lunes, 31 de diciembre de 2018

¡Se nos acabó el 2018!


     Comienzo mis palabras muy temprano este día, cuando me tocó venir a la pega en mi última jornada antes de salir de vacaciones, por nada menos que dos meses.  Hubiese preferido quedarme en casa, pero al menos ya luego podré descansar, que tengo amigos que hoy lo tienen libre y tuvieron fin de semana “extra largo” (de 4 días seguidos); pero en el caso de los que son colegas míos, trabajan más o menos hasta la quincena de enero, así que mil veces prefiero “sacrificarme” por un rato, que luego podré descansar todo lo que quiera.
      Antes de dedicarme de lleno a estas palabras, me encontraba escribiendo mi tan aplazado post sobre la peli de Aquaman, que menos mal me gustó, sin embargo, he optado por dejar este texto para el año que viene.  He decidido mejor terminar este 2018 con una revisión de lo que han sido estos 12 meses.  Ahora bien, me encontré en la disyuntiva de si mi resumen sería dedicado a mi vida personal o a lo hecho con el blog; como las veces en que hice lo primero, creo que me trajo mala suerte laboral, puesto que al año siguiente me despidieron, como cábala prefiero no llevarlo a cabo.  Por lo tanto, me dispongo ahora mismo a ver qué tanto hice en esta ocasión, en lo que respecta a mi página.
     Vamos por parte…
      Este año solo llegué a la cantidad de 88 entradas, razón por la cual la que ahora escribo viene a ser la número 89.  Por mucho que me propuse de seguir mis proyecciones de 8 por mes, no pude cumplir con ello, que tiempo me faltó con todo lo que hago y eso que tengo mucha más libertad que varias de las personas que conozco (léase “soltero sin compromisos”).  Bueno, al menos seguí dando lo mejor de mí, que conozco otros blogs que han muerto hace rato o que sus autores los actualizan de vez en cuando, por no decir de forma irregular (como por ejemplo…).  
      El 2018 comencé 2 proyectos para mi blog, en cuanto a temática recurrente.  Primerome puse a escribir por fin la serie llamada Pecados de Omisión, algún tiempo planificada, sobre aquellos libros que en su mayoría no me compré cuando tuve la oportunidad de hacerlo y luego me sentí culpable por no hacerlo.  Algunos de estos pude adquirirlos con posterioridad (y este mismo año), la mayoría, lamentablemente hoy en día están discontinuados, así que tengo razones de sobra para que ello pese sobre mi conciencia, je.  En total son 4 textos, en los cuales me permito contar hartas cosas de mí mismo (razón por la cual, todos tienen la etiqueta de Memorabilia, puesto que poseen mucho de autobiográficos), entre anécdotas y recuerdos muy emotivos para mí.  Por todo lo anterior (y más), me habría gustado que mis amigos les hubiesen dedicado su tiempo, pero como ya me ha pasado antes, los ignoraron por completo; en cambio, amigos “lectores constantes”, que no me conocen en persona, sí compartieron conmigo esos recuerdos y eso se los agradezco de corazón.  Aún me quedan dos entregas de estas, que espero poder compartirlas con ustedes durante estos meses de relajo.  
      Dentro de los gustitos y/o regalitos que me di este tiempo, uno de los que más satisfacciones me ha dado ha sido comprarme (por Internet), un hermoso pack con toda Viaje a las Estrellas: La Nueva Generación en blu-ray.  Es así que a medida que voy viendo otra vez sus capítulos, me he puesto a poner por escrito mis impresiones por cada uno de ellos; como son muchos episodios, hago al menos tres entradas por cada temporada y a la fecha ya llevo doce en total; es un trabajo que requiere mucha dedicación, quizás más que otros, aunque no voy a negar que me gusta esto de revisar cada una de sus historias.  Por el momento ya voy en la segunda mitad de la cuarta temporada, así que, la verdad, todavía me queda harto por repasar esta gran serie y que tanto me marcó para el resto de mi vida; yo creo que estaré hasta como marzo del año que se viene en ello (en otras palabras, me queda mucho por disfrutarla).
     Uno de los mayores pilares de mi Cubil es la literatura y en su más de siete años de existencia, casi desde sus comienzos que estoy plasmando en él cada libro que leo, la mayoría novelas y colecciones de cuentos.  De ese modo, además, puedo llevar un registro de mis lecturas literarias anuales.  Por lo tanto, quien se mete en el ciberespacio de este blog, se va a encontrar con nada menos que con quince libros en total (o 16 si quisiera verlo de otra forma).  No obstante, para ser justo, uno de esos títulos lo leí a finales del 2017 y el siguiente de mi lista lo comencé ese mismo año, razón por la cual tampoco debería ponerlo dentro de mis libros del 2018 (en otras palabras, El Camino de los Reyes de Brandon Sanderson es en toda su extensión, por sobre las mil páginas, un buen libro intermedio entre estos dos años de mi vida).  Por lo tanto la lista queda en trece  textos.  De ellos tres son colecciones de cuentos, dos libros de ensayos (uno escrito por nada menos que mi querido amigo Miguel Acevedo), otro una colección de cuatro “novelas cortas” y el resto novelas propiamente tal.  
     Este año le di duro a algunos de mis autores predilectos, puesto que me leí un par de antologías de Robert Howard, una excelente dupla de Stephen King o, mejor dicho, un trío de volúmenes kingnianos (al considerar El Diario de Ellen Rimbauer entre estos, aun cuando sea de otro autor y negarme a separar Cuatro Después de la Medianoche en dos o cuatro títulos, según cómo lo editaron con posterioridad), un cuarteto de Orson Scott Card (que no he podido completar la Saga del Retorno, en realidad una pentalogía) y tuve mi emotivo reencuentro con Robert McCammon, con un díptico de su aclamada bibliografía.  Todos ellos, salvo una novela y un cuento, son narraciones que están entre los géneros de terror, ciencia ficción y fantasía (mis predilectos).
     Por otro lado, en lo que concierne a la narrativa chilena, solo tuve en mis manos uno no más: Los Detectives Salvajes de Roberto Bolaño…Un trabajo que me provocó emociones dispares y, sin dudas, lo que menos me atrajo este año dentro de mis lecturas literarias.
     La verdad es que me leí un libro más, el cual acabé cerca del atardecer de hoy: esa maravilla que es El Bosque Oscuro de Cixin Liu.  No obstante como ya no escribiré al respecto en los próximos días, o sea en pleno 2019, lo saqué de la lista anterior por razones obvias.
    Como siempre, le dediqué mis pensamientos, emociones e ideas a varias series y entre ellas a 4 de esas joyitas que nos ha dado la excelente comunión entre Marvel/Disney/Netflix, que para pesar de muchos ya se acaba, puesto que la famosa compañía de streamming ya no las producirá (aunque las “malas lenguas”, dicen que se debe a que la empresa del Ratón Mickey pronto se independizará, llevándose estos programas a su propio sistema de este tipo).  En todo caso, los cómics no solo estuvieron presentes con sus adaptaciones para la pantalla chica de Luke Cage, Jessica Jones, Iron Fist y Daredevil (todas ellas magníficas), que también volvieron por estos lares The Flash, Arrow, Gotham, DC´ Legends of Tomorrow y los cartoons de Los Vengadores y Guardianes de la Galaxia
     Por supuesto que las varias cintas hollywoodenses de superhéroes de este año, de igual manera fueron cubiertas por un servidor y aún tengo la deuda con Acuaman (¿O Aquaman?) y cierto filme animado del Arácnido que todavía no lo veo, pese a que le tengo muchas ganas. 
     La televisión española esta vez estuvo más presente que nunca por acá, que no solo dediqué un post a esa joyita que es El Ministerio del Tiempo, con su inolvidable tercera temporada, sino que La Casa de Papel logró sobrecogerme y ahora espero con ansias su precuela.  
     Muchas ganas tuve de escribir sobre varias de las novelas gráficas que gocé este 2018, no obstante, casi todo se quedó en puros deseos, que como ya dije antes el tiempo se me hizo poco como nunca.  Pese a todo, por principios de año subí otra entrega de mi revisión de las historias que comprenden Antes de Watchmen y que fue justamente la dedicada al villano Moloch, dibujada por el argentino Eduardo Risso y al que tuve el gusto de conocer este año en la Comic Con (a todo esto, prometo leerme en enero, por fin, la novela gráfica de estas que tengo pendiente y con ella cerrar este ciclo).  Asimismo, lo otro que escribí sobre este arte, fue sobre las dos primeras bellas obras que forman parte del volumen 1 de Relatos del Abismo de Neil Gaiman, que son Orquídea Negra y La Cruzada de los Niños; me quedó sin comentar las últimas obras de tal tomo, que la verdad se me había olvidado hacerlo.
     Este 2018 despedimos un montón de celebridades que nos dejaron, personas que bien uno no ha conocido, pero que han llegado a formar parte de la vida de uno, incluso a veces tanto a más que aquellos que nos rodean.  Seis en total fueron estos famosos cuyas partidas me tocaron personalmente, siendo uno de ellos el que lo logró como nadie: Stan Lee.  Su “elegía”, como me gusta llamarle a estos textos, la hice calzar con el post N° 600, así que es doblemente significativa para mí.  Sin embargo, hay uno de estos textos que me es valioso, por sobre todos los de este tipo que llevo escribiendo tiempo e incluso por sobre buena parte de todo lo que pueden encontrar acá.  Me refiero a mi sentido dolor por el fallecimiento de mi amigo y colega bloguero Cidroq, Eduardo Romero, quien en fechas como estas me sigue penando.  Harto he escrito sobre él y nuestra particular amistad, aunque nunca basta con lo que uno ahga.  Así es la vida, está llena de esta mezcla entre penas y alegrías, que nos hace crecer y nos da el sentido de nuestra humanidad.
     Empecé este texto temprano en la mañana y al final lo terminé ya comenzado el Año Nuevo de 2019; empero, cuando lo suba saldrá con la fecha del día anterior, que al menos con ello no me da un mes de diciembre con tan pocas entradas.  No me he referido a todo lo que hice el 2018 al respecto, que igual sería un engorro.  Por ahora solo quiero subirlo, que me da flojera revisarlo y esperar más a ello.  Como ya salí oficialmente de vacaciones de verano, tengo mucho tiempo dedicarme más al blog, así que podré ponerme al día, que hay harto por contarles.
      ¡Feliz 2019!


miércoles, 26 de diciembre de 2018

¡Cada vez mejor con TNG! PRIMERA PARTE.



     Tras una tercera temporada que, sin dudas, consagró a la llamada Nueva Generación dentro de la televisión y, más encima, en la historia de la ciencia ficción (incluso más allá del terreno de las producciones audiovisuales), era de esperarse que su cuarta temporada fuese tanto o más buena que esta.  Dicho objetivo/anhelo claramente se hizo realidad y ello se puede comprobar tan solo viendo sus episodios, ya sea disfrutándolos, como analizándolos.  Desde la impactante conclusión de Lo Mejor de Ambos Mundos, el aterrador regreso de los Borg y que a todo el mundo puso en verdaderos aprietos, al resto de sus 25 episodios autoconclusivos (salvo el último, que también quedó inconcluso para enganchar con la siguiente temporada), la serie siguió entregando un montón de momentos inolvidables.
    En esta temporada fue cuando el “jefe” Miles O´Brian comenzó a tomar mayor protagonismo, al desarrollarlo más como personaje, gracias a los guiones que fueron potenciándolo hasta convertirlo en uno de los personajes más queridos de la franquicia.  Por otro lado, fue en esta temporada que el oficial de ingeniería se casó y luego en la siguiente temporada se convirtió en padre; siendo el primer protagonista masculino de todo Star Trek, en ser abordado desde ese punto de vista más familiar.  Con el tiempo dicho aspecto suyo se volvió algo lejos mucho más interesante, que la relación entre la doctora Crusher y su hijo Wesley.
     Asimismo, acá se introdujo a la enfermera Alyssa Ogawa, personaje que apenas tuvo diálogos en el transcurso de las cuatro temporadas y dos películas para el cine, en las que intervino; no obstante, su presencia, siempre acompañando a la doctora Crusher, se volvió un detalle más para recordar de esta serie.
    Por cierto, un solo detalle más: Si bien en la temporada anterior los personajes principales comenzaron a usar sus nuevos trajes, el resto de la tripulación aparecía con los antiguos, salvo los “actores invitados”; no obstante, a partir de la cuarta temporada todo el mundo ya sale con los atuendos remozados (de seguro efecto de otro aumento del presupuesto).
    He aquí mi revisión sobre tan feliz reencuentro, con esta otra tanda de capítulos.

1- The Best of Both Wolrds, part II (Lo Mejor de Ambos Mundos, parte II): La Federación se encuentra en su peor momento hasta la fecha, tras la invasión de los Borg, una fuerza tan extraña como poderosa y a la que aún no saben cómo enfrentarla con éxito.  Más encima, nuestros amigos del Enterprise perdieron nada menos que a su capitán, considerado ya una baja de guerra; pero la partida de Picard es mucho más que la supuesta imposibilidad de recuperarlo, puesto que ha sido transformado en Locutus y quien al manejar las debilidades de sus rivales, es la mayor arma que poseen los conquistadores.  Solo la férrea determinación de Riker, aconsejado por Guinan y apoyado por los suyos, puede cambiar el desastroso curso de los hechos y tal vez recuperar a su líder.
     Respecto a todo esto, debe reconocerse la inteligente maniobra perpetrada para deshacerse de los Borg, algo digno de las mejores historias de ciencia ficción, cuando estas se mezclan con un escenario bélico.  Por otro lado, un capítulo como este, tan esperado en su momento e igualmente disfrutado décadas después, luego del final de la tercera temporada, no deja de estar lleno de grandes emociones y de momentos memorables: como la escenificación, en parte, de la posteriormente famosa batalla de Worf 359; en la práctica una masacre y donde cómo nunca vimos a la Federación como algo no perfecto, sino con debilidades, tal como sucede hasta con las más grandes empresas humanas (no obstante, solo recién en Emisario, el bello piloto de DS9. pudimos ver en todo su esplendor la derrota de los federacionistas, por parte de la colectividad Borg).
     Lealtad, esperanza y fe quedan catalogados como algunos de los mayores principios y virtudes del show, cuando somos testigos de cómo los personajes “se la juegan” por salvar a Picard, pese a que todo iba en contra de sus anhelos.  
    Por cierto, lo ideal es verse este díptico de corrido, para poder apreciarlo en toda su plenitud.

Picard convertido en Locutus.
2- Familiy (Familia): Tras los sucesos de la primera gran contienda contra los Borg, era obvio que los personajes necesitaban de un momento de relajo, un tiempo para la reflexión y poder lamerse sus heridas.  Pues todo esto es llevado a cabo a través de este, sin dudas, hermoso capítulo y centrado nada menos que en 3 personajes por separado (algo nunca antes llevado a cabo en todo Star Trek).  Todo esto es posible, gracias a que el Enterprise debe ser reparado y para ello es llevado hasta una especie de astillero en el espacio, en la órbita del planeta Tierra.
    Es cuando los padres humanos adoptivos de Worf, deciden visitar la nave para verse con su hijo.  En contra de la actitud más arisca del klingon, su familia resulta estar compuesta por dos ancianos muy dulces y compasivos, a quienes por supuesto el Jefe de Seguridad adora, aunque no sea muy demostrativo.  Las escenas entre estos tres, nos permiten conocer en otra dimensión al guerrero y algo que se agradece bastante a la hora de mostrarlo como un sujeto mucho más complejo, de lo que en apariencia pareciera ser.  Por cierto, los padres adoptivos de Worf son rusos, lo que bien podría considerarse como una especie de tributo a la ciencia ficción de este país, con una extensa y rica tradición, tan valiosa como la anglosajona (recordemos al popular Chekov de TOS, creado por Rodenberry en la segunda temporada y en atención a la relevancia del pueblo ruso para la carrera espacial, como en lo que concierne al género de la también llamada “fantasía científica”).
     Luego tenemos la historia sobre Wesley Crusher y la grabación holográfica que le dejó su padre antes de que naciera.  El monólogo hecho por este personaje, de quien solo antes habíamos “oído hablar”, resulta conmovedor y más a la luz de un joven como Wesley, quien se ha convertido en alguien admirable, pese a su mediana orfandad (bueno, ha tenido de madre a alguien tan formidable como Beberly, además de haber encontrado en Picard a una verdadera figura paterna).
     El tercer arco argumental, lejos mucho más impactante que los otros dos (y sin menosprecio de ellos, en todo caso), gira en torno a nuestro buen capitán y su viaje hasta la casa paterna, en Francia.  Allí visita a su hermano mayor, casado con una amable y bella mujer, ambos padres de un niño encantador.  Los conflictos familiares, que implican las típicas desavenencias entre hermanos (que en contra de lo que esperábamos, la familia de Picard no es perfecta o más bien dicho, este muestra cierta incompetencia para comportarse ante los suyos), llevan a extremos más dramáticos el reciente trauma de Jean-Luc, tras haber sido manipulado por los Borg.  Quizás nunca antes pudimos contemplarlo de manera tan frágil y una vez más gracias al talento actoral de Patrick Stewart, nos vuelve a dejarnos pasmados con su humanidad.

3- Brothers (Hermanos): Al esperado regreso del gemelo maligno de Data, Lore, se suma nada menos que la aparición del padre de estos dos, el genio científico Noonieng Soong.  Brent Spinner en esta ocasión tuvo que interpretar a estos 3 personajes, lo que hizo con la solvencia de siempre y logrando personificar a estos sujetos con matices tan diferentes con verdadera verosimilitud.  
    Lo anterior sucede debido a que Soong, desde su retiro en el anonimato (todos pensaban que estaba muerto), manda una señal para que Data llegue hasta él, con el propósito de hacerle un regalo: un ship para que pueda acceder a las emociones, algo de lo que supuestamente carece.  Pero en contra de lo esperado, a la señal también acude Lore y el juego de rivalidades fraternales, que implican a la negativa envidia, nos vuelve a recordar esos dramas shakesperianos de los que se nutren obras como Star Trek.
     Paralelo al conflicto de los Soong, una infantil disputa entre una pareja de hermanos que viven en el Enterprise, ayuda a sopesar mejor las rencillas familiares de Data.  Al respecto, no puede quedar más claro, que es en la fuerza del amor que tal tipo de rencillas puede superarse.
    En cierto sentido, este capítulo viene a ser una especie de continuación, en cuanto a la temática tratada del que le antecedió, puesto que en esta ocasión fue Data quien tuvo la oportunidad de ser abordado en la dimensión familiar.

Padre e hijo.
4- Suddenly Human (Súbitamente Humano):   Nuestros amigos del Enterprise, rescatan a un grupo de jóvenes extraterrestres heridos desde su nave.  Grande es su sorpresa cuando descubren entre ellos a un muchacho humano, quien ha vivido casi toda su vida con esta gente; como era de esperar, el chiquillo ha asumido para sí dicha cultura y cuando se reencuentra con sus raíces humanas comienza a entrar en crisis. Por otro lado, el alto oficial a cargo del rescatado, reclama para que se lo devuelvan, puesto que tiene verdaderas razones de peso para ello.
     Le toca a Picard ayudar al chico a acercarse a este nuevo mundo, que se le comienza a abrir, naciendo una inesperada relación entre ambos y que ayuda a cada uno de ellos a crecer como personas (recordemos que Jean-Luc tiene problemas para sociabilizar con menores y es así que esta ocasión, otra vez, lo lleva a darse cuenta que en realidad no es un inepto con ellos). 
     Casos como este, de alguien que por una u otra razón ha perdido su identidad cultural original y ha abrazado otra, hay muchos en la vida real; más cuando se trata de menores de edad, que como en el caso del que aquí sale, resultan ser víctimas de guerra. Hay un elemento trágico detrás de ello; pero también mirado desde otros ojos, podemos ver una luz de esperanza al evidenciar la humanidad detrás del "enemigo" y la facilidad de los pequeños para adaptarse y ser felices.
     Detrás de todo esto, además, encontramos un dilema moral concerniente a irrumpir con nuestra supuesta superioridad, en la libertad de los otros y más entre quienes están por debajo de uno; luego, mucha buena voluntad se puede tener para con los demás, aunque otra cosa es tener la certeza de que si lo que hacemos es lo correcto y, en cambio, estamos cometiendo un atropello contra quienes deseamos ayudar. 
      A lo anterior, queda expuesto el tema de los juicios y prejuicios contra otras culturas, lo que por supuesto provoca más de un conflicto entre integrantes de diferentes pueblos e ideologías.  
     Teniendo en cuenta la trama de esta historia, imposible no darse cuenta de que a su manera, también aborda el tema de la familia ¿Quizás el gran leiv motiv o tópico de la temporada? Puesto que la valoración de esta institución, ahora lo lleva al terreno emocional y de la confianza, por sobre la consanguineidad (algo ya hace rato presentado en la franquicia, debido al lazo creado por cada tripulación de sus series).

5- Remember Me (Recuérdame): El mejor episodio hasta el momento de los pocos que ha tenido la doctora Crusher (¿Y a lo mejor del resto de la serie?); puesto que en verdad se trata de una historia muy bien armada, por lo divertida, ingeniosa y en especial por la gran actuación de Gates McFadden, la actriz que personifica a la galena.  
    En este capítulo el propio Wesley, el hijo de la Crusher, es el responsable indirecto de que su madre quede atrapada en un fenómeno, que poco a poco la está borrando de la realidad (o del universo).  No obstante, todo ocurre desde el punto de vista de la doctora, quien va viendo cómo las personas que están a su alrededor, van desapareciendo y nadie los recuerda.  Solo la intervención de un curioso personaje, al que conocimos en la primera temporada, ligado al mismo retoño de la heroína de esta historia, permite que todo se resuelva (por lo tanto, se trata también de un capítulo de Wesley).
    Una vez más, queda de manifiesto la idea de que la familia viene a ser un elemento primordial en la vida de los seres humanos, puesto que la trama destaca, sin dudas, el amor que hay entre Beberly y su hijo.

6- Legacy (El Legado): Otro gran capítulo centrado en Data y hasta cierto punto en la recordada Tasha Yar (aunque esta aparece solo de forma muy especial en su desarrollo).
    A nuestros héroes se les da la misión de rescatar a unos cuantos hombres, que han quedado atrapados en los conflictos de la guerra civil de una ex colonia de la Federación.  El planeta en el que ocurre todo esto, es nada menos que la tierra natal de la desaparecida Jefa de Seguridad del Enterprise y es así que por fin llegamos a conocer, de mejor manera, lo terrible que fue para Tasha vivir en ese lugar (con la posterior revaloración de su resiliencia, gracias a este episodio, a la hora de lograr salir de ese hoyo en el que estaba).
    Uno de los dos bandos en disputa se ofrece a ayudar a Picard y a los suyos, para liberar a los cautivos y para eso dispone de un enlace, quien resulta ser nada menos que la única hermana de Tasha; resulta imposible que las comparaciones y nostalgias no se hagan presentes, en especial por parte de Picard y Worf, como mayormente en Data, a quien le toca trabajar y compartir bastante con la guerrera.
    Este por igual impactante capítulo, por no olvidar también emotivo, permite abordar los viejos temas de la confianza, la lealtad y la traición; de igual manera, no puede dejar de apreciarse la concepción del papel que cumple la familia en la vida de los seres humanos, en este caso su ausencia y la orfandad a través de la figura de las hermanas Yar.

Data y la sexy hermana de Tasha Yar.
7- Reunion (Reunión): La singular embajadora del Imperio Klingon, K’Ehleyr, antigua pareja de Worf y a quien tuvimos el gusto de conocer en la segunda temporada, regresa y con ella vienen otros 2 personajes ya presentados con anterioridad, incluyendo al artero villano Duras.  K’Ehleyr debe ayudar a que Picard, a petición del canciller klingon que está a punto de morir, haga de intermediario entre los aspirantes al cargo de nuevo líder del Imperio; los aspirantes son el mencionado Duras y Gowron, siendo este último un personaje que luego tendrá gran relevancia dentro de la cronología trekker.  Las triquiñuelas propias de la búsqueda de poder abundan, más al tratarse de sujetos tan maquiavélicos como Duras y su familia; así que la labor de Jean-Luc resulta ser para nada fácil.
    Por otro lado, K’Ehleyr le trae una sorpresa a Worf: viene con el hijo de ambos, de cuya existencia desconocía hasta el momento el oficial.  Las escenas con el pequeño resultan ser bastante conmovedoras, en especial en determinado momento que deja a los espectadores con el corazón en la boca (disculpen que use esta expresión, pero creo que nadie habría esperado que los acontecimientos tomaran este rumbo).  A partir de entonces, comenzamos a ver a Worf bajo otro prisma y con otro tipo de heroísmo, el de un padre que debe aprender a ser el mejor progenitor para su hijo, quien llegó a su vida de manera tan inesperada.
    Grandes diálogos, excelentes actuaciones y momentos inolvidables hay en este capítulo, que tal como podemos evaluar la temporada, ha transcurrido seguida de puras entregas de calidad.  Queda claro, como no, que las relaciones familiares vuelven a estar presentes y esta vez en cuanto a lo que significa “hacer familia”, como algo que se va construyendo y que no hay una fórmula precisa para ello; que basta con las mejores intenciones para vivir en armonía y el resto se aprende en el camino.

8- Future Imperfect (Futuro Imperfecto): Otro gran episodio y esta vez centrado en Riker.
     Picard y los suyos captan unas señales anómalas en un planeta deshabitado, razón por la cual envían a Will y a dos de sus compañeros al lugar para investigar al respecto.  Cuando es el momento de teletransportar a la partida de reconocimiento, Riker no regresa al Enterprise, puesto que una fuerza desconocida llega a retenerlo.  Es así que el N° 1 se encuentra envuelto en una serie de acontecimientos, que implican su despertar 16 años después de su viaje accidentado; de ese modo, se entera de varios hechos relevantes para su vida: Fue infectado por un virus que borró parte de su memoria y por eso no recuerda qué ha sido de su vida durante la última década y media.  Por lo tanto, Will (y los espectadores) debe comenzar a adaptarse a la idea de que ahora él es el capitán del Enterprise y que tiene un hijo, además de ser viudo de su esposa.  Cuando Riker ya está convencido de tanto cambio, descubre que nada es lo que parece y de ese modo llega a descubrir la verdad de todo, algo por completo diferente a lo que esperaba.
     Este es el primer episodio en toda la cronología de la franquicia, que nos muestra un futuro probable, retratando a los personajes envejecidos y retratándonos sus supuestos destinos en el devenir de las cosas.  Cabe mencionar que algunos de los detalles sobre este futuro, volverán a repetirse en la serie, llegando luego a convertirse en realidad dentro de la continuidad trekker (tales como un Geordi sin visor y ferengis entre los miembros de la Flota Estelar).
    Por otro lado, dos personajes regresan en esta ocasión: por un lado la hermosa mujer a la que conoció Ryker en el capítulo 11001001 y el villano romulano Tomalak, siendo esta su tercera intervención en TNG.
    Que un hombre soltero como Will, famoso por su disipada vida amorosa, aparezca esta vez convertido en padre, viudo más encima, acerca una vez más al tema de la familia a nuestro show y que así como vamos, se ha convertido en una exaltación de los valores familiares.
    Mucha intriga, en la que la verdad de todo solo se aclara en los últimos minutos de su emotivo final, encontramos en esta historia también inolvidable.  Cabe mencionar que la puesta en escena, con cada uno de los escenarios que se nos presentan, cada vez en que van tomando un nuevo giro los acontecimientos, le otorga a esta joyita verdaderos ribetes cinematográficos.

Riker junto a uno de los extraterrestres más extraños de todo Star Trek.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Las historias pendientes (para mí) del tío Steve. CUARTA PARTE



     A lo largo de su carrera literaria Stephen King ha creado varias ciudades de ficción, en las que transcurren sus obras, repitiéndose algunos de estos lugares en más de un par de ocasiones con el transcurso de los años.  Se trata de sitios tan bien orquestados por parte de su autor, con sus propias geografías, características e historia, que sin dudas se convierten en verdaderos protagonistas de las mismas narraciones.  De este modo, podemos mencionar, entre otras, a Haven, donde transcurren los eventos de Los Tommyknockers (con posterioridad usado en la serie de televisión del mismo nombre, inspirado en su novela The Colorado Kid) y en especial Derry, la cuna de It y que también aparece en 22/11/63.  No obstante la ciudad ficticia que merece el primer lugar dentro de las obras de nuestro autor, es nada menos que Castle Rock.
     Varias obras kingnianas tienen como escenario a Castle Rock, desde La Zona Muerta, en la primera parte de este libro ya clásico, a El Cuerpo, una de las novelas cortas que componen Different Seasons (por acá Las Cuatro Estaciones), sus trabajos Cujo, La Mitad Oscura y Needful Things (en español La Tienda de los Deseos Malignos), por no mencionar unos cuantos cuentos.  Se trata de un lugar descrito como una especie de campo magnético negativo, al que el mal se siente atraído y por ello mismo algunos de los sucesos más violentos (ya sea de carácter sobrenatural o provocados por la misma tendencia maligna del ser humano) de su narrativa, han ocurrido dentro de sus límites.  
    Es entonces que llegamos a El Perro de la Polaroid, la cuarta y última historia que forma parte del volumen conocido como Cuatro Después de la Medianoche.  Pues esta narración se inserta dentro de lo que podríamos llamar como el ciclo de Castle Rock, inmediatamente antes de Needful Things (que se suponía era la última entrega de esta ciudad, hasta que su creador “no se aguantó las ganas” y volvió a contarnos otras cosas de esta ya famosa polis).  De modo que no solo transcurre en el mismo lugar de los relatos mencionados, sino que se hace relación a eventos pasados y ya conocidos, como a personajes de esas narraciones pretéritas. 

4.2. Un perro monstruoso más por estos lares.

      Tal como dice su nombre, esta obra tiene que ver con otro can, aunque esta vez no se trata de un animal cualquiera, como el mencionado Cujo y que fue infectado por la rabia (algo bastante realista, por cierto), sino que de una entidad sobrenatural que toma la forma de un perro negro.  La criatura en cuestión aparece en las fotografías que saca un chico, quien recién ha cumplido los 15 años y al cual por dicho motivo sus padres regalaron una cámara polaroid; este artefacto, sin importar lo que se enfoque con su lente, solo muestra a la bestia, la que aparece en una especie de jardín y que a cada foto que se imprime, pareciera avanzar hacia el fotógrafo de manera amenazante.   
      El joven dueño de la cámara “hechizada”, acude a la única persona que parece le puede ayudar a entender lo que está pasando, un anciano dueño de una tienda que viene a ser todo un “personaje” dentro de la ciudad (y no en el mejor sentido de la palabra); es así que dicho sujeto, para bien o para mal, cumplirá un papel decisivo en el destino de esta polaroid y, como no, en la vida del muchacho.

4.3. La materia del misterio.

     El origen de la cámara, de su particular “maldición” (por llamarle de una forma a su naturaleza fantástica y extraordinaria), nunca es revelado a lo largo de este texto; es más, los personajes nunca llegan a demostrar verdadero interés sobre su origen.  No obstante, sí resulta atractivo a los protagonistas, por muy aterrador que sea, cómo el perro va cambiando de aspecto…Hasta que todo va tomando tintes demasiado pavorosos y mientras uno desea sacar igual provecho económico del objeto, el otro se da cuenta que no queda otra que deshacerse del mal que hay detrás de todo esto.
     La exposición frente a lo sobrenatural queda demostrado en esta gran historia, que sin dudas logra agarrar desde un principio al lector (tal como seduce a sus personajes principales…al menos en el principio), no tiene por qué explicar las maravillas de ese mundo oculto y que se deja ver a ratos en este tipo de narraciones, como para que lo irreal se vuelva verosímil.  La credulidad frente a lo mágico y todo aquello que escapa a la cotidianeidad, es una cuestión de fe y cuando estamos hablando de circunstancias como esta, que rompen de un modo u otro con lo que consideramos “normal”, resulta difícil resistirse a la curiosidad.  Es así que en este caso concreto el misterio no es de dónde proviene la espantosa bestia y la maquinita que lo contiene dentro suyo, sino que consiste en lo que podría pasar con todo ello.  Y nadie puede decir que los misterios no hacen más atractiva la vida y, por supuesto, por igual en una obra enmarcada dentro de estos subgéneros literarios.
    Por otro lado, Stephen King vuelve a convertir un objeto común y corriente, que asumimos como algo tan ordinario, en una herramienta para lo fantástico y lo maravilloso (en otras palabras, para dar pie a que las pesadillas y los sueños tomen forma dentro del mundo “real”).  Ejemplos en la literatura de nuestro autor favorito, al respecto, hay varios: desde cuentos clásicos como La Trituradora (sobre una máquina de planchar poseída), Camiones (acerca de automóviles que cobran vida), hasta su famosa novela Christine (otro auto, aunque este “contaminado” por la maldad de su anterior dueño) y Ur (correspondiente a un kindle que permite leer diarios y obras de realidades paralelas).  De este modo, queda de manifiesto que al convertir un objeto inanimado, producto de la tecnología moderna, como en este caso una cámara Polaroid, en un recurso fantástico, se trastoca aquello que consideramos normal y con ello se consiguen efectos dramáticos mayores para el lector.

4.4. Juventud, inocencia y sentido de familia versus experiencia, malicia e individualismo.

    Tal como ya se dijo más arriba, esta historia se centra en al menos 2 personajes.  Es así que por un lado tenemos a Kevin Delavan, el muchacho quinceañero que recibe de regalo la infame Polaroid.  Respecto a este, puede decirse que se trata de un buen chico y cuyas virtudes (caballerosidad, sin vicios y responsable) quedan hasta cierto punto justificadas, por pertenecer a lo que podríamos llamar como una familia “bien constituida”.  Y es que Kevin posee una madre y un padre que lo aman, además de una hermana pequeña con la que se lleva bastante bien; por lo tanto, al haber crecido en un núcleo con esas características, queda de manifiesto que se trata de alguien centrado (pese a su edad) y feliz, elementos que igual lo ayudan a la hora de enfrentarse al mal, que hay detrás de su cámara.  Más encima, la relación con su padre resulta ser tan cercana y amigable, que ello no solo da gusto apreciarlo dentro de la obra, sino que dicho amor también cumple un papel relevante para la resolución del conflicto existente.
    En contraste al anterior, se encuentra Marion Reginald “Papi” Merril, un hombre de unos sesenta años y dueño de una especie de tienda de anticuario, que vive engañando a los turistas con muchos de los objetos de segunda mano que vende, aunque su verdadero negocio es el de ser prestamista (oficio en el que saca tremendas divisas por los altos intereses que cobra a sus deudores).  En su caso, se trata de un sujeto solitario, sin amigos, ni familia, que solo se vale a sí mismo para vivir, aprovechándose del resto cuando puede sacar ganancias de los demás.  El tipo es en cierto sentido una caricatura de los usureros: delgado (como consumido por sus apetitos y egoísmos), calvo, misógino (y tal vez hasta misántropo) y muy, pero muy avaro, al punto que incluso le cuesta despegarse de su propio dinero, cuando requiere hacer algún tipo de transacción.
     Quien en un principio nos puede parecer simpático y sabio, incluso, a medida que va transcurriendo todo va desnudando su verdadera alma, como un hombre que ya viejo viene a ser la antítesis de Kevin y quien podría ser considerado tanto como el coprotagonista o el antagonista, según cómo se le mire.  Su personalidad (que en todo caso no estamos hablando de alguien malvado, en el sentido más maniqueo de la palabra) queda muy bien retratada cuando este realiza 3 viajes, con el objetivo de ganar dinero con la cámara de su antiguo socio, todos ellos a personas bastante distintas entre sí y cada uno descrito con ese buen talento del Tío Steve para crear personajes llamativos (amén de que en esta parte de la historia, todo no puede ser más entretenido, en especial cuando llega a la mansión de una pareja de hermanas ancianas).


4.5. Un dato curioso.

     La hermana del joven héroe de esta “novela corta” es una fanática de los filmes de terror y en determinado momento está fascinada viendo nada menos que Chucky de Tom Holland; debe saberse que este, poco tiempo después de haberse publicado dicha historia, se encargó de llevar a la pantalla chica en una miniserie a Los Lagolieros (la primera historia que comprende esta colección de novelettes) y que más tarde llevaría al cine su novela Thinner ¿Simple coincidencia? En realidad casi parece algo propio de sus ficciones, donde todo puede suceder.

4.6. Evaluación final de la colección Las Cuatro Después de Medianoche.

    Tras haber terminado de leer la tetralogía que comprende el volumen, que nos estuvo reuniendo el último tiempo (un mes y medio más o menos para ser exactos), el llamado lector constante de Stephen King puede afirmar sin tapujos de que este libro, ya sea en su edición original de un puro tomo o dividido en 2 (como yo lo tengo), que se trata de un verdadero regalo para uno.  Y es que otro escritor habría editado estas obras por separado y en fechas bastante distanciadas entre sí (al menos uno por año); no obstante, nuestro autor premia la lealtad de sus seguidores y de vez en cuando saca colecciones como esta, algunas de cuentos y otras de novelas cortas.  A la fecha abarca una docena este tipo de libros suyos, desde 1978 con El Umbral de la Noche y 2015 con El Bazar de los Malos Sueños, lo que deja claro su interés por sacar libros como estos, a diferencia de colegas suyos que menosprecian el formato y apenas escriben/publican cuentos y novelas cortas (menos antologías).  En todo caso, debe recordarse que King comenzó su carrera de manera “humilde”, a través de relatos breves en revistas; siendo que hoy en día, ya convertido en un escritor consagrado hace rato, no le ha perdido el gusto y ello se puede evidenciar a través de títulos como este.
     En el caso concreto de la antología que estamos por despedir, se trata de 4 títulos de terror, cada uno con temas variados dentro del género, desde la mezcla de ciencia ficción y terror de Los Lagolieros, que en parte nos recuerda al Horror Cósmico de Lovecraft y compañía, hasta el thriller de psicópatas propio de Ventana Secreta, Secreto Jardín; luego el horror sobrenatural sobre monstruos que hayamos en El Policía de la Biblioteca, para terminar con El Perro de la Polaroid, también de corte fantástico y con otro tipo de monstruos.  En suma, diversas variantes del miedo y que, sin duda, según cada quién provocan todo tipo de emociones.
    Pero también se trata de relatos acerca de quiénes somos, aquello que nos convierte en seres humanos, ya sea en lo que concierne a lo mejor, como a lo peor que hay dentro de nosotros: Luz y oscuridad, que solo los artistas como Stephen King saben reconocer en sus pares, en sí mismos y entre sus pares.
      

jueves, 13 de diciembre de 2018

Cuando TNG consiguió superarse a sí misma. TERCERA PARTE.


18- Allegiance (Lealtad): El Capitán Picard es abducido desde el mismo Enterprise para supuestamente participar de un experimento, en el cual se encuentra en las mismas condiciones con otros 3 sujetos: una chica boliana, cadete de la Federación y dos miembros de otras razas por completo diferentes entre sí (un intelectual de aspecto pasivo y un guerrero más o menos salvaje, que recuerda en parte a los klingon).  Nada saben de sus captores y, sin embargo, pese a sus desavenencias se ven obligados a trabajar juntos para escapar.
     Por otro lado, mientras transcurre lo anterior y en paralelo, a bordo de la nave insignia hay otro Picard suplantando al original, quien comienza a actuar de tal manera, que la tripulación poco a poco comienza a sospechar de él (al respecto, inolvidables e hilarantes son las escenas en las que el impostor tiene una cita con Beberly Crusher y cuando se pone a cantar junto a sus oficiales).
     Entre lo destacado de este capítulo, cabe mencionar el estupendo trabajo de maquillaje para ayudar a caracterizar a los alienígenas que aquí salen, en lo que se incluye la personalidad tan marcada de todos ellos y que además tiene relación con los rasgos culturales que nos llevan al tema de la otredad y el valor de la diversidad.  
     De igual manera, rescatables son el ya mencionado humor de esta historia, así como la manera de cómo es posible traer a la reflexión, la importancia que le damos a aquellos en quienes hemos depositado nuestra confianza.
     En un plano personal, este episodio resulta ser muy significativo para mí, puesto que fue el primero que vi de TNG  y, de ese modo, gracias a la calidad de su puesta en escena, de inmediato logró convertirme en un seguidor de esta secuela de la Serie Original.

Extraños "compañeros de cama".
19- Captain´s Holyday (Las Vacaciones del Capitán): Uno de los capítulos más famosos de TNG, por no mencionar uno de los primeros “cómicos” del programa (podríamos considerar que el primero, verdaderamente de este tipo, es Manhunt, de la segunda temporada).   
     Tal como dice su nombre, su trama gira en torno a Jean-Luc, quien en la práctica es obligado por la doctora para tomar vacaciones, debido al enorme estrés al que ha sido sometido durante el último tiempo.  Es así que llega al paradisiaco planeta de Risa (lugar que luego volvería a aparecer al menos en 2 ocasiones más, en las series DS9 y Enterprise).  Allí al principio Picard no deja de aburrirse, hasta que una atractiva mujer, acosada por un ferengi, se cruza en su camino y lo envuelve en un curioso caso de robo arqueológico, que involucra además a una pareja de viajeros temporales.  
     Unos cuantos chistes de carácter sexual y la primera vez en que vemos a Jean-Luc como un héroe de acción (por no mencionar en una dimensión incluso sexy), hacen de este capítulo uno de los favoritos de varios fanáticos.  Además, aquí se introdujo a la “pilla” investigadora Vash, con quien llega a tener un romance Picard y que luego volvería en la cuarta temporada para otro gracioso episodio (siendo luego un personaje invitado en DS9).
     No se puede dejar de lado el detalle, de que el ferengi que protagoniza esta aventura, estuvo encarnado por Max Grodénchik, quien luego sería llamado para interpretar a Rom en DS9, como alguien mucho más amistoso y como personaje recurrente.

Este Picard "sexy" no sabe qué compañero escoger: ¿El ferengi o la guapa dama?
20- Tin Man (El Hombre de Latón): Una extraña nave alienígena de apariencia orgánica, ha llegado a los límites del espacio de la Federación, que colindan con los del Imperio Romulano; tantos unos como otros quieren ser los primeros en resolver el misterio detrás de su llegada, si bien con distintos propósitos.  
    Por parte de los federacionistas es enviado un especialista en “primeros contactos”, un betazoide de triste fama por habérsele culpado de una masacre producida durante una de sus misiones.  El hombre es un sujeto retraído, lo que en cierto sentido podría llamársele como alguien con Síndrome de Asperguer, pero quien posee habilidades telepáticas superiores a su gente.  Ante la incapacidad del emisario de mantener relaciones satisfactorias con otros humanoides, logra sentirse a gusto con Data, ya que con este no siente abrumado al sentir sus pensamientos y ambos llegan a contactar a la nave.
     El tema de la soledad, aún en medio de un mundo aparentemente perfecto como lo es el futuro que nos muestra Star Trek, donde aún encontramos parias y personas que no son felices, nos muestra tal vez por primera vez en esta franquicia que la Federación no es por completo idílica; destaca por todo esto, la actuación del actor invitado que tomó el rol de Tam Elbrum.
     El betazoide que aquí aparece podría considerarse como un antecedente de otro miembro de su especie, el asesino serial que sale en Voyager e interpretado por el estupendo actor Brad Douriff (maestro a la hora de tomar roles bizarros), como alguien inestable debido a su misma naturaleza y con poderes psiónicos.
    El bello diseño de la nave que aquí aparece y que nos da más de una sorpresa, además de los efectos especiales empleados, salieron ganando bastante gracias a la remasterización de la edición en blu-ray.

El llamado "Hombre de Hojalata"...Uno de los diseños más hermosos de la serie.
21- Hollow Pursuits (Recreaciones Falsas): El célebre debut del teniente de ingeniería James Barclay, un personaje que desde este primer episodio suyo cobró popularidad y se hizo recurrente, al punto de aparecer con posterioridad al menos una vez por temporada; llegó incluso a tener un papel en el filme Primer Contacto y luego se convirtió en, nada menos, que en un personaje aún más destacable en Voyager (siendo que esta última nave andaba perdida en el Cuadrante Delta, bastante lejos de donde transcurren las aventuras de TNG, así que imagínense cómo fue posible todo esto).
    En este episodio, Reginald Barclay es un recién llegado al Enterprise y el cual durante el tiempo que lleva con la tripulación, no ha hecho amigos debido a su personalidad tímida y cierta torpeza.  Su tiempo libre lo dedica a pasar a solas en el holodeck, donde ha recreado a Picard y al resto de una manera bastante hilarante, para dar rienda suelta a sus frustraciones.  Preocupado por el ostracismo en el que se encuentra su nuevo subordinado, el capitán solicita a Geordi La Forge acercársele y es así cómo el Jefe de Ingeniería, como el resto de sus compañeros, comienzan a descubrir el rico mundo que hay detrás de la estampa insegura de Barclay.  Con posterioridad, cuando se presenta una emergencia que puede llevar a la nave (una vez más) al desastre, se dan cuenta de que en Barclay tienen a un valioso profesional.
     Ya hace rato que la tecnología de los hologramas había sido usada de manera muy ingeniosa por los guionistas, no obstante esta vez a través de las fantasías de Reginald, se le dio un giro bastante diferente y gracioso, características que luego serían explotadas en DS9.  Por otro lado, el uso de exteriores y la ambientación de época, incluyendo fabulosos trajes antiguos para caracterizar a las versiones “barclizadas” de Data, Wesley y otros, hicieron de las escenas transcurridas en el holodeck, algunos de los momentos más esperados de este capítulo de antología.  
     Detrás de los elementos graciosos de esta historia, podemos hallar otro aspecto “negativo” de esta supuesta perfecta Federación y su futuro idílico: Aún nuestros queridos héroes pueden ser intolerantes, pese a los ideales que promueven su sociedad; por esto mismo Barclay se encuentra sumido en su soledad, porque gente como Riker es incapaz de desprejuiciarse con él y conocerlo por sí mismo a menos que la necesidad lo requiera (tal y como sucede en este capítulo)…Bueno, en todo caso los personajes no tienen por qué ser perfectos y este tipo de defectos suyos, sin dudas que los humaniza aún más.  
     Dwight Schultz, el actor a cargo de Barclay, se había hecho famoso en los ochenta por su rol en la serie de televisión The A-Team (Los Magníficos en Latinoamérica) y al interpretar a este otro personaje tan distinto al de su extrovertido Loco Murdock, del citado programa, demostró sus evidentes talentos para personificar distintos tipos de sujetos (por no mencionar su dilatada carrera anterior y posterior a su intervención en la franquicia).

¿Los 3 Mosqueteros?
22- The Most Toys (El Juguete más preciado): Tras un episodio “livianito” (aunque bastante entretenido) como el anterior, este otro corresponde a esos otros potentes y de fuerte carga moral, propios de la mejor extrapolación que encontramos en la ciencia ficción.
     Tal como en otras joyas de TNG, este capítulo se centra en Data, quien es raptado por un coleccionista para convertirlo en el “objeto” más preciado de sus pertenencias.  El hombre detrás de todo esto representa, sin dudas, todo aquello que los sujetos “evolucionados” de la Federación se supone han logrado abrazar: un tipo ególatra, materialista, hedonista y por completo falta de empatía; de tal modo que entre cautivo y victimario, se da un muy particular duelo, al estar en juego la voluntad de ambos, pese a que se supone que Data carece de emociones, mientras que el otro está acostumbrado a salirse con la suya.  Por lo tanto, al enfrentarse a alguien como el androide (100% recto), por primera vez en su vida el estrecho mundo en el que vive este singular villano, se le trastoca.  No obstante, ni Data, ni el coleccionista están solos y de ese modo, para bien o para mal, hay otros ligados al destino de ambos; por lo tanto, la trama resulta mucho más dramática aún.
     El argumento permite tratar varios temas de relevancia, caros a lo mejor del género y propio de las grandes narraciones: el valor de la libertad, en especial cuando podemos llegar a dimensionarla ante la privación de ella, en beneficio de otros que ostentan poder por sobre los demás.  De igual manera encontramos el rol de la compasión ante el dolor ajeno, así como la nociones de la justicia y el castigo, siendo estos conceptos algo ya abordado en el pasado por Star Trek, pero que trabajados desde la presencia de Data y en especial tras su inesperado final (en el que nuestro querido oficial actúa de manera por completo inesperada), permiten evaluar esta historia como una de las mejores de la saga. 
     La puesta en escena, por completo soberbia, no solo se apoya en un sólido guión, sino que en especial en las actuaciones.  Pues no solo Brent Spinner (Data), vuelve a sobresalir como, tal vez, el mejor actor del programa, luego de Patrick Stewart; puesto que los actores invitados, quien hace del mercader Kivas Fajo y la mujer que trabaja para él (en la práctica una esclava), ayudaron a hacer una verdadera delicia esta obra.

Villanos de todo tipo.
23- Sarek: No hay duda de que estamos en este caso, frente a uno de los episodios más comentados no solo de TNG, sino que de toda la franquicia. ¿La razón? La segunda aparición de un personaje de TOS, personificado además por su actor original, dentro de este programa; no obstante, esta vez hay que hablar de algo más que la única escena que tuvo el recordado doctor McCoy, en el piloto Encuentro en Farpoint y en el cual solo de manera indirecta se hizo relación al show original.  Es así, que en esta ocasión por primera vez se mencionó a un personaje famoso, de la Serie Original por su nombre y, como no, fue al más famoso de todos ellos: Spock.
    Y es que Sarek, quien llega al Enterprise en una relevante misión diplomática que se realizará en la nave, para dialogar con una extraña raza alienígena que está por entrar a la Federación, es nada menos que el padre de Spock.  Cabe saber que tuvimos el gusto de conocerlo en Viaje a Babel, uno de los episodios más destacados de TOS (apareciendo en sus películas también).  No obstante, el embajador sufre de una enfermedad degenerativa que le impide controlar sus emociones, como es habitual en su gente, lo que puede provocar el fracaso de su labor.  Solo una drástica medida puede conseguir que todo sea un éxito y ello implica la colaboración del buen capitán Picard.
    Podemos destacar la actuación del veterano Mark Lenard como Sarek, otra vez, la que sin dudas enalteció aún más este capítulo memorable; a la par de que su dupla con Patrick Stewart, en una de sus mejores interpretaciones para TNG hasta el momento, contó con verdaderos diálogos de antología y escenas inolvidables (tales como la asistencia a un concierto de música, en el que quedó en evidencia el malestar del vulcano y un monólogo de Picard bastante potente).
    Por otro lado, este fue el primer capítulo desde la Serie Original en el que se profundizó en la cultura vulcana, entregando nuevos datos de interés para su configuración. 
    Mark Lenard volvería a retomar el papel que le dio fama, en otro episodio destacado de TNG al año siguiente.

Mark Lenard…¡Ídolo!
24- Ménage à Troi: El regreso de la sin par Lwaxana Troi, la madre de Deanna, quien en esta ocasión se convierte en objeto del deseo de un ferengi; es así que la rapta, aunque también se lleva consigo a su hija y a Ryker, mientras estos dos últimos estaban retomando su romance aplazado, durante un descanso en el campo.
      El pretendiente de la embajadora resulta ser un personaje tanto o más gracioso que muchos de su especie, con lo que ya se ha institucionalizado la idea de los ferengi como villanos cómicos.  Por otro lado, en este capítulo conocemos un dato interesante sobre la fisiología de esta raza y que luego en DS9 (donde algunos de los personajes principales son ferengi) sería llevado a mayores y en situaciones aún más jocosas.
      Lwaxana vuelve a regalarnos momentos muy graciosos y no solo con el capitán que desea sus favores, sino con nuestro querido Jean-Luc, en una de las escenas más cómicas de TOS y en la que queda de evidencia, una vez más, el talento histriónico de Patrick Stewart (aunque ahora en un registro por completo diferente, si se le compara con la emotiva escena de Sarek ya comentada).

¡Jean-Luc, es la señora de tu jefe!
25- Transfigurations (Transfiguraciones): En cierto sentido este viene a ser el segundo episodio dedicado a la doctora Beberly Crusher en esta temporada, aunque todavía no viene lo mejor del personaje.  Asimismo, estamos hablando de una muy buena historia de ciencia ficción, que aborda otro tipo de temas caros al género: el de la xenobiología y la evolución de las especies.
    Una nave accidentada es encontrada por los del Enterprise y desde ella rescatan a su único integrante, miembro de una especie desconocida, quien se encuentra bastante malherido.  Le toca a Beberly cuidar de este sujeto, quien demuestra poseer una capacidad impresionante para recuperarse.  Por otro lado, el paciente no recuerda quién es y mucho menos se sabe sobre su origen…Hasta que logran contactar a su gente y se llega a saber parte de la verdad sobre su pasado.
    ¿Y por qué se trata de una historia de la doctora? Pues, debido a que esta entabla una especie de relación con el extraterrestre, a medias entre una amistad hombre-mujer y un romance platónico.  De este modo, se nos permitió conocer no solo a este personaje en su dimensión como una gran profesional, sino que en una más humana, como mujer (y al respecto, destacable es cómo es abordado la cercanía y confianza con su hijo, cuando este le hace sus observaciones sobre el interés de su madre hacia su paciente).

Un bello (y tal vez) inesperado final para Transfiguraciones.
26- The Best of Both Worlds, part I (Lo Mejor de Ambos Mundos, parte I): El famoso final de esta potente tercera temporada, fue el primero de su tipo en quedar en “continuará”, dejando a sus millones de seguidores con la incertidumbre sobre el destino de sus personajes y, en especial, de Picard, quien acá pasa por uno de sus mayores traumas.
     Se trata del regreso de los borg, tras su recordado debut en la segunda temporada, quienes tal como se había predicho en su momento, llegan hasta el territorio de la Federación como la peor amenaza de sus vidas y a la que apenas saben cómo enfrentar (y derrotar). 
    Los borg, una especie distinta en su configuración a todo lo conocido hasta el momento, con una tecnología superior y un completo misterio, llegan no solo para conquistar; puesto que su propósito es el de provocar la total desaparición de las individualidades y culturas, que conforman la Federación.  De este modo, dos visiones de mundo tan contrarias, diversidad y libertad, versus hegemonía y colectivismo llevado a sus máximos extremos, se encuentran en plena confrontación.  
     Ante los eventos hace su aparición un excelente personaje, la no solo guapa, sino que también impulsiva teniente Shelby, que da pie a una interesante subtrama y que enriquece más aún esta historia.  Es así que al resistirse el “N° 1” de Picard, quien no quiere dejar el Enterprise en vez de aceptar su ascenso como capitán de su propia nave, resulta imposible no contrastarla con esta mujer, que solo quiere su puesto en el Enterprise; de ese modo, podemos llegar a sopesar a otro nivel la personalidad de Ryker.    
     Los borg fueron la primera fuerza ante la que vimos superados a nuestros héroes (lejos mucho más grande, que la confabulación de los parásitos que conocimos en la primera temporada); que en TOS nunca se había visto algo así y antes de todo esto los peligros no alcanzaban cuotas tan grandes y que implicaran a toda la Federación…Es así que se puede decir que este capítulo, además, estableció el punto de partida para la incorporación de conflictos que luego en la misma TNG y otros spin-off, darían paso a grandes arcos argumentales (como el Dominio en DS9, los 8472 en Voyager y los Xindi en Enterprise).
     El comienzo de esta trama ayudó, de igual manera, a que viéramos a personajes ya queridos y claramente posesionados dentro de la pantalla chica, como en los corazones de los seguidores, dentro de un ambiente épico y heroico, que faltaba en una serie de ciencia ficción capitular como esta.  De igual manera, los fuertes lazos ya creados entre los protagonistas, quedaron en evidencia como nunca y cuando los vemos acá luchar todos juntos, para evitar que el enemigo destruya todo lo que ellos defienden.

Un Borg le hace un tratamiento capilar a Picard.

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