miércoles, 16 de agosto de 2017

Regreso al Mundo de Watchmen. Séptima Parte: Rorschach


7.1- El Dibujante.

     Luego de Jae Lee (definitivamente uno de mis favoritos), de entre todos los grandes artistas del dibujo que trabajaron para Antes de Watchmen, sin dudas que el siguiente que tiene mi completa admiración por la calidad y estética de su trazo, viene a ser Lee Bermejo. Pues tuve el gusto de conocerlos hace años ya, gracias a una de las novelas gráficas más hermosas sobre el Caballero de la Noche, con las que me he encontrado a la largo de mi vida: Batman: Nöel, que él mismo escribió además de realizar sus viñetas.
      Debe saberse que este hoy en día consagrado caricaturista comenzó su labor nada menos que muy joven, como becario para WildStorm, el sello creado por Jim Lee en Image Comics y que luego pasó a ser parte de DC.  Sin tener mayores estudios formales a diferencia de muchos colegas suyos y valiéndose solo de su talento como autodidacta, sus primeras incursiones profesionales estuvieron en las franquicias de Resident Evil y Gen 13  entre 1998 y 1999 (siendo la segundo aquí mencionada una serie muy popular por aquellos años). 
     Ya conseguido una reputación en el medio, destacable viene a ser su labor en las páginas del Anual 1 de Wildcats, otro de los títulos estrellas de WildStorm y luego su salto en grande a DC, realizando varias colaboraciones para títulos sobre Superman y, por supuesto, Batman. 
      El sello Vertigo de la misma DC también lo ha fichado en más de una ocasión, como ha pasado con algunos de sus títulos insignia tal como Hellblazer y 100 Balas.  En el caso de esta última colección mencionada, debe saberse que en ella trabajó junto a Brian Azarrello, el mismo guionista con el que ha hecho varias de sus obras más destacadas como Lex Luthor y Joker, además de esta misma miniserie dedicada a Rorschach y a la que me referiré en breve.
     Para Marvel ha firmada nada menos que en algunas colecciones de Daredevil y X-Men, sin duda de entre lo más cotizado de la Casa de las Ideas.
     El perfeccionismo de su trabajo que busca un realismo que lo acerca a artistas como Alex Ross y J. G. Jones, lo ha convertido en uno de los portadistas más solicitados del noveno arte, pudiendo mencionarse sus bellas portadas para las tres primeras miniseries basadas en una de las novelas de Stephen King más emblemáticas: Apocalipsis (título al que me referiré dentro de poco en este blog). Ello para Marvel.

7.2- El Comic.

      El conflictuado y violento Rorschach es sin dudas uno de los mejores personajes de la creación original de Alan Moore y Dave Gibbons, debido justamente a su personalidad psicótica que lo convierte en un tipo que si no fuera por su fuerte sentido del deber, sería un psicópata más…y uno de temer.  Con su visión del mundo casi maniquea, en la que no hay perdón para los villanos y sus hábiles métodos de detective, si bien está inspirado en Question de la desaparecida editorial Charlton (que fagocitó DC), es una especie de cruce entre el Castigador y Batman.  Su dura infancia que lo marcó de por vida y su posterior opción justiciera que luego lo lleva a vivir apartado de la misma humanidad a la que ha jurado proteger, lo convierte en un sujeto carismático pese a no ser el alma de la fiesta.  De este modo contrasta con alguien como el Comediante, un tipo apuesto, sexy y siempre con una sonrisa, que no deja de ser un criminal más con permiso para matar, a diferencia de este otro sujeto amargado que se esconde bajo una máscara que causa temor, poco atractivo y que pese a todo quiere lo mejor para la gente.   
     Azarrello escoge muy bien la ambientación de su guión, llevando la historia al New York de los setenta, callejero, sucio y nocturno, lleno de delincuentes, prostitutas, proxenetas, drogadictos y personas en general de rostro endurecido.   Es así que en medio de este escenario nos encontramos con un Rorschach que trabaja en solitario, mientras anda detrás de un asesino serial que escoge entre sus víctimas solo a mujeres (siendo que nuestro protagonista posee un verdadero punto débil hacia las féminas indefensas y abusadas).  Por otro lado, en su camino se cruza un mafioso con aspecto de verdadero villano de cómics de superhéroes, toda una contrapartida en plan malvado al reservado y algo escuálido vigilante. 
     La trama ahonda en la soledad del protagonista, quien ha optado por no tener amigos, ni siquiera socios tras una temporada trabajando junto a Búho Nocturno.  Es así que la inclusión de una dulce mesera, con la que parece hay una especie de atracción entre ambos, que el argumento se vuelve mucho más fuerte a la hora de ahondar en la desgraciada vida de este hombre.
     Se trata de una de las novelas gráficas más violentas e impactantes de esta colección, sin un ápice de humor y en la que el acompañamiento gráfico de Bermejo aumenta sin dudas la crudeza de esta obra, que a mi humilde parecer es una de las mejores de Antes de Watchmen.   En ella el uso de tonos oscuros y las hermosas portadas (bastante ingeniosas por cierto dos de ellas, a la hora de jugar visualmente con la máscara del protagonista) para sus cuatro números, hacen de esta miniserie una verdadera delicia para los lectores.
     Para seguir la atmósfera de los lineamientos orquestados por los creadores originales, su sucesor mantiene la idea del diario de Rorschach.  Por lo tanto, tal como ya pasó con el de Ozymandias, se nos permite conocer de primera mano su propia psiquis, lo que significa adentrarse en su propia visión de mundo y que lejos lo diferencia pese a las cercanías al mencionado Ozymandias.
     Por último, debe mencionarse el hermoso homenaje y/o guiño que realiza Azarrello al filme de culto de Martin Scorsese Taxi Driver, hecho solo para cinéfilos, en unas cuantas viñetas donde Rorschach y el taxista interpretado por Robert de Niro en el filme tienen un muy interesante diálogo.  Tal momento no es gratuito y ubica de mejor manera al personaje del cómic, entre las grandes historias de los últimos tiempos. 

El homenaje a Taxi Driver.

3 comentarios:

  1. Este es de los personajes que más me gustó en la obra original, su retorcido pero inquebrantable sentido de la justicia es el perfecto contraste contra la deshumanización de Manhatan o el inhumano plan de ozzymandias.

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    1. ¡Y yo que pensé que Rorschach había sido completamente olvidado por mis lectores! Sí, también es mi favorito del cómic original.

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    2. Perdón por la tardanza, pero pese al cambio de aires, el tiempo libre quedó igual de reducido, pero aquí andamos.

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