esto se agrega una historia de amor en la que se encuentra directamente involucrado Wade, lo que lo mueve sin duda a realizar varios de los actos del metraje.  Cabe mencionarse que la responsable de conquistar los sentimientos de nuestro mercenario favorito, resulta ser interpretada  por la preciosa y talentosa Morena Baccarin, a quien hoy en día podemos contemplar como la doctora Leslie Tompkins, en la serie de televisión Gotham.  A su vez se introduce el leiv motiv de la venganza, por supuesto perpetrado por ya sabemos quién, el cual sus buenas razones tiene para ello.  Considerando todos los ingredientes que hacen de esta película algo muy divertido, digno de verse y de seguro una de las predilectas para muchos de los fanáticos de las adaptaciones al séptimo arte de sus cómics (pese a ser sin duda más bien una obra de humor ligero, si la comparamos con otros títulos más sublimes y trascendentes como la trilogía de Spiderman hecha por Sam Raimi, los filmes de Batman a cargo de Christopher Nolan, X-Men: Primera Generación y Watchmen de Zack Snyder), se incluye todo un plus dentro de su argumento: la incorporación dentro de sus personajes de uno de los X-Men más populares: el ruso gigante de buen corazón y cuerpo de acero orgánico Peter Rasputin, más conocido como Coloso; pues este ya había tenido breves roles en dos de los filmes sobre los alumnos del profesor Charles Xaxier, no obstante en esta ocasión sale en una faceta distinta y, como era de suponer, más cómica.  Al veterano héroe mutante lo acompaña una adolescente aprendiz de la academia del Profesor X, quien por igual ayuda a hacer de esta obra algo digno para disfrutarse.

Celebrando con un mes de adelanto el estreno de tan esperada película.
     Las constantes alusiones al mismo universo Marvel, a personajes populares, a las misma películas de mutantes hechas por Fox y los constantes gags inesperados sacan más de una risa, demostrando que se trata de una película que no pretende tomarse en serio, sino entretener…y ganar, mucha, mucha plata (dos propósitos que ha conseguido con creces en el poco tiempo que lleva en cartelera).  Por supuesto no es un filme para ver con toda la familia, pues se trata de uno de los títulos más violentos de lo que va esta seguidilla de adaptaciones de cómics; a su vez el humor no ceja en usar chistes de corte sexual, algunos de ellos bastante explícitos. 
      Si bien Stan Lee para nada estuvo detrás del nacimiento de Deadpool, tiene su cameo en el largometraje y como siempre muy divertido.  Debe saberse que es la primera vez en que aparece en una película hecha por la Fox sobre las revistas marvelitas.
     Y por cierto…Quien no haya visto aún esta cinta, que no se le ocurra abandonar la sala una vez que comiencen los créditos finales, si no se arrepentirá toda su vida.

Deadpool/Ryan Reynolds parodeando la famosa foto nudista de Burt Reynolds hecha para la revista Cosmopolitan.
El mejor team-up de todos: Mi sobrinito Amilcar y Deadpool.

jueves, 18 de febrero de 2016

El reconocimiento del Yo y del Otro en “China Montaña Zhang” de Maureen F. McHugh.


     En 1992 apareció en el mercado editorial de Gringolandia la primera novela de Maureen F. McHugh, autora que no dudó en plasmar en su obra todo el conocimiento que adquirió acerca de la cultura china, que tan bien llegó a conocer durante su periodo viviendo en el país de dicho pueblo.  Pues lo que hizo por aquel entonces la principiante escritora y hoy consagrada artista, fue extrapolar las maravillas y pesadillas de dicha gente a través de una narración en tono de ciencia ficción, basado todo en una premisa bastante realista: ¿Qué pasaría si esta potencia mundial llegara a dominar el planeta?  El libro le concedió de inmediato varios galardones y nominaciones a otros certámenes especializados, convirtiéndola en todo un descubrimiento dentro del género (recibiendo el Premio James Tiptree Jr., el Locus y el Lambda Literario, como siendo finalista de los codiciados Hugo y Nébula).  Luego de este favorable debut, la McHugh ha realizado varios trabajos más en narrativa larga y mayormente en la breve, compilando varios de sus cuentos en dos libros: Las Madres y los Monstruos (2005) y Después de la Gran Tribulación (2011).  Mientras tanto su relato El Tren de Lincoln (1995), fue aplaudido con los mencionados Hugo y Nébula.
     Tal como ya se dijo de manera parcial en el párrafo anterior, la novela que motiva este post, presenta un futuro probable en el cual China ha terminado por dominar gran parte del mundo (la verdad no queda claro hasta qué punto el resto de los países mantiene su independencia), si bien el relato transcurre mayormente en Estados Unidos, que se ha convertido en una especie de colonia de dicha república asiática.  El poder de los chinos llega a tal punto en esta ficción, que la antiguamente independiente nación norteamericana se encuentra tan avasallada, que los cargos más importantes en todas las áreas, los poseen solo ciudadanos chinos puros; además las tierras de lo que otrora fuera USA, se encuentran pobladas de estas gentes transcontinentales, quienes han hecho que los lugareños adopten gran parte de sus costumbres y en especial esto debido a una revolución cultural que se llevó a cabo en su misma patria, pasando del capitalismo al comunismo chino.  Por otro lado, China ha conquistado y colonizado Marte, donde mantiene varias comunidades con cierta independencia, encargadas de terraformar el planeta.
      Un detalle bastante interesante en el texto, viene a ser lo avanzada que está la manipulación genética y en general la medicina dentro de esta obra, lo que es abordado con varios ejemplos a través de sus páginas.  Los impactantes recursos con los que cuentan sus personajes (si bien corresponden a beneficios que están más accesibles a las clases dominantes), son descritos por la autora con tanta verosimilitud, que a veces acerca esta obra a la llamada Ciencia Ficción Dura (por la preocupación de realizar una ficción lo más científica posible y usando lenguaje técnico).  Asimismo cabe destacar la importancia que posee acá la informática y demás avances computacionales, en un claro uso de la Internet, que acá nunca es nombrada como tal, aún cuando sus personajes hacen uso de ella.  Es respecto al uso de estos medios, que resulta plausible cómo la autora se “adelantó” a su época tras escribir esta obra, ya que en 1992 el ciberespacio no era algo del día a día como hoy (si bien en los setentas, o quizás antes, ya era algo que la literatura ciberpunk había concebido en sus numerosos títulos).  No obstante la mayor preocupación de McHugh, viene a ser la preocupación por diseñar una hipotética sociedad futurística lo más creíble posible, si bien con fuertes asideros con la realidad, dándole gran importancia al detalle de mostrar las consecuencias sociales y en los sujetos de manera individual (a través de sus diversos protagonistas) lo que significa formar parte de este aparente mundo perfecto; por lo tanto se trata de un libro propio de la Ciencia Ficción Blanda (centrado más bien en la interioridad de sus personajes, que en otorgarle una credibilidad científica; además  velando por desarrollar temáticas caras a las ciencias sociales, como la socioantropología y la psicología).

Maureen McHugh.

     El título del libro se refiere a su personaje principal, un joven técnico especializado en la construcción de edificios, cuyo nombre traducido del chino significa justamente eso: China Montaña.  El tipo es un mestizo de chino con hispana, no obstante debido a la ingeniería genética, sus padres eliminaron todo rasgo latino en él, para permitirle tener mayores oportunidades como oriental nacido en América.  El conocimiento de su real herencia criolla, con los temores habituales a que se descubra esto por parte de los poderes fácticos, se acrecienta por un detalle muy significativo para este hombre y la sociedad en que vive: es gay.  Pues en China y su país satélite Estados Unidos, la homosexualidad es un crimen y ello significa como mínimo trabajos forzados y si el “infractor” es descubierto en tierras asiáticas, significa la muerte por medio de un tiro en la cabeza.  Por lo tanto la inseguridad está a la vuelta de la esquina para el muchacho.  Es así como la autora aborda la temática LGTB, aunque no de una manera de hacer proselitismo o defender lo diversidad, sino que lo hace construyendo este personaje y otros como él, con naturalidad, para abordar más bien otro tipo de temas que son contingentes a toda la especie humana: como la búsqueda de la felicidad y la aceptación de sí mismos, lo que podrá verse a través de este, tanto como de los otros que comparten el protagonismo. Ahora bien, la condición de ilegalidad que posee la homosexualidad en el libro, acerca esta obra al subgénero de la antiutopía,  puesto que muestra una supuesta sociedad perfecta que en verdad no lo es, ya que sus conciudadanos no son libres para expresarse por completo; asimismo hay una especie de sistema de castas, que hace que solo unos pocos puedan conseguir lo que desean (y que pese a la ficcionalidad de todo ello, a la larga resulta posible identificar en nuestro propio mundo real).  Es entonces que en la manera que tiene la escritora para dignificar la colectividad LGTB, sin caricaturas ni romanticismos, que recibió justamente el Lambda, un premio entregado por la misma comunidad a la que aquí caracterizó; lo mismo que con el James Triptee Jr., concedido a aquellas obras literarias de esta temática.
     Como China Montaña (o Zhang a secas) debe luchar para conseguir sus objetivos (esto es conseguir un mejor nivel de vida), la autora lo lleva por todo un periplo físico y personal, a través del cual lo aleja en dos ocasiones de su hogar: primero en una desolada isla en el ártico, junto a un grupo de investigadores y luego en la cuna de sus ancestros, de modo de conocer de primera mano lo que significa vivir como chino en el país más poderoso del orbe.  Los capítulos dedicados a ambos sitios son soberbios y sin duda crean en el lector el efecto de creer estar en esos lugares, tan distintos entre sí y con una fuerza evocadora que los hace entrañables.  Por otro lado, la soledad y la dicha por las que pasa Zhang en ambas tierras, convierte estos episodios en tal vez lo mejor de todo el libro (sin menospreciar lo que se narra en el resto del texto).
     El primer personaje que comparte el protagonismo con China Montaña, corresponde a una por igual joven deportista de la disciplina más popular en la patria de este: la carrera de cometas y que consiste en competiciones donde personas modificadas genéticamente,  vuelan estos artefactos sujetos a sus cuerpos (de modo que todos ellos poseen baja estatura y huesos muy flexibles).  Pues por medio de esta mujer, la McHugh va dando forma más completa al mundo que ha creado, convirtiéndolo en algo complejo y armonizado, de modo de conocer además otro aspecto suyo.  Por otro lado, la vida de esta atleta se encuentra conectada a la de Zhang, si bien de manera indirecta, como bien sucede con la mayoría de los coprotagonistas que aparecen en este libro.
     Siguiendo a la protagonista de arriba, le toca a uno de los personajes más interesantes del libro aparecer, una mujer cuarentona que vive como colona en Marte.  A través de ella se puede identificar por primera vez en el texto, el punto de vista de un ciudadano no chino o sin pizca de asiático y en especial lo que significa vivir “haciendo patria” en un lugar tan agreste, dando lo mejor de sí.  La humanización que hace la autora de esta y los que la acompañan, se pone más intensa a partir del episodio dedicado a Martina, quien desde su individualidad se vuelve transforma en una mujer admirable (que hasta puede llegar a ser más querible que el propio China Montaña).
     En el capítulo en torno a Martina, se introduce al humilde Alexi, quien junto a su hija pequeña vive en Marte no en las mejores condiciones.   Una vez que los destinos de estos tres se cruzan por casualidad, se unen a tal punto, que luego Alexi se convierte en el personaje central de su propio episodio.  Este es el único apartado del libro centrado en un hombre heterosexual, lo que permite abarcar de manera más global la sociedad en su conjunto descrita en estas páginas.  Por medio de este personaje, la relación con Zhang se hace más evidente y directa, gracias a que ambos de una manera muy especial logran crear un vínculo entre sí.
     Durante el transcurso del primer episodio con China Montaña de narrador-protagonista (el cual da inicio al libro), aparece otro carismático personaje femenino, San-Xiang, una tímida jovencita hija del jefe chino de Zhang y a quien conoce en circunstancias primero incómodas y luego comparte uno que otro acontecimiento memorable, que demuestra sin dudas que a la larga todos somos iguales: con sueños y resquemores, buscando la manera de crear comunión junto a otros para terminar realizándonos como personas.  Pues justo cuando el lector creía que se había despedido de esta adorable dama, tras la separación forzosa de ambos, McHuhg retorna a ella con un capítulo teniéndola de protagonista.  Sus vicisitudes  y anhelos, la transforman en el personaje más trágico dentro de estas páginas, al punto que uno quisiera que todo le resultara mejor a San-Xiang.
     Cabe mencionar que los distintos capítulos que componen la novela, se encuentran narrados en primera persona, usando el efectivo tiempo presente para por parte de los narradores protagonistas.  Gracias a ello logramos entrar de lleno en su mente y corazón, puesto que además uno como lector va descubriendo el efecto de sus acciones y del azar mismo, junto al propio personaje, sintiendo sus mismas sorpresas, dichas y temores.  La cuota de emotividad no es ajena para nadie en ninguno de sus capítulos y resulta imposible no identificarse en más de una ocasión, con lo que les está pasando frente a sus ojos y en su cabeza.
    ¿Y en qué radica la otredad de esta novela? Pues en que cada uno de los personajes principales (y también muchos de los secundarios), aparte de enfrentar sus conflictos interiores, deben vérselas con sujetos por completo distintos a ellos (o al menos en apariencia).  Es justamente en este encuentro con el otro, que en la mayoría de los casos significa una primeramente una invasión a su privacidad, cuando cada una de estas personas comienza a crecer realmente y una vez que aceptan a esos extraños en sus vidas.  Por otro lado, al ser ellos mismos individuos con el carácter de parias dentro de su sociedad (o bien viviendo al margen de los poderosos), al convivir con personas distintas a ellas, se produce cierta identificación al encontrar a sus pares, aún dentro de esta misma otredad que significa alguien que no sea ellos mismos.  El miedo al rechazo, el problema de la intolerancia y por último la aceptación de la diversidad, son contingentes a esto de la otredad, que al final se supera cuando todos sus personajes logran estar en paz consigo mismos y por fin pueden compartir junto a los demás, de la manera más auténtica posible.

domingo, 14 de febrero de 2016

La crisis moral personal y chilena en “Sin Filtro”.


     Nicolás López es un joven director de cine chileno, que oficia además de guionista, productor y actor.  Quien en la actualidad posee poco más de treinta años, cuenta a su haber con casi una decena de filmes, sin contar sus cortometrajes y videoclips para varios artistas de la música.  Pues a finales del año pasado estrenó su obra más exitosa en la pantalla grande, Sin Filtro, comedia dramática que ya lleva meses en las carteleras criollas y está dando que hablar, esperando además su internalización, ya que su historia sin duda escapa al localismo de muchas otras producciones nacionales y bien merece ser compartida por el público de otros lugares.
    Antes de referirme de lleno a la cinta que hoy me mueve a escribir, sería interesante hacer un breve repaso a la carrera de este realizador, quien augura una verdadera filmografía de culto y en un futuro podría llegar a consolidarse en el extranjero a través de obras de carácter internacional (aun cuando ya lleva al menos tres títulos a su haber coproducidos con inversores foráneos, dos de ellos con la Madre Patria y el otro con nada menos que Hollywood).  Pues debe saberse que sus películas poseen un fuerte asidero con la cultura friki, a través de la referencia directa e indirecta a los videojuegos, los cómics, superhéroes, el cine gore y otros.  Por otro lado, ha demostrado en la mayoría de sus trabajos el interés hacia la comedia de tipo caricaturesca y/o escatológica, aunque alternando su faceta humorística con cierta crítica social y hasta una cuota de drama, tal como es posible identificar en su último aporte al séptimo arte.  La tendencia que ha seguido en el transcurso del tiempo desde su debut tras las cámaras, se evidencia tan solo mencionando el nombre de su primer cortometraje: Pajero (1999), que tal como alude esta palabra en el español de Chile, trata sobre un joven dedicado a los placeres solitarios del onanismo.  Un año después realizó Superhéroes, cuyo nombre también lo dice todo.  Su primer largometraje fue Promedio Rojo (2004), cuyo título se refiere a las malas calificaciones escolares, ya que sus protagonistas resultan ser nada menos que adolescentes en los últimos días de su vida colegial; justamente gracias a este debut López recibió varios premios.  Este mismo filme, al igual que Santos (2007) contó con el apoyo financiero de España, siendo que además varios actores de dicho país intervinieron en ellas (bueno, en Promedio Rojo al menos una actriz, mientras que en el otro caso la mayor parte de sus protagonistas fueron de esta nacionalidad).   También debe destacarse su trilogía compuesta por Qué pena tu Vida (2010), Qué pena tu Boda (2011) y Qué pena tu Familia (2012) con claras alusiones a varios vicios de la sociedad chilena actual, todo en tono satírico, por supuesto. 
    Un capítulo aparte dentro de los éxitos de este artista, corresponde a su cercanía con el mundo hollywoodense, puesto que debido justamente a las características de su filmografía, acaparó la atención de algunos de sus talentos y entre ellos de nada menos que Elli Roth, director, guionista y actor responsable de esas ya dos cintas de culto del cine gore que son Hostal I y II (además de su opera prima correspondiente a Cabin Fever), quien tuviera un papel protagónico en la recordada Bastardos sin Gloria de Quentin Tarantino.  Fue así como en 2013 Roth le financió Aftershock, ambientada durante los eventos del terremoto producido el 27 de febrero de 2010 en Chile.  En esta cinta actuó el mismísimo Elli Roth, como uno de los personajes principales que como extranjero se encontraba en el país turisteando cuando sucedió el incidente.  La amistad entre ambos  permitió que López participara en la escritura del guión del último filme de su colega gringo, Knock, Knock y que tuviera un papel en Qué pena tu familia, además de que López fuese productor de su otra cinta Green Inferno.

Nicolás López.
     En 2013 Nicolás López estrenó la secuela de su primer largometraje y que recibió el nombre de Promedio Rojo, el Regreso, donde ahora, como era de suponer, los protagonistas de su primerizo filme ahora ya eran todos unos adultos (comportándose como niños, claro).
    Para entender mejor el sentido de su más reciente obra, en especial por los lectores extranjeros que no manejan las expresiones propias del país, hay que saber a qué se refiere el chilenismo que da título a esta película.  Sin Filtro se le llama acá a una persona que dice las cosas sin pensarlo, protocolo y/o censura, ya sea por ser demasiado inocente, franca o deslenguada.   Detalle que es posible identificar en la protagonista de esta cinta, si bien ello se deberá a un motivo muy especial, puesto que en un principio la mujer actúa de una manera por completo diferente.
     Pues su personaje principal es una supuesta publicista de éxito, quien vive una existencia holgada, junto a su pareja, un artista plástico y al hijo de este.  No obstante todo es solo una fachada, ya que la pobre debe tomar una serie de medicamentos para subsistir, su compañero está preocupado solo de su arte y apenas le toma la atención suficiente a ella y mucho menos a sus obligaciones de la casa; para colmo su hijastro es un rebelde que no la respeta (siendo que la casa en la que viven él y su progenitor le pertenece a la dama), obsesionado con el sexo a niveles grotescos.  Para colmo su jefe no valora su labor de años en la empresa que originalmente era de su padre y le  ha puesto como jefa a una chica que apenas tiene experiencia por puro capricho suyo.  Existen además otros detalles que hacen de su vida  una verdadera pesadilla postmoderna.  No obstante la actitud que mantiene para enfrentar todo esto, es por completo pasiva y ello la convierte en alguien por completo infeliz. Hasta que sucede un incidente de connotaciones maravillosas (y que luego al ser revelado su verdadero origen, se transforma en uno de los momentos más graciosos de la historia) y es entonces cuando se transforma en alguien “sin filtro”.  No obstante no se trata solo de ser una persona que llega y dice las cosas, sin pensar en la consecuencias de sus palabras, ni verse obligada a reprimirse; sino que ahora la mujer es alguien que actúa según sus deseos tanto tiempo subyugados por “el qué dirán” y ello le permite dar el primer paso en el camino hacia la plenitud, estando bien con ella misma y con los demás (en especial con quienes realmente ama). El desenlace escapa de todo final convencional y con ello el director/guionista demuestra la madurez de su propuesta, tras tanto tiempo desarrollando su arte; pero también se trata de la oportunidad para conseguir lo más cercano a la verdadera felicidad.
     Uno de los puntos en los que se detiene mayormente la mirada ácida de este filme, radica en mostrar sin exageraciones los extremos a los que ha llegado la actual sociedad chilena, por depender y/o obsesionarse con la tecnología (en especial con las llamadas redes sociales).  El argumento escenifica varias veces y en distintos grados la pérdida de la real comunicación entre personas, por preferir la inmediatez, exhibicionismo y el reduccionismo del WhatsApp y el Facebook, perdiéndose el diálogo directo entre la gente y aguándose las relaciones humanas que se convierten en algo virtual en vez de presencial.  Los ejemplos de patetismo y miseria al respecto son abundantes y si bien no dejan de causar risa, representan sin duda algo que vemos día a día entre personas de cualquier edad y estrato social.
    Se escenifica también una pérdida de valores entre varios personajes, quienes dejan de lado virtudes tales como la empatía, el respeto hacia la libertad de los otros, la amistad y el recato, por no mencionar otros  que de seguro se me quedan en el tintero.  Ello, tal como lo dramatiza a través de la comedia el guión, convierte a la gente en seres incapaces de crear lazos fidedignos con los demás, como bien sucede con la pareja de la protagonista,  la supuesta mejor amiga que posee, su antiguo novio y la futura esposa de este mismo.  La materialidad al final posee mayor interés para muchos de estos individuos patéticos, quiénes se vuelven seres inauténticos por impedirse ser más de lo que aparentan.  Un caso aparte viene a ser la única hermana del personaje principal, quien si bien se caracteriza desde un comienzo como alguien dulce, representa a otro tipo de personas con sus propias taras e incapacidad para mantener relaciones interpersonales maduras.  También se puede mencionar al detestable hijastro juvenil, quien no deja de simbolizar la falta de principios de muchos de su generación, al punto de proyectarse en ellos a adultos que a futuro carecerán de los patrones morales que permiten la sana convivencia entre pares (teniendo una clara responsabilidad los padres ausentes y ligths como el de este mismo muchacho).
     De entre todas las sorpresas cómicas e incluso emotivas que nos entrega Sin Filtro, se pueden también aplaudir la versatilidad y carisma de Paz Bascuñán, la actriz encargada de interpretar a la protagonista y quien impacta ante el paso de ser la fémina reprimida del principio a una por entero distinta, una vez que es efectuada la “terapia” a la que se entrega a regañadientes.  De igual modo cabe mencionar la preocupada banda sonora con la que cuenta la cinta, lo mismo que los distintos escenarios urbanos en los que transcurre esta película.  Por último, aplausos para la preciosa Antonia Zegers y quien acá caracteriza a un detestable (e irrisorio) personaje, por completo diferente al de los distintos papeles que ha hecho y que pese a lo burdo que llega a ser, representa a un tipo de personas con las cuales (lamentablemente) nos encontramos a la vuelta de la esquina.

La protagonista en medio de su propio "día de furia".

miércoles, 10 de febrero de 2016

¡Gatúbela hoy y siempre!


    Hace rato que los cómics de DC Comics dejaron de ser una mera entretención infantil, al menos dentro de la continuidad oficial, pues hay uno que otro por ahí dirigido en exclusiva a los más pequeños.  Esto es porque desde los setenta del siglo pasado, sus historias abordan en profundidad temas escabrosos como la drogadicción, el racismo, la guerra y la prostitución, entre otros tópicos cargados de crítica y que mueven a la reflexión.  No obstante tuvieron que pasar décadas para que ello fuese llevado a expresiones más gráficas, en especial por medio de sus viñetas, de modo de dejar de lado la sugerencia, para ilustrar con mayores detalles la violencia de sus historias.  Es así como hoy en día buena parte de los títulos deceístas logran impactar a los lectores más sensibles por el nivel de hemoglobina, sexualidad y truculencia que se pueden hallar en sus páginas (y no me estoy refiriendo a su línea Vértigo, dirigida en exclusiva a un público con “criterio formado”).  El mejor ejemplo de todo esto vienen a ser las actuales aventuras de uno de sus personajes más emblemáticos, Gatúbela (Catwomam en la lengua de Shakespeare) y que ha inspirado el texto de hoy día.
    Gatúbela es tan antigua dentro de las historietas como el mismísimo Murciélago, puesto que tuvo su debut en el número 1 de la revista dedicada a Batman (1940).  Esta partió como la ladrona que gran parte conoce, obsesionada con las joyas, aunque no devota de matar e incluso con cierta atracción hacia el vigilante.  De este modo desde un principio quien en su faceta civil se llama Selyna Kyle, ha sido identificada como una mujer que se mueve entre los matices de la criminalidad y el heroísmo (o sea, sus pasiones más bajas y/o debilidades versus su conciencia y virtudes, como la gente común y corriente), con quien además en su constante atracción por el Señor de la Noche representa de manera muy especial el llamado juego “del gato y el ratón” (puesto que a lo largo de las múltiples representaciones de los encuentros entre ambos, es posible ver esta complicada relación de los dos, la primera como alguien al filo de la ley y el segundo como un representante de esta misma).  No obstante pese a los roces entre ambos, la pasión e incluso el amor que se tienen es evidente y ello lo han sabido cultivar con maestría cada uno de los distintos autores que han trabajado con estos dos.  Es así como durante la llamada Edad de Plata de los cómics (décadas cincuenta y sesenta) en lo que correspondía a Tierra-2 (unos de los mundos paralelos del Multiverso DC) Gatúbela dejó su carrera de ladrona y terminó casándose con su ex rival, teniendo ambos como hija a Helena Wayne, quien luego se transformaría en la Cazadora original.  Más recientemente durante lo que se llamó el periodo Post Crisis, luego del reseteo de DC Comics a partir de su famosa saga titulada como Crisis en las Tierras Infinitas (1985-1986), Batman le confesó su identidad secreta a Gatúbela tras los eventos de Silencio (2002-2003), ahora convertida en una gran aliada.
    Para ser sinceros, desde sus tempranos comienzos la Gata ha llamado poderosamente la atención de escritores, dibujantes y lectores (entre ellos un servidor, quien ya en su tierna infancia sentía predilección por esta misteriosa dama), acaparando espacio en las historietas y otros medios artísticos, ya sea en la televisión como en el cine.  En lo que a revistas se refiere, tras la reinterpretación realista que hizo de ella el afamado Frank Miller en su igualmente celebrada novela gráfica Batman: Año Uno (1988), de inmediato consiguió su primera miniserie un año después, hasta que luego tuvo ya su propia cabecera que duró años, partiendo con artistas de la talla de Chuck Dickson y Ed Brubaker, dos consagrados guionistas a cargo de ella. 
     En lo que corresponde a adaptaciones audiovisuales, en el clásico programa televisivo camp y paródico de la era “a-go-gó” con un Batman gordinflón y un Robin bastante crecidito (y a quien según cuenta la leyenda se le notaba demasiado el “paquete” de la entrepierna, razón por la cual debían tratar de enfocarlo de manera que no se le notaran sus “vergüenzas”), tres preciosas actrices la interpretaron, robándose la cámara con su sensualidad resaltada por los ceñidos trajes que usaban.  Largo tiempo tuvo que pasar para que una despampanante Michelle Pfeiffer la encarnara en el cine, gracias a la magia de Tim Burton en Batman Vuelve (1992), seduciendo más que nunca a los fanáticos de la antiheroína. Es cierto que en materia de cartoons, la dama en cuestión estuvo presente en varios títulos sobre Bruce Wayne y su alter ego, no obstante sus intervenciones no pasaron a más…Y entonces fue que aprovechando el éxito de los dos filmes sobre la franquicia batmaniaca hechos por Burton, se estrenó el longevo show para la pantalla chica conocido como Batman: Las Aventuras animadas (1992-1998), que ayudó como nunca a definir el carisma de Gatúbela para la audiencia masiva, como una mujer que sin ser malvada gusta de la acción y de vivir al borde de la ley, a la par de encontrarse ligada románticamente al Encapuchado.  Con posterioridad otras animaciones para la TV, The Batman y Batman the Brave and the Bold siguieron usándola como personaje recurrente, siendo que lo más genial del último programa aquí mencionado, fue que usó como modelo a la Gatúbela de la Edad de Plata; de este modo la podemos ver usando uno de sus trajes de antaño y con una personalidad más acorde a aquellos tiempos (o sea, con una pizca de maldad, aunque siempre enamorada de su némesis).   El cine la tuvo como protagonista absoluta en su propia película (2004), una versión bastante libre del personaje y la cual no fue del agrado que digamos tanto para el público como para la crítica (de hecho está considerada entre las peores cintas de superhéroes).  Solo gracias a Christopher Nolan y el cierre de su trilogía dedicada al Caballero de la Noche, Gatúbela pudo regresar en gloria y majestad por medio del largometraje Batman Asciende.  Por último en cuanto a lo que se refiere a versiones audiovisuales sobre este personaje, hoy en día podemos encontrarla en una dimensión bastante distinta a la abordada con anterioridad: en la serie Gotham, donde Selyna es una adolescente que vive en la calle, roba para sobrevivir y es amiga de un también jovencísimo Bruce Wayne.

La mejor Gatúbela cinematográfica de todas: la de Michelle Pfeiffer (las otras no le llegan ni a sus largos tacos).
  
    Cuando los ejecutivos y creadores de DC decidieron volver a reiniciar su Multiverso, luego del evento Flashpoint (2011), Gatúbela fue uno de los personajes elegidos para conformar los llamados Nuevos 52, correspondientes a las 52 revistas que comenzaron desde cero las aventuras de un montón de personajes clásicos deceístas.   Fue así como en el guión quien  se encargó de esta nueva etapa suya correspondió a Judd Winick, autor considerado ente los grandes de la actualidad.  Este autor caracterizado por no temer a tratar temas candentes en sus trabajos, otorgándoles con ello un tono más maduro y serio que en el caso de muchos otros colegas suyos (abordando directamente la diversidad sexual, el SIDA, el rapto de menores de edad y otros), había trabajado con anterioridad en colecciones de prestigio dentro de la compañía, tales como el mismísimo Batman; donde realizó una de sus mejores historias con Bajo la Capucha Roja (2005-2006), resucitando al malogrado segundo Robin Jason Tood, sin duda un cómic que hizo historia y que inspiró una formidable película animada basada en tal arco argumental, guionizada por él mismo.  Igual de recomendables resultan sus aportes para los Outsiders, Linterna Verde y Flecha Verde, entre otros destacados títulos.  En el apartado visual estuvo Guillem March, dibujante español elogiado por las increíbles mujeres que diseña, de modo que era el nombre ideal para llevar a cabo la imagen renovada de Gatúbela.  Pues esta dupla durante un año completo, o sea en los primeros doce números de su revista, la actualizaron realizando una labor de primera (ECC recopiló para nuestro idioma en dos tomos dicho periodo, en dos preciosas ediciones que incluyen textos de apoyo y unos cuantos extras).   Tras la partida de ambos, Ann Nocenti tomó la batuta, acompañada de varios colegas más.
    En cuanto al cómic mismo de esta “nueva” etapa de Gatúbela (pues ya han pasado casi cinco años desde su relanzamiento), Winick decidió centrarse en la primera época de la antiheroína como tal, cuando ya ha decidido usar su ajustado (y sexy) traje para dedicarse a lo que más le gusta en la vida.  De este modo el tema de sus “orígenes secretos” no llega a ser revelado durante su periodo en la revista, si bien el escritor nos deja con una interesante pista al respecto: Selyna cuando era pequeña había sido raptada y nadie acudió en su búsqueda, de modo que al parecer fue ella misma quien tiempo después por sus propios medios logró zafarse de su cautiverio.  No obstante como bien queda claro al ver su conducta, ahora como mujer de poco más de veinte años, ello la marcó lo suficiente como para convertirla en alguien con sus propios demonios interiores, además de ser alguien para quien su libertad para hacer lo que quiera es algo casi sagrado (de ahí su intención de vivir al límite). Otro detalle significativo dentro de sus argumentos, viene a ser que para cuando se comienzan a contar sus aventuras, esta hace un tiempo que conoce a Batman, con quien ya mantiene una relación ambigua de atracción, aunque en esta ocasión quizás más tormentosa que nunca.  Es en el potente primer número de la serie, que sucede un episodio que causó controversia en su momento (y tal vez aún entre los lectores que lo leen por primera vez), puesto que las viñetas escenifican sin eufemismo un encuentro sexual entre los dos enmascarados, y de todo de una manera bastante salvaje, algo no esperado por los seguidores del Murciélago; no obstante esto enfatiza la naturaleza animal de ambos y la calidad de los sentimientos del uno por el otro (si bien ello va mucho más allá de la mera atracción física).  Bruce reaparece unas cuantas veces en estos cuadernillos e incluso llega a tener un gesto bastante considerado con la criminal, pues lleva rato sabiendo cuál es su verdadera identidad.  Por lo tanto el mayor justiciero de Ciudad Gótica, posee gran preeminencia dentro de esta última colección dedicada a la Gata.
    Dentro de la trama que realiza el guionista, se encuentran unos números dedicados a la primera gran saga del universo batmaniaco, La Noche de los Búhos, la cual se extendió por las cabeceras de todos los personajes ligados directamente al Señor Oscuro; no obstante estas entregas aun cuando no son deficientes, no corresponden a lo mejor de Winick para el personaje, ya que la verdad desde principio a fin la saga se encuentra llena de adrenalina y argumentos complejos.  Asimismo crea nuevos personajes de gran interés, entre aliados y villanos, algunos de ellos metahumanos con los que se cruza nuestra felina favorita para complicar más su existencia. Esta Gatúbela es en la práctica la misma que conocemos quienes la adoramos, ya que pese a que sus circunstancias han cambiado, sigue poseyendo esa personalidad encantadora, con buen humor lleno de picardía y un corazón de oro que la lleva a no negarle a los necesitados su protección. 
Varias Gatúbelas a lo largo de los años.
    Considerando la caracterización de Gatúbela que hace Winick, toman vital relevancia los temas de la responsabilidad y la culpa, de modo que el personaje se ve ante una encrucijada por salir adelante en medio de sus propias miserias.  La dama se equivoca una y otra vez, se deja llevar por sus impulsos y pese a que su inteligencia y habilidades son altas, como joven que es le falta experiencia, además de ser una esclava de sus instintos y/o emociones.  Por lo  tanto esta etapa de Winick/March, viene a ser una especie de narración acerca de la iniciación a la vida adulta y el crecimiento personal.  Cabe destacar además el sentido literario que le otorga aquí el guionista a su trabajo, puesto que incluye una narración en primera persona, venida de la propia mente de Gatúbela, de modo que nos es posible conocer sus pensamientos y así adentrarnos mejor que nunca en su punto de vista.  A su vez los títulos de cada entrega, están sacados de algunas palabras claves del propio discurso de la protagonista a lo largo de las páginas.
    Quiero terminar con un recuerdo del año pasado ligado a Gatúbela misma.  En diciembre se celebró un evento en la Biblioteca de Santiago, llamado Marvel versus DC, con dos días dedicados a los universos de ambas casas editoriales.  Pues no vacilé en llevar a mi sobrinito Amilacar, quien tan solo a sus seis añitos de vida comparte con su tío que lo adora estas ficciones.  Pues el día domingo de ese fin de semana giró en torno a DC y cuando se estaba efectuando el concurso de cosplayers  (gente disfrazada de sus personajes favoritos, por lo general con trajes hechos por ellos mismos), el animador invitó a salir adelante a nada menos que un “Gatúbelo”, quien no se había inscrito para la competición, pero que ante lo espectacular de su atuendo merecía sin duda estar junto a los concursantes.  Ovacionado por los asistentes el Gatúbelo salió adelante y en verdad su traje y simpatía se ganaron el aprecio de todos; el tipo no era un hombre travestido, si no que era la versión masculina del personaje (con barba “candado” incluida) que con según sus propias palabras lo identificaba.  Cuando le tocó presentarse y posar frente a las cámaras, realizó la postura característica de la Gata y ello fue en verdad genial.  Finalmente consiguió el primer premio, pese a que nunca su intención fue ingresar al certamen.  Al dar su discurso de agradecimiento me gustó mucho lo que dijo:

    “Es bueno que existan  instancias como esta, a través de las cuales quienes gustan de este tipo de obras puedan reunirse y divertirse juntos ¡Viva la diversidad!”.

    Los aplausos se escucharon con muchas ganas y el verdadero sentido de la propuesta estética del ganador y sus palabras quedaron más que claros, sin producir incomodidad alguna.  Ello me hizo muy feliz.
      Solo lamento que Amilcar y yo no nos hayamos sacado fotos con Gatúbelo. 


domingo, 7 de febrero de 2016

Lo mejor que puedes hacer para disfrutar esa serie es olvidarte del libro.


      La Cúpula (Under the Domme, en su idioma original, o sea, Bajo la Cúpula si traducimos su título por completo) corresponde a la novela más extensa publicada por el llamado Rey del Terror, Stephen King, en los últimos diez años.  Editada en 2009, posee sobre las mil páginas y su aparición en las estanterías de las tiendas especializadas acaparó la atención de sus numerosos lectores, como también de la crítica.  Como este libro ya fue abordado en profundidad por el Cubil con anterioridad (hacer click aquí si deseas leer al respecto), por ahora solo me limitaré a una breve reseña sobre su contenido: La narración trata acerca de una pequeña ciudad o más bien un pueblo, que de un momento a otro se haya aislado del resto del mundo, debido a una cúpula transparente que aparece rodeandolo.  Nadie sabe cuál es su origen, no obstante ello no impide que sus habitantes traten de escapar de su prisión.  Mientras sucede todo esto, las fuerzas en pugna entre los mismos lugareños de Chester`s Mill comienza a hacer crisis y con ello todo se complica más que nunca.  Para muchas personas, entre lectores constantes y la crítica especializada, esta obra es sin duda una de las mejores de King, si no del resto de su trayectoria, al menos de lo que ha hecho en lo que va de este siglo. 
      Ante el atractivo de este libro, lejos mucho más complejo que lo que un servidor ya mencionó, de inmediato surgió el interés por hacer una adaptación audiovisual.  Entre los primeros interesados o al menos de los más famosos, se encontraba el director y guionista J. J. Abrahams, poseedor de una carrera destacada en la televisión y el cine, siendo el responsable de la creación de series ya clásicas como Alias, Lost y Fringe; en cuanto a su aporte para el séptimo arte, memorables resultan ser sus “relanzamientos” de las franquicias de Star Trek y Star Wars.   Para terminar con Abrahams, no está demás decir que esté desde joven resultó ser admirador de S.K. al punto que apenas pudo se hizo amigo personal de su escritor favorito.  El otro personaje de prestigio que desde un principio manifestó su deseo de encargarse de una versión televisiva o cinematográfica sobre La Cúpula, corresponde nada menos que a Steven Spielberg, quien no requiere mayores presentaciones.  Pues al final fue Spielberg quien consiguió llevar a cabo la adaptación del codiciado libro y ello fue a través de una serie de televisión que terminó tan solo el año pasado, luego de tres temporadas y un total de treinta y nueve episodios.  Al proyecto se sumó Stephen King, compartiendo la producción ejecutiva junto al director de E.T. y Tiburón, lo que supuestamente auguró una conversión a la pantalla chica lo más fiel al texto de su autoría…Pero esto no fue así. 
     Considerando que los eventos de la novela escrita por el autor de Todo es Eventual, 11/22/63 y Cementerio de Animales transcurren en un par de semanas, los encargados de llevar a cabo la hazaña de adaptar La Cúpula, optaron por extender el periodo en el que transcurren sus acontecimientos, dejándolo todo en alrededor de un mes hasta la finalización del programa y con la posibilidad abierta de continuar su trama en el caso de una posible cuarta temporada.  La verdad es que ante el hecho de tener que alargar la historia lo suficiente como para mantener a la audiencia atenta en más de un año, pese a que el tiempo dentro de la ficción corría de manera lenta, se tomó la decisión de realizar varios cambios respecto al material original.  Para quien haya leído el libro, estas variaciones respecto al libro que lo inspiró todo, fueron aumentando gradualmente hasta llegar a convertirse en una versión libre de la novela, puesto que ya en la segunda temporada se trataba de un argumento casi por completo distinto al que realizó el señor King y ya hacia la tercera temporada era algo enteramente diferente a lo que muchos lectores esperaban.  Los drásticos cambios en la trama convirtieron a muchos personajes en lejanos reflejos de sus referentes literarios, creándose incluso un montón de personajes nuevos que para nada estaban presentes en el texto.  El mismo Stephen King dejó el cargo de productor ejecutivo y su nombre desapareció de los créditos como tal hacia la última temporada.  Llegados a este punto, bien podría preguntarse uno qué tanto le gustó o no al narrador lo que terminaron haciendo con su obra.  No obstante hay que ser justos y a muchos les pudo sorprender gratamente los giros argumentales de esta versión casi apócrifa del libro, en especial entre aquellos que pedían mayor justicia con la materia de sus sueños.
    No todo el mundo que haya visto la serie sobre La Cúpula leyó el libro, de modo que resulta igual injusto enjuiciarla solamente por su lejanía al texto que la inspiró; por esta misma razón es mejor evaluarla por sus propios logros y errores, puesto que al final sus responsables la convirtieron en una obra independiente de la novela mencionada.  Si Stephen King le otorgó ciertos elementos de ciencia ficción a la historia, la adaptación reforzó aún más esta atmósfera, al punto de que hacia la tercera temporada es posible encontrar la huella de Los Usurpadores de Cuerpo, ya sea en su formato literario, como en cualquiera de sus versiones; de este modo la trama trabajó el patológico temor yanqui a la suplantación de la identidad y, peor aún, a la pérdida de la libertad individual ante una amenaza de tipo “socialista” (por llamarlo de alguna manera).  Pues introducir estas ideas en la trama del show para nada resultan ser una novedad; no obstante puede ser para muchos espectadores algo inesperado y grato la manera de cómo gradualmente se fue yendo la historia hacia esta dirección.  Por otro lado, se le otorgó un origen bastante distinto a la cúpula misma, sazonando todo con un complot y teorías de las conspiraciones, intereses caros a buena parte de la población.
     Dentro de la manera de cómo se fueron desarrollando las relaciones humanas en la serie, más todavía por tratarse de toda una comunidad sometida a la constante presión de sobrevivir al nuevo status quo, atractivo resulta ser el siguiente punto: Buena parte de los personajes principales para nada son perfectos (tal como la gente en la vida real), no obstante este significativo detalle se hace más relevante al caracterizarlos como individuos con más de un esqueleto en el armario o que durante los eventos de su cautiverio llegaron a cometer actos bastante deplorables (por no mencionar su pasado).  Sin embargo las constantes pruebas a las que se enfrentan y en las que deben trabajar junto a otros para salir victoriosos, les otorga las oportunidades suficientes para demostrar que para nada son personas viles, sino que solo se equivocaron y que ahora es el momento de redimirse; entre estos hay más de un asesino y/o persona inestable psicológicamente.  De este modo se crean alianzas forzosas que recuerdan esa vieja expresión que habla de “extraños compañeros de cama”, pues quienes fueron enemigos, ahora deben ser aliados para evitar su propia extinción y en pro del bien común.  Es así como varios de los protagonistas van sorprendiendo con los cambios que va sufriendo su conducta y su trato con el resto, a lo largo de La Cúpula.
     Otro aspecto que llama la atención en el programa es que teniendo tantos personajes y saltando el protagonismo entre uno y otro, justo cuando uno ya se ha acostumbrado a ellos (en especial por las nuevas incorporaciones al elenco a medida que se suceden las temporadas), los guionistas nos matan a nuestros personajes favoritos.  Por lo tanto nadie está seguro dentro de La Cúpula, debido a que la gente cae como mosca y no importa si eres realmente importante para la trama y los tuyos.
      En la primera temporada se incorpora una pareja lésbica que comparte la maternidad de una hija adolescente y descendiente consanguínea de una de ellas.   Bien por tener personajes LGTB en la serie y más por desarrollarlas como mujeres admirables, además de demostrar que es posible conseguir formar una verdadera familia con tales características…No obstante al final los guionistas se autocensuraron y evitaron todo tipo de manifestación amorosa física entre las dos damas; más encima la única vez en que hubo un beso de ambas frente a las cámaras fue tan poco convincente, que más que un gesto entre dos enamoradas, parecía el hecho entre dos hermanas.  Por lo tanto si decides abordar directa o indirectamente estos temas, absurdo llegan a ser casos como el mencionado.
     Para variar, el programa carece de presentación o créditos de apertura, puesto que no se le puede llamar con esos nombres al “pantallazo” que dura un par de segundos tras el prólogo de cada capítulo y donde sobre un paisaje identificatorio de Chester`s Mill dice Stephen King`s: Under the Domme.  La falta de creatividad para otorgarle mayor identificación a la serie, se observa también con una de las peores bandas sonoras hechas para un show televisivo; pues su banda sonora apenas logra apreciarse y bien pudo haber resaltado los aspectos más épicos de su trama, creando melodías evocadoras al más puro estilo de lo que podemos encontrar en otros programas del género como bien lo son Buffy, Angel o Millenium.
    En cuanto a los personajes principales de la serie, los que son bastantes, ya que muchos de ellos fueron rotando (apareciendo y desapareciendo en escena) según se desarrolló esta misma, corresponden a:

·       Dale “Barbie” Barbara: Uno de los tres componentes del triángulo protagónico de la historia.  Es un apuesto ex militar que se encuentra por pura mala suerte dentro de la ciudad cuando cae la cúpula.  Corresponde a un héroe caído en desgracia que ante el giro de los acontecimientos, logra convertirse en el buen hombre que siempre debió ser, si bien como a muchos de compañeros de infortunio su pasado lo persigue una y otra vez para atormentarlo.  Sus varias habilidades serán importantes a la hora de organizar y proteger mejor a la población ante cada nueva amenaza.
·       Julia Shumway: Bella periodista caída en desgracia, que hasta la crisis de la cúpula tenía una vida monótona, pero que luego como Barbie se convierte en alguien imprescindible para sus vecinos.  Su personalidad voluntariosa la convierte en una de las líderes del lugar y la lleva a encontrar en el antiguo uniformado al amor de su vida, si bien ambos deben pasar por un montón de tribulaciones antes de conseguir cierta plenitud juntos.
·         James “Big Jim” Rennie: Uno de los mejores personajes de la serie y de los más complejos, en especial por las distintas etapas por la que pasa en su desarrollo, además de ser soberbiamente encarnado por el actor encargado de interpretarlo.  Es el concejal de la ciudad y la mayor autoridad política de Chester`s Mill, quien a lo largo de su carrera se ha granjeado un montón de amigos y enemigos, puesto que resulta ser un tipo demasiado obsesionado con su figura de líder, al punto de no vacilar en tomar medidas extremas para conseguir sus objetivos.  Su actitud impulsiva y violenta lo hace tener varios enfrentamientos con Barbie y Julia, si bien como descubren al final no les queda otra que trabajar juntos. Big Jim es sin duda uno de los hombres más peligrosos y astutos de todos los que se hayan bajo la cúpula.   La caracterización de este personaje termina por alejarse tanto de su versión literaria, que al final se convierte, pese a sus innumerables yerros, en alguien admirable, pues lo que más desea en el mundo es lo mejor para la gente que representa.
·         James “Junior” Rennie: El único hijo del anterior, es un personaje que parte muy parecido al de su símil en la novela, no obstante los guionistas también lo llegan a humanizar y hacerlo más agradable al público.   Es un muchacho que recién está entrando a la vida adulta y que vive bajo la poderosa figura de su padre, por quien siente amor y odio a la vez.  De personalidad inestable, supuestamente heredada de su fallecida madre, posee la misma naturaleza violenta de su progenitor, aunque trata de frenarla.
·    Joe McAlister: Adolescente de gran inteligencia que quedó solo bajo la cúpula junto a su hermana mayor, puesto que sus padres se encontraban fuera cuando sucedió todo.  Sus grandes conocimientos y buen corazón lo transforman en uno de los héroes indiscutidos de los suyos.  Mientras todo esto sucede, Joe conoce por primera vez el amor.
·         Oficial Linda Esquivel: En contra de su voluntad, llega a convertirse en la sheriff del sitio, por lo que como muchos otros debe sacar fuerza de flaqueza para lograr mantener el orden entre la población y convertirse en alguien útil más que nunca.
Junto a Joe viene a ser uno de los personajes más virtuosos entre tantos individuos imperfectos.
·         Angie McAlister: La hermana mayor de Joe, es una joven que como buena parte de la gente adulta del lugar, se debate entre sus fortalezas y debilidades.  Tiene una relación bastante tormentosa con Junior y pese a lo que deseaba, se vuelve alguien especial, puesto que la misma cúpula la requiere para sellar el destino de todos.
·    Elinore "Norrie" Calvert-Hill: Adolescente de conducta descarriada, aunque no por ello malintencionada, quien como Barbie se encontraba de paso en la zona cuando ocurrió todo.  No obstante llega a adaptarse bastante bien a los infortunios que le toca pasar, siendo uno de los personajes que más le toca sufrir de entre todo el programa.  Como la anterior y otros más, su papel resulta relevante en todo lo que concierne a las oscuras fuerzas tras la aparición de la cúpula.
·    Sam Verdreaux: Tío de Junior y cuñado de Big Jim, resulta ser otro hombre de pasado escabroso que busca redimirse y que en el proceso se vuelve alguien valioso para la gente, aunque no deja de estar ligado a algunos de los acontecimientos más fatídicos de la historia.
·     Rebecca Pine: Profesora del, al aparecer, único colegio de Chester`s Mill, enseña ciencias y gracias a sus conocimientos al respecto llega a ser otra de los habitantes vitales para la sobrevivencia de los demás.  No obstante su intervención cuando debuta en el programa, la convierte por un rato en alguien no muy querido que digamos.
·      Hunter May: Joven y guapo experto en computación que llega al pueblo de una manera bastante curiosa, mucho después de que ha caído la cúpula.  Corresponde a un importante aliado para el trío protagónico.
·      Melanie Cross: Adolescente que aparece casi de la nada entre la gente del lugar, desmemoriada y sin nadie que la reclame, hasta que se revela su identidad relacionada al pasado de varios de los habitantes del pueblo.  Su papel complica como pocos la vida de varios de los personajes principales.
·     Christine Price: Misteriosa y sexy mujer mayor que llega a ser la gran villana de la serie, pues está detrás de lo que en realidad es la cúpula, manteniendo una agenda secreta que trata de cumplir, manipulando a todos los que pueda para conseguir sus objetivos.
·     Eva Sinclair: Dama ligada a Christine, quien guarda varios secretos y que pese a no ser malvada, se convierte en uno de los personajes más nocivos para la gente de la serie.  Importante resulta ser la relación que llega a forjar con Barbie. 

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...